lunes, 6 de enero de 2025
LUNES PROFUNDO
Estamos en el post nº2997, a milímetros del nº3000.
Y empezamos en Japón, año 2017, cuando se publica esta segunda parte de la adaptación de Las Montañas de la Locura, realizada por Gou Tanabe sobre el texto original de H.P. Lovecraft que Planeta tuvo la amabilidad de traer a las librerías argentinas en una buena edición a un precio amistoso.
Sospecho que lo más interesante, o lo más lindo, cuando uno adapta a la historieta un texto literario debe ser tomar esas descripciones de personajes, criaturas o lugares que escribe el autor y cambiarlas por imágenes que le transmitan más o menos lo mismo al lector. Ahí es como que el historietista se hace casi tan autor como el escritor, porque le da rasgos físicos a cosas o personas que no los tenían. Esto se potencia cuando los personajes, lugares, etc. no son reales, sino fruto de la imaginación del escritor. Y más todavía cuando lo que describe el texto es algo claramente indescriptible. Ahí el desafío para quien dibuja es total. ¿Qué hacés cuando en el texto aparece algo tan bello o tan horrendo que el escritor se niega a describirlo? ¿No lo dibujás? Obviamente sí lo dibujás, y dejás la vida para que el lector no se olvide nunca de la belleza o el horror que le transmitieron tus dibujos. Y eso es lo que hace Gou Tanabe en este manga.
El argumento es mínimo, no daba ni a palos para dos libros de más de 300 páginas. Esta segunda parte, con los conflictos y los personajes ya presentados y el elenco reducido a -básicamente- dos protagonistas, menos todavía. Pero entra en juego el morbo: uno quiere ver cómo se las rebusca Tanabe para describir desde el trazo a las criaturas que Lovecraft apenas describe en sus textos, y entonces Las Montañas de la Locura se convierte en un manga más de contemplación que de vértigo aventurero. Más descriptivo que narrativo. Tanabe lo sabe y entra en ese juego como un campeón. Crea un clima cada vez más ominoso, te pone nervioso, te hace gritar "¡No sean boludos, no se metan ahí!" cada vez que Dyer y Danforth exploran un área nueva de las imposibles edificaciones de la ciudad maldita, y te lleva a un ritmo muy lento hacia una única secuencia de acción, que aparece unas 60 páginas antes del final y dura poco.
No quiero ahondar más en la trama, en parte porque no hay tanto para puntualizar, y en parte porque si sos fan de Lovecraft ya sabés mucho de lo que Tanabe te va a contar acerca de los Antiguos, la progenie de Cthulhu, los shoggoths y demás. La gracia está, sin dudas, en cómo el mangaka le da vida gráfica a este delirio cósmico. Asistimos a lo largo del libro a varios momentos en los que el virtuosismo de Tanabe estalla como una supernova y te deslumbra no solo con las cosas imposibles que tiene que dibujar, sino con la calidad del trazo, la perfección de las composiciones, la aplicación de las texturas logradas con tramas de grises... No sé si son más zarpadas y más inhumanas las criaturas que dibuja, o el propio mangaka, sinceramente.
Y ya está. Creo que después de esto, no tiene mucho sentido seguir leyendo adaptaciones de obras de Lovecraft hechas por Tanabe. Acá alcanzó una cima apoteótica, majestuosa, y todo lo que venga después (aunque esté dibujado como los dioses cósmicos) va a parecer poco frente a esta epopeya. Ojalá el autor se mande a explorar (como en sus primeros trabajos) las obras de otros escritores, o mejor aún: que se le ocurran sus propias historias para dibujarlas con esta "indescriptible" calidad.
En 2024 tuvimos nuevo libro de Rodrigo Canessa y Matías De Vincenzo (el anterior lo vimos el 22/10/19) y esta vez se trata de una ambiciosa historieta de 300 páginas, que originalmente se publicó de manera digital. Efecto Malena es una historia de misterio teñida de costumbrismo, con realidades divergentes que se cruzan y superponen al punto de volver locos a varios de sus protagonistas. Está llena de secuencias memorables, de diálogos muy reales, muy cuidados, y personajes muy atractivos. Y dibujada a un nivel realmente excelente por un De Vincenzo más sólido y más maduro que en sus trabajos anteriores.
Hay algo que, para mi gusto, le juega en contra a la historieta, que es su extensión. La trama se disuelve un poco al estirarla a lo largo de tantas páginas y, si bien la tensión y la intriga se mantienen, pierden un poco de fuerza. Me parece que esto mismo, con 60 ó 70 páginas menos, pegaría mucho más fuerte. Y otra cosa que no sé si está bien o mal, pero me llamó mucho la atención, es que a lo largo de 300 páginas de indagar en el misterio de Malena, ninguno de los personajes llega a tener en claro lo que los lectores sabemos desde el principio, porque nos lo explican en la primera frase que aparece en la contratapa: Malena nació un 29 de Febrero y solo en los años bisiestos permanece físicamente y es recordada en nuestro mundo. No es una conclusión a la que se llega fácilmente, porque se trata de algo anómalo, atípico, que no está en los manuales de ningún detective. Pero es raro ver cómo pasan las décadas, cómo personajes muy inteligentes (como Hernán Piro) hacen lo indecible por resolver el enigma, y ninguno llega a obtener este dato que los lectores manejamos desde el primer momento.
La historia transcurre en un constante juego entre existir y no existir, y Canessa hace que sus personajes reflexionen sobre esto de manera aguda. No es el típico thriller policial de identidades sustitutas, esto es algo que desafía la lógica del espacio y el tiempo. El paso de los años es muy importante en la trama, por esto de los años bisiestos, y los autores no lo retratan de manera obvia. No te ponen un bloque de texto que dice "ahora estamos en 2004, que es bisiesto". Hay pistas que te permiten deducir en qué año estamos, pero son sutiles y tienen que ver con canciones, programas de TV, afiches en la calle y demás información que andá a saber cuántos lectores captan.
Un poco por eso, Efecto Malena es un comic que peca de ser un tanto críptico. En 300 páginas nunca aparece un personaje que para la bocha y pasa en limpio lo que sabe hasta el momento. Canessa se juega más a lo extraño, a lo que no tiene explicación, y a cómo esto genera un tsunami de irracionalidad que termina por arrastrar al abismo a los personajes más involucrados con el misterio de Malena. Lo mejor del guion es cómo mantiene todo el tiempo los pies sobre la tierra y cuida celosamente el verosímil, mientras se acumulan elementos clásicos del thriller y una amplia gama de realidades alternativas que entran y salen de escena a lo largo de muchas décadas. El misterio en sí -repito- se desinfla un poco por la extensión de la obra, por su carácter críptico y porque involucra una cantidad de elementos dramáticos también un poco excesiva. La idea que motoriza la trama es realmente muy buena, pero -de nuevo- funcionaría mejor contada de modo más simple y más breve.
Nada más, por hoy. Si necesitás más lectura para llenar los ratos libres de las vacaciones, ya sabés que en https://comiqueandoshop.blogspot.com/ te podés descargar por muy poquita plata un número demoledor de la Comiqueando Digital, con 15 notas inéditas, un podcast y dos videos exclusivos. Gracias y hasta pronto!
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Rodrigo Canessa
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1 comentario:
De Tanabe te recomiendo En la noche de los tiempos, que es de no creer. En este caso, el cuento tiene más vueltas que En las Montañas.... muy recomendable. Pero entiendo tu punto. De los no editados acá es el único que leí, por ahora.
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