el blog de reseñas de Andrés Accorsi

miércoles, 30 de diciembre de 2020

ESTRELLA MALIGNA REMINA

Ultima reseña del año, y debo decir que me ensarté bastante. El de Estrella Maligna Remina es, definitivamente, el peor guion de Junji Ito que leí en estos años de seguir fielmente al maestro del terror japonés. El libro se salva de ir a la basura por el dibujo, que es realmente magistral, y por la historia corta (tiene 40 páginas, o sea, es corta sólo en el contexto del comic ponja) que complementa a la principal. Millones Solitarios tiene un final más impactante que bueno, pero la consigna es genial, el desarrollo es hipnótico, el dibujo está perfecto y es –en una palabra- el momento del libro en el que Ito realmente pela su merecida chapa de capo del terror. Te pone nervioso, te asusta, te hace barajar varias hipótesis de qué carajo puede estar pasando, te lleva hasta la última viñeta agarrado de la garganta en un clima que no deja nunca de tensarse y enroscarse… Hay tantos aciertos en 40 páginas que la verdad que si el final era muy lógico o medio frutero, ya me chupaba un huevo. Sólo quería que la historieta terminara para poder respirar. En cambio, durante la lectura de Estrella Maligna Remina me agarraba la cabeza y me preguntaba “¿falta mucho?”. Acá tenemos una consigna que ya es bizarra desde el arranque: un astrónomo descubre una estrella, la bautiza con el nombre de su hija (Remina), al toque se descubre que se trata de una especie de planeta caníbal, que se devora a otros planetas, y cuando empieza a acercarse a la Tierra, la gente le echa la culpa de la inminente catástrofe a la pobre hija del astrónomo, sólo porque tiene el mismo nombre que la estrella. Una pelotudez de dimensiones cósmicas, comprable al “momento Martha” de aquella peli de Batman y Superman. Esto que conté yo, Ito lo cuenta en 30 páginas, que son las más decentes del manga. Después de ahí, la debacle. Páginas y páginas en las que una turba enardecida busca al profesor Oguro y a su hija para matarlos, acusados de haber invocado a Remina (la estrella) para que venga a fagocitarse la Tierra. Persecuciones ridículas, peripecias extremas de las que Remina (la chica) zafa de maneras inexplicables, un infinito in crescendo de situaciones forzadas, una más inverosímil que la otra, donde Ito no logra ni siquiera generar tensión, de lo largo y reiterativo que se hace todo. Para la segunda vez que crucifican a Remina, ya decís “bueno, flaco, ¿cuántas veces más la van a capturar en vez de matarla?”. Y se supone que nos tenemos que poner de la nuca porque el planeta maligno se viene con todo, pero también, Ito lo resuelve de un modo tan bizarro que me causó más risa que otra cosa. Hay un subplot bastante bien llevado, que es el de Daisuke Mineishi, el hijo de un potentado que desapareció misteriosamente hace años y que va a reaparecer en algún momento de la historia, de un modo que yo, por lo menos, no me imaginé. Ese subplot y el dibujo, que es inexplicablemente genial, fuera de toda escala, son los puntos rescatables de una historia que empieza rara, rápidamente se vuelve absurda y finalmente, después de muchas páginas de un periplo larguísimo y enroscado al pedo, llega a un final casi abrupto, sin onda, sin sorpresa y sin la menor lógica. Posta, no me imaginaba que Ito podía escribir un guion tan pobre, tan decepcionante. Menos mal que a nivel visual Estrella Maligna Remina es una cátedra absoluta, en la que el autor deslumbra en todas las páginas con unas imágenes, unas texturas y un dinamismo descomunales. ¿Recomiendo este libro? Y, qué sé yo… si te hiciste militante de Junji Ito lo más probable es que lo quieras tener, aunque sea para alucinar con esos dibujos, y para disfrutar de la historia complementaria. Si nunca le entraste a la obra de este autor, por supuesto que te recomiendo probar por otro lado, por alguno de los mangas que –además de dibujos fabulosos- tienen guiones que no te faltan el respeto. Yo todavía no sé si quedármelo o no. Y bueno, así, como quien no quiere la cosa, se termina este extraño y complicado 2020. La semana que viene inauguramos la duodécima temporada del blog, y les cuento más o menos qué tengo pensado para seguir posteando en este espacio que compartimos hace ya once años. Gracias por otros 365 días de aguante y que empiecen muy bien el 2021.

5 comentarios:

Andrés dijo...

Gracias a vos, genio. Un gusto leerte, como siempre. Buen fin de año.

Anónimo dijo...

Reseña acertada.

La premisa del autor es presentar situaciones totalmente bizarras, horrorosas pero inentendibles para los protagonistas, y acentuar el drama causado por eso. El horror se presenta, está ahí, causa estragos y finalmente golpea/es derrotado, pero da tiempo al drama.

Eso lo entiendo. Incluso es un recurso de la industria, en caso de convertirse en animación, los diálogos bajan los costos. Eso lo entiendo.

Pero aquí, el drama de los personajes se convierte en un lloriqueo reiterativo y se extiende innecesariamente, y con lo típicamente japonés: cambios de humor, reacciones tontas, personajes aparecidos de la nada.

Todo eso disuelve lo más interesante: la chica es el objeto de cariño, de estudio, de amor, de odio, de fanatismo, todo gira en torno a su persona, pero la motivación de cada uno es de puro novelón japonés. Aparece alguien y dice quiere protegerla, otro quiere casarse, otro la quiere disecar en un laboratorio, pero porque sí, nada más; podrían explicarlo y espacio en las viñetas no faltan. Pero el autor prefiere mostrar cómo la chica interactúa con cada cual, y no actúa mucho, simplemente lloriquea. Ella no hace gran cosa, al menos no por voluntad propia.

La leí, me gustó la premisa, los dibujos, le concedo la duda al disparador del drama, a las situaciones traídas de los pelos. Pero no alcanza, todo se extiende en balde. Y lo más triste, no hace mucho leí esta historia y con esta reseña me di cuenta: no recuerdo el final. Es una lástima.

Franco dijo...

Feliz año Andrés, gracias por otro año de reseñas, y esperemos que el próximo sea aunque sea un poco mejor. Abrazo grande.

Jose Gregorio Bencomo Gomez dijo...

¡Feliz año!

Javier González dijo...

Tengo tus mismas sensaciones pero con Uzumaki. Me la pintaban como que me iba a cambiar la vida y me pasaba eso de " ya termina ? " . Ahora ya sé con cuál NO darle otra oportunidad a Junji ito.