Esta es una serie en la cual me enganché tarde, y leí (poco antes de empezar con el blog) la segunda mitad, es decir, los últimos tres tomos. Ahora conseguí los dos primeros, o sea que arranco a leerla sabiendo de antemano a dónde van a desembocar varios de los plots que Mark Waid y Barry Kitson empiezan a armar ya desde los primeros episodios. Por suerte me acuerdo poco de aquellos tres tomos...
Lo mejor que tiene este TPB es que es realmente introductorio. Cumple perfectamente con la consigna de mostrarle el mundo de la Legion al lector que no la conoce y de lograr que uno se cebe y quiera saber más sobre estos personajes. Esto es muy importante, porque se trata de un reboot de la Legion (conocido como “el threeboot”, porque inaugura una tercera continuidad), que barre abajo de la alfombra todo lo anterior y arranca de cero, en un universo donde lo que para nosotros eran historietas de la Legion, para los personajes también. Por otro lado, fracasa, porque –claramente- Waid sale a la cancha con el objetivo de que su Legion sea LA Legion del Siglo XXI y no, no duró ni cinco años.
Lo cierto es que la historia y los personajes están muy bien presentados. Hay cambios sutiles respecto de las versiones anteriores de casi todos los Legionarios, excelentes explicaciones y vueltas de tuerca para los poderes (sobre todo en Phantom Girl, Colossal Boy, Dream Girl y Triplicate Girl) y un giro muy extraño en rol mismo de la Legion: esta vez no son un grupo de superhéroes al servicio de los Planetas Unidos, sino un movimiento ideológico de rebeldía juvenil. Cualquier chico harto de una sociedad que pretende controlarlos demasiado, puede ser Legionario. Y si tiene poderes, puede entrar al equipo que va a las misiones. Es un concepto raro, arriesgado, y que Waid dejará gradualmente de lado para concentrarse en la faceta superheroica de la serie.
La fórmula es la de siempre, y aún así funciona: el guionista tira varias puntas, las va resolviendo de a una, y siempre por atrás del argumento central se desenvuelven y avanzan varias sub-tramas, y casi siempre se atisba el surgimiento de una nueva. En todos los episodios vemos a los Legionarios (casi siempre divididos en sub-grupitos) enfrentar crisis menores, mientras por los costados cobra forma una crisis mayor. Para la últimas páginas del tomo, la mano ya se pone espesa y queda bastante claro que el antagonista grosso va a ser Praetor Lemnos, un tipo intrigante, sumamente hábil, con muchísimos recursos y decidido a iniciar una guerra planetaria a gran escala. Responsable del genocidio que devasta a Orando (el planeta de la Princesa Projectra, pilar económico de los PU), Lemnos pinta para convertirse en un villano de primerísimo nivel... a menos que Waid tenga la pésima idea de revelarnos (en el Vol.2), que en realidad es un títere de algún villano de los clásicos, tipo Universo o el Time Trapper.
El dibujo de Barry Kitson es, como siempre, muy correcto. El británico y Waid se conocen muy bien (ya habían trabajado juntos en L.E.G.I.O.N. y en Empire) y eso se nota. Sin ser un fenómeno, Kitson se pone las pilas para deslumbrar con algunos fondos, se banca secuencias difíciles, con multitudes de personajes todos de distintos planetas y con distintas fisonomías, y en lo que generalmente deja gusto a poco es en las expresiones faciales, que son cuatro o cinco y se repiten siempre, en todos los personajes. El episodio que no dibuja Kitson cae en manos de Leonard Kirk (el de la JSA, siempre aburrido y del montón) y además hay dos dibujantes invitados que aportan breves historietas de 8 páginas: el ignoto (pero muy interesante) Scott Iwahashi y el maestro Dave Gibbons, apenitas por debajo de su mejor nivel.
No me queda muy claro por qué esta versión de la Legion fracasó, al punto que para el n° 37 viene Jim Shooter (!) a tratar de salvar las papas y barre abajo de la alfombra buena parte de lo desarrollado por Waid (y Tony Bedard, quien lo secunda en la última etapa). Por lo menos en el arranque, tenía una consigna novedosa, buenos personajes (impecables Brainiac 5, Dream Girl y Cosmic Boy), excelentes diálogos, buen equilibrio entre machaca y escenas más tranqui, y un dibujante no genial, pero muy competente y muy compenetrado con la propuesta. Prometo entrarle pronto al Vol.2, mientras trato de conseguir barato el Vol.3, así la completo.
pense q ibas a leer algo con respecto al dia de la mujer pero veo q vos no te unis a la pelotudes colectiva jaja
ResponderEliminarHola, Andrés.
ResponderEliminarAprovecho que nombrás a L.E.G.I.O.N. y pregunto.
Leíste esa serie? Si es así, vale la pena?
Vi que la mayoría de los 70 números están escritos por Alan Grant y después la cosa se reparte entre Barry Kitson, Mark Waid y Tom Peyer.
Tanto Grant como Waid me hicieron pasar buenos ratos de lectura en Batman y Flash, pero no sé que tal estarán acá.
Saludos!
