Tercer tomo de esta serie con guionista francés y dibujante argentino, y la verdad es que hay muchos cambios respecto del tomo anterior.
Cuando reseñé el Vol.2 (03/09/12) me llamaba la atención que al guionista Xavier Dorison le permitieran muchísima flexibilidad en cuanto al rigor histórico. Estaba claro que la serie está ambientada en la Primera Guerra Mundial, pero dentro de ese contexto, Dorison fruteaba tranquilo. Esta vez no: hay muchas más menciones a acontecimientos históricos reales y más cuidado en representar de modo muy realista esas oscuras jornadas que sacudieron a Europa allá por 1915.
También señalábamos que los villanos, alemanes pero todavía no nazis, funcionaban como mero obstáculo, no tenían desarrollo, no había por parte de Dorison una intención de convertir ni siquiera a uno de ellos en un personaje posta. De nuevo, esta vez eso se da vuelta y dos de los mejores personajes de este tomo vienen del bando enemigo: son el Übermensch (la respuesta germana al Cortahierro de los franceses) y el Oberleutnant, un comandante de las tropas alemanas que demuestra (como en más de una historieta de Oesterheld) que se puede pelear en el bando contrario al de los protagonistas y aún así tener códigos, preservar el honor y –también en una situación en la que manda la muerte- honrar la vida.
En cuanto al guión, no hay muchas más innovaciones respecto del tomo anterior. De nuevo tenemos a los Centinelas encargados de una misión jodida, en un arco argumental que va para adelante, que no esquiva el grim ´n gritty onda Suicide Squad ni los dilemas morales, perfectamente planteados por Dorison en escenas muy tensas, de gran carga emotiva. Además del Cortahierro y Djibouti, el equipo de “los buenos” suma ahora a Pegaso, un oficial propulsado por un jet-pack que le permite volar, pero que viene de la aristocracia y con un agrande que al principio lo hará chocar con sus camaradas. Con el correr de las páginas, Pegaso se integrará mejor al equipo y los lectores (y los otros Centinelas) aprenderemos a quererlo y a valorar su coraje y su dignidad.
Y en cuanto al dibujo, también hay novedades: en los primeros tomos llamaba la atención que Enrique Breccia dibujara tan pocos cuadros por página, a tal punto que en cada álbum de Los Centinelas pasaba bastante menos que en el álbum francés promedio. Ahora eso se revirtió: hay un par de splash-pages majestuosas y un par de páginas de menos de 5 viñetas. El resto, siempre ofrece 6 o más viñetas, hasta llegar al extremo de las 11 viñetas, algo que –me parece- no habíamos visto nunca, en ninguna otra historieta en los 45 años de profesión que lleva el Churrique. Por supuesto, el monstruo se la re-banca y su dibujo brilla con fulgor incandescente en absolutamente todas las páginas del libro, las de mil viñetas y las de una sóla.
En parte esto tiene que ver con que lo dejan colorearse a sí mismo: ahí Breccia saca una diferencia escalofriante y sorprende incluso a los que lo seguimos desde siempre con esa combinación perfecta entre climas en los que manda la sutileza cuasi-poética y exabruptos viscerales, de altísimo impacto visual, puestos en los momentos justos. Destaquemos también su magnífico trabajo a la hora de dibujar pueblos, ciudades, aviones y armas de la Europa de hace 100 años y ese otro plus, eso que Breccia dibuja (como los dioses) en Los Centinelas y –andá a saber por qué- se resistió a dibujar en todas sus otras historietas: los cuerpos en acción, las peleas físicas, los combates cuerpo a cuerpo, ya no resueltos con el primer plano de un puño, sino desplegados con generosidad y contundencia por este genio de nuestro Noveno Arte, hoy radicado en Italia.
Hasta ahora Dorison y Breccia vienen entregando un tomo de Los Centinelas (de 62 páginas, que para Francia no es poco) cada dos años. Este tomo se editó en 2011 (creo que en castellano todavía no salió), así que con un poco de orto, este año tenemos el Vol.4 de esta extraña mezcla entre historieta bélica, aventura histórica y machaca superheroica en la que guionista francés y dibujante argentino nos llevan a vivir una Primera Guerra Mundial distinta. No tan distinta como la que vimos el otro día en Arrowsmith, pero no menos cautivante.
Ya tengo ganas de que salga (al menos en España claro)... Este ritmo de publicaciones es desesperante!!!
ResponderEliminarEl primero me gusto mucho, el segundo un poco menos... tengo ganas de ver por donde rompe la serie, si remonta, se estanca o decae...
saludos
Jorge
Coincido, el tomo 1 es mejor que el 2, aunque me gustaron ambos. El tomo 3 es de Ypress y el 4 se anuncio Dardanelos (batalla de Gallipoli). Solo voy a hacer una observacion, tanto en la edición francesa como en la española de Norma, en el tomo 2 les falto publicar la página 19 de la historia (pagina de la historia no del libro). O bien la quitaron los franchutes para que le de en numeros de paginas el libro (si es asi el error se reitero despues en Norma) o tal vez se salteo un numero churrique cuando enumeraba las páginas. Sabes algo de esto Andres? Estaria bueno preguntarselo a Churrique.
ResponderEliminarsaludos. Juan carlos Massa.
Qué loco. No, no me había dado cuenta...
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