Uh, qué bestia! Llevaba casi dos años sin leer obras del glorioso Osamu Tezuka, el grosso entre los grossos, el único y legítimo Dios del Manga. Debe ser que hacía bastante que no le editaban esas novelas de los ´70 casi sin elementos fantásticos, en las que el maestro coqueteaba con el gekiga. No sé por qué me cebé tanto con esos trabajos, al punto de que ya casi ni me llaman la atención todos los demás.
The Book of Human Insects (serializada en Japón entre 1970 y 1971) se inscribe claramente en la línea de los thrillers adultos de Tezuka. Esta vez el Manga no Kamisama cuenta una historia 100% dramática y realista, sin chistes y sin elementos fantásticos. Y sin ni siquiera un cameo de los personajes de su “elenco estable”. A lo largo de más de 350 páginas, Tezuka nos invita a seguir a Toshiko Tomura, una atractiva joven con un talento impresionante para absorber conocimientos, habilidades y hasta estilos de quienes la rodean. Toshiko será una genial actriz, una galardonada diseñadora gráfica, una prestigiosa escritora, una exitosa fotógrafa y hasta aprenderá todos los trucos de la rosca empresarial a gran escala, mientras los que la rodean se hunden en los pantanos de la envidia y la frustración.
Toshiko Tomura es uno de los personajes más atractivos, más ricos y complejos creados por el Dios del Manga. ¿Quién es en realidad? ¿Cómo hace para “succionar” el talento de sus semejantes? ¿Qué necesita para estar satisfecha? ¿Por qué el éxito, la fama y el dinero no la complacen? La vida de Toshiko es errática, caprichosa, cubierta por varios velos que la trama intentará descorrer, mientras el impredecible devenir de Toshiko se enchastra cada vez con más sangre. Para el segundo cuarto de la novela, lo que empezó como una especie de slice of life medio extraño se convierte en un relato crudo, sórdido, por el que desfilan asesinos a sueldo, terroristas y demás criminales, vinculados de modos muy groseros al poder político y a una runfla sumamente espesa entre mega-empresarios, de esos que tienen en sus manos la economía ya no de países, sino de regiones enteras.
Por ese paisaje cada vez más turbio paseará su cautivante silueta Toshiko Tomura, quien zafará siempre con lo justo de situaciones bravísimas y aprenderá (con esa habilidad casi sobrenatural que la caracteriza) de cada pajero, cada avechucho y cada malviviente con el que se cruza. En el medio habrá amores no correspondidos, tiros, piñas, espionaje de alto nivel, garches con personas de distinto o del mismo sexo, traiciones aberrantes, golpes de estado dentro de empresas poderosísimas, abortos, incendios, explosiones, secuestros, drogas... Tezuka manda a cabecear hasta al arquero con tal de que el ritmo, la intriga y el impacto no decaigan nunca. Y sí, hace una de más: el viejo, gastado y ya descalificador truco de “una chica tan parecida a la protagonista que podría ser su hermana gemela”, algo que creo que ya en 1970 olía a trampa, a manotazo burdo por parte de los guionistas “serios”.
Por el lado del dibujo, al Manga no Kamisama se lo ve en el nivel más alto, el de sus mejores obras. Hay un excelente trabajo en las expresiones faciales, en el lenguaje corporal, los fondos están laburadísimos, los cross-hatchings te hielan la sangre, las escenas en las que experimenta y se vuelve expresionista (cuando no psicodélico) son gloriosas, los ángulos que busca son uno más zarpado que el otro... Por supuesto que es absolutamente inverosímil que Tezuka no haya contado con la ayuda de un ejército de asistentes, porque hay detalles demasiado trabajados, con precisión barroca y dedicación infinita. Donde se nota todo el tiempo la mano inconfundible del maestro es en la narrativa. Acá abundan las planificaciones de página electrizantes, siempre en función de los climas que Tezuka pretende transmitir con cada escena. Las splash pages no son recursos desesperados para llenar páginas, sino que están puestas en los momentos justos, al igual que esas grillas claustrofóbicas de 8 ó 9 viñetas chiquititas, que casi siempre muestran situaciones que sería mejor no mostrar, escenas secretas, clandestinas.
Es muy probable que The Book of Human Insects no entre al Top Five de las mejores obras del Dios del Manga. Sin embargo, es una lectura atrapante de principio a fin, con un elenco magnífico en el que sobresale un personaje de un enorme relieve (que además está buenísima), con una atmósfera de thriller político-financiero-romántico, y con unos dibujos de excelente factura, acompañado de muchos logros en materia de narrativa. Muy, pero muy recomendable.
Yo tengo mis recelos con el manga, pero consulto igual: me cebaste con Ayako y me encantó (me pareció muy heavy... pero me encantó).
ResponderEliminarSi Ayako me gustó, me recomendás este "The Book of Human..."
Sí, Anónimo. Hay varias similitudes entre esta obra y Ayako. No tengo dudas de que si esa te encantó, esta también te va a copar.
ResponderEliminarSuena interesante, pero tengo todavía pendiente obras más importantes del Kamisama (MW, Fenix, Ayako). Tal vez en un futuro lejano la lea.
ResponderEliminarAndrés, imagino que esto no está editado en castellano. Te consulto si esto es dificil de leer con un nivel medio bajo de inglés.
ResponderEliminarNo sé si se editó en castellano, Leandro.
ResponderEliminarY el nivel de inglés que requiere es medio, ni bajo ni alto.
Este en castellano no existe, de hecho creo que son 3 los gekiga que solo están en inglés, siendo este uno, Swallowing the Earth y Barbara.
ResponderEliminartira a la basura esta edicion de vertical y comprate la de ASTIBERRI que esta de lujo boludo..., y sin ''triple traducción''.
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