Si te gusta el comic de superhéroes, en especial de DC, no dudes en ponerle fichas a la L.E.G.I.O.N., que es una muy buena serie. Si te digo que en 70 episodios no tiene ningún bajón, te miento. Pero en general, el promedio es muy bueno, y más si pensamos que se serializó entre 1989 y 1994, años horrendos para el mainstream superheroico.
ResponderEliminarAh! Y además de los 70 episodios hay 5 ó 6 Annuals, casi todos excelentes.
Mil gracias por la data, Andrés.
ResponderEliminarMe voy a poner en campaña para ver si consigo la serie y sus annuals.
Una pregunta más, la serie R.E.B.E.L.S que continuó a L.E.G.I.O.N también me conviene conseguirla o esa ya derrapa?
hola Andres.
ResponderEliminarA mi me parecio que esta Legión puede llegar a ser interesante, pero no es la Legion. No tiene esa mistica que tenia la de Paul Levitz y la Keith Giffen. Creo que es una legión que, para mi, le faltan todos los componentes que tenia la legión de tierra uno. Tampoco me cabe esa onda de movimiento revolucionario.
Me pasa lo mismo que me pasa con los demas personajes del universo dc con el reboot pedorro de ahora.
Pero la serie como lectura es interesante.
Gastón, lo de R.E.B.E.L.S. no es espantoso ni mucho menos (bueno, sí, tiene un par de dibujantes revulsivos), pero no está al nivel de lo de L.E.G.I.O.N. Es sólo para los que nos quedamos con MUCHA leche de seguir leyendo más aventuras de Vril Dox y su banda. Si no, es prescindible.
ResponderEliminarel problema es la pesima coordinación de DC. esta versión de la legión tuvo muchísima propaganda pero a la altura de OYL, el exacto momento en que el UDC se fue a la mierda, empezaron a embarrarla cuando tiraron puntas de que la legíon pre zero hour estaba viva y escondida en el silo XXI. algo que no estaba coordinado ni con waid; ni con bedard que guionaba r.e.b.e.l.s. y estaba unida en los primero numeros a la colección que estas reseñando y por supuesto ni con jim shooter al que cagaron por arriba de un poste.
ResponderEliminarpor supuesto creo que ninguno de los guionistas que mencioné siguen en DC (salvo bedard, no estoy seguro) y los comentarios de waid y shooter sobre el asunto son antológicos.
y no me quiero meter con el tema de que la legión que HOY esta en continuidad es la que llega hasta las magic wars porque si me estoy mareando no me quiero imaginar al que me esté leyendo. saludos.
Disculpá mi ignorancia: ¿Qué es OYL?
ResponderEliminar¿Los REBELS de Bedard tenían relación con la versión threeboot de la Legion? Recién me entero...
Sí, Bedard estuvo al frente de un título de Green Lantern hasta el mes pasado. Ahora no sé en qué anda...
¿Y está realmente claro que la continuidad actual de Legion retoma desde terminaron las Magic Wars? Antes del reboot de los New 52, esa saga estaba fuera de continuidad y de lo que escribió Levitz en los ´80 se respetaba todo hasta los crossovers con Crisis, que son tres o cuatro años anteriores a Magic Wars...
"OYL" es el diminutivo de lo que se conoció como "one year later" el salto temporal que tuvieron todas las colecciones luego de "Crisis infinita", la idea era que las series terminarán con un cliff-hanger y al mes siguiente había pasado un año (una eternidad en un mundo superheroico) y todo estaba patas arriba. ahí arranca la etapa de geoff johns en superman y su segunda en JSA con alex ross como co-equiper, en donde plantea que HAY LEGIONARIOS camuflados en el siglo XXI intentando evitar un desastre inminente.
ResponderEliminarTODO esto es paralelo a la etapa de Jim Shooter en la legión (que se debió sentir como carlos bianchi con el pedorro plantel y los pedorros dirigentes que tiene boca actualmente) al que nunca invitaron al convite.
Y todo termino con la vuelta de "la legión clásica".
entiendo que lo que este en continuidad no sea toda la etapa levitz, sino hasta crisis por el tema de muerte del superboy de bolsillo, pero no me quedo claro nunca, ni a ellos por otra parte.
y por último: la última r.e.b.e.l.s. estaba atada a la serie de superchica y a la legíon de waid, con brainiac 5 "reclutando" a su antepasado para que reclute un nuevo equipo y el muuy turro de vril dox 2 utilizaba data del siglo XXXI para armar el equipo, algo que quedo sepultado muuuy habilmente por bedard cuando vio para donde iban los tiros, saludos y perdón por la extensión.
No, está bien, me aclaraste varios puntos.
ResponderEliminarA mí me gustó cómo se aprovechó el One Year Later en unas cuantas colecciones de DC, entre ellas las dos de Superman. Duró poco, pero fue una etapa muy linda, con Johns, Gary Frank, Busiek, Pacheco, Pete Woods, Adam Kubert...
Banco mucho la reaparición de la Legion "clásica" en Action Comics (en la que se respetaba a rajatabla todo lo clásico, hasta 1985, hasta los crossovers con Crisis) y banco poco lo que hizo Shooter cuando reemplazó a Bedard en la revista de la Legion.
Y buena la data sobre los REBELS de Bedard. Como nunca la leí, no tenía idea de que estaba enganchada con los personajes del Siglo XXXI.