domingo, 20 de febrero de 2011

20/ 02: 100 BULLETS Vol.12


Aaaggghhh! Más de dos meses aguanté sin abalanzarme sobre este libro para ver cómo corno sigue la historia que me atrapó por completo y me dejó el cerebro en llamas! Una proeza digna de todos los superhéroes de todas las editoriales de la Golden Age para acá. Y cuando lo terminé quedé más caliente que antes, a apenas 12 episodios (un TPB) del final.
Acá la historia ya es una sóla y avanza en una única dirección. Los nuevos Minutemen reunidos por el agente Graves empezaron con la eliminación sistemática de las familias que componen al Trust y todavía no apareció nadie con un plan convincente para frenarlos. ¿Habrá tiempo para evitar una masacre? ¿Hará falta? ¿O lo que Graves nos vende como una cruzada épica y noble terminará por ser un bluff, o un apriete para rosquear en mejores condiciones? Por ahora, nada es negociable y la sangre corre a raudales, por lo menos del lado del Trust.
Una vez más, me impresiona el trabajo de Brian Azzarello. El tipo sigue poniendo TODO en el armado de personajes secundarios, con ínfima injerencia en la trama central. Vos decís “este tipo, tan bien desarrollado, al que en pocas secuencias le dan una onda infernal, seguro va a tener peso más adelante”. Pero enseguida te respondés “Pará, ¿qué más adelante, si esto está a milímetros de terminar?”. Y antes de que te pongas de acuerdo con vos mismo, llega la escena en la que ese personaje que tanto te enganchó recibe unos hermosos comprimidos de plomo que lo liquidan sin piedad, en el acto, y ya está. Con suerte, se lo volverá a nombrar, pero no va a aparecer más. Azzarello se da ese lujo: en la recta final, sigue construyendo personajes tercerones con el empeño que otros autores ponen para presentarte a los protagonistas, y ya que está te los boletea 15 páginas después, cuando ya les tomaste cariño, o te intrigaron como para buscar los tomos anteriores, a ver si es un personaje 100% nuevo, o alguien a quien el guionista está retomando, después de muchos capítulos en el freezer.
Esa crueldad es mínima al lado de otras crueldades que despliega este príncipe de la mala leche, que además sigue dando clase de virtuosismo, de cómo armar y ejecutar secuencias memorables. El mejor episodio del tomo es uno que narra dos historias en paralelo: por un lado una cena muy tensa entre Megan Dietrich, Augustus Medici y su hijo Benito; y por el otro una “aventura” de Lono que, por primera vez, nos lo muestra como un ser humano, como un tipo al que se lo puede vencer. Azzarello logra que estas dos secuencias -a priori inconexas- interactúen entre sí mediante un uso de los bloques de texto absolutamente brillante, digno del mejor Alan Moore. Como un juego de espejos, contrapone a víctimas y victimarios, traidores y traicionados, valientes y cobardes. Hay que ser MUY capo para que te salga bien una cosa así. El último episodio también se destaca, porque avanza bastante el plot del famoso cuadro que Cole Burns está intentando recuperar y termina con la muerte de uno de los personajes secundarios con más peso en la trama.
Todo esto, por supuesto, dibujado como los mega-dioses por Eduardo Risso, asesino serial del lápiz y la tinta que sigue sin mezquinar ni un ápice de su magia en el diseño de los personajes que se suman (estos nuevos, llenos de hallazgos pero con menos futuro que Miguel Del Sel en la política) y está siempre listo para dibujar la violencia de modo tremendo, impactante, jodido pero no revulsivo. Y los fondos… el laburo de Risso en los paisajes y las locaciones (que nos llevan por varias ciudades y pueblos de EEUU) es absolutamente devastador.
Con su ritmo descomprimido y su incesante acumulación de personajes y puntas argumentales, este hito del comic contemporáneo se acerca a su fin. A menos de 300 páginas de que baje el telón, los pocos que quedan vivos se preparan para definir quién será el ganador de esta guerra sucia que le cagó la vida a tanta gente ficticia, y se la alegró a tanta gente real. No creo que aguante más de una semana sin leer el último tomo.

6 comentarios:

  1. Sé que no tiene nada que ver pero ¿Deux sacó ya Black Kiss? Porque me parece que la vi en un kiosco pero ahora no la encuentro por ningún lado (en Neuquén).
    Gracias.

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  2. Gracias igual.
    ¿Qué opinás de otras obras de Azzarello? Yo leí un tomo de Norma de 100 Balas y me gustó pero Batman: Broken City y, sobre todo, Superman: For Tomorrow, me parecieron malísimas: malos argumentos, diálogos deshilvanados que parecen conversaciones de locos, historias recontra estiradas. No sé, por ahí soy yo que no pego onda con el tipo.

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  3. Superman: For Tomorrow es la que menos me cierra. Por ahí esa misma historia funcionaría mejor con otro personaje, con otro dibujante o con otra extensión. Pero es la única. El resto de la obra de Azzarello me encanta. Sin dudas escribió muchas de las mejores páginas de la última década.

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  4. Mas q deacuerdo con andres. Sobre todo con bermejo hace poco lei lex luthor men of steels y me volo la cabeza. El tratamiento del personaje es soberbio. Y ni hablar de joker!! Grosisimo.
    Fede M

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  5. justo ayer termine 100 bullets.. tuve que mandar a pedir los tomos que me faltaban a EEUU porque en este pais no se edita una mierda y si te editan mierda te la cobran 100 mangos minimo.... en fin.. genial.. el guion, los dibujos.. hay dialogos y frases que manda Azzarelo que se te quedan grabadas en la cabeza... el final... no me convencio.. todos los personajes parecian ser muy profesionales pero al final se caldea todo

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