el blog de reseñas de Andrés Accorsi

viernes, 28 de agosto de 2020

EL HOMBRE GARABATEADO

Bueno, ahora sí, cerrá todo. Me puse a leer las historietas de 2018 que tenía y no había leído, para no frutear cuando grabemos el podcast donde –junto a los lectores de Comiqueando- elegimos las mejores obras aparecidas ese año, y llegué una vez más al Nirvana. A la Historieta Perfecta. El Hombre Garabateado es una novela de más de 300 páginas escrita por Serge Lehman (a quien nunca había oído nombrar) y dibujada por el ídolo suizo Frederik Peeters, todo en blanco y negro. Es una obra bastante reciente, tiene apenas dos años, con lo cual me da cosa contar demasiado de la trama, porque supongo que mucha gente interesada todavía no la pudo leer (además, como ya señalamos el otro día en la reseña de ¡Universo!, al estar editada por Astiberri en tapa dura, la inversión que requiere su compra no es para nada menor). Sin spoilear nada, es una historia centrada en tres mujeres (abuela, madre e hija), construida sobre una base realista, costumbrista, en la que irrumpen elementos sobrenaturales bastante oscuros, pero de una manera armónica, lógica, muy bien presentada. Es como una especie de cruza entre un thriller con ciertas aristas políticas y un cuento de hadas 100% adulto, terrible, pasado de rosca, algo que –no tengo ninguna duda- le hubiese encantado imaginar a Neil Gaiman para una de sus novelas. La vinculación con la literatura es muy explícita, el ámbito de las editoriales parisinas está bastante presente y la Ciudad de las Luces comparte protagonismo con un pueblito en la Loma del Orto, donde Lehman va a ambientar algunas de las escenas más zarpadas. Además de los tres personajes centrales (entrañables las tres), Lehman presenta a unos cuantos secundarios, y varios de ellos son tan grossos que cualquiera de ellos podría ser protagonista. Los diálogos están perfectamente cuidados, el misterio está llevado de una manera exquisita, impredecible, que te enrosca en la trama en muy pocas páginas, y ya no te deja salir. Otra punta muy interesante es cómo se sostiene de punta a punta el contraste entre los elementos actuales, modernos, contemporáneos, y toda esa otra arista atávica, secreta, ancestral, anclada en un pasado que nos queda muy lejos, pero que Lehman nos trae al presente con una maestría poco frecuente para un guionista que no figura en la lista obvia de los recontra-consagrados. Y ya está, no digo ni una palabra más sobre el glorioso guion de Serge Lehman. Me voy con el trabajo de Frederik Peeters, que vuelve al blanco y negro para detonarlo en mil pedazos. Ya sólo por la magia que tira a la hora de aplicar los grises, este podría ser el pico en la carrera del suizo como dibujante. Pero además están los climas, está la acción, está todo el flujo de la narrativa que es impecable, todo el cuidado para darle a cada una de las protagonistas su propio lenguaje gestual y corporal, la planificación de las secuencias mudas (infernales, de esas que se te quedan en las retinas toda la vida), el grafismo preciso, plástico, por momentos cercano al mejor Craig Thompson y –no puedo no nombrarlos- esos fondos demoledores, esas ciudades y esos paisajes rurales que te envuelven por completo. Visualmente, estamos ante un comic absolutamente maravilloso, con un nivel que sólo se le puede pedir a uno de los máximos exponentes que tiene hoy el Noveno Arte a nivel global. La verdad que no puedo explicar lo bien que la pasé leyendo El Hombre Garabateado. Le tenía mucha fe, porque recibió unos cuantos premios, de esos que no se rifan ni se le dan a los amigos para subirles la autoestima. Pero me encontré con algo infinitamente mejor que lo que esperaba. Una verdadera gema, que me atrapó, me emocionó, me involucró, me hizo jugar al famoso “a ver si deducís el misterio antes que los personajes”… En una palabra: me resultó fascinante. Sólo loas, aplausos y recomendación extrema para esta obra, y por supuesto ahora a buscar otros trabajos de Lehman, a ver con qué me sorprendo. Esto es genuinamente original, potente y hermoso. Esto es lo que hace que tenga sentido prácticamente todo. Gracias por estar ahí una vez más, y nos reencontramos pronto con nuevas reseñas, acá en el blog.

2 comentarios:

Wilgenhofff dijo...

Qué ganas de esto me diste, Andrés!!

Milo Garret dijo...

Cebadisimo