viernes, 3 de enero de 2025
VIERNES AL MEDIODÍA
Y sí, ¿por qué no? Toda hora es buena para sentarse a reseñar los libros que leí en estos días.
Empiezo por uno que salió en las últimas horas del 2023 y durmió un año en el pilón de los pendientes: el Vol.2 de Don Pascual, editado por la Biblioteca Nacional (el Vol.1 lo vimos el 27/10/24). Lo primero que destaco esta vez son los textos que aparecen al final del libro, que aportan muchísimo. Sobre todo el de Miguel Dao, muy bien escrito y con un volumen de información demoledor acerca de la historieta y su autor, Roberto Battaglia.
Las historietas propiamente dichas no me llamaron tanto la atención, porque es básicamente la misma fórmula que ya vimos en el Vol.1, un poquito más pulida. Los protagonistas y la mayoría de los secundarios ya estaban presentados (ahí tenemos unas cuantas sorpresas menos) y de hecho Battaglia ya había "podado" el elenco de la tira para centrarse en menos personajes. Esta segunda mitad no suma estrellas de la talla de Taraletti, Agustín o Zazá al alocado entorno de Don Pascual, sino que simplemente los enrosca de distintas maneras. Y además, uno a esta altura ya conoce la dinámica de Battaglia: una situación que empieza chiquita, urbana, y a las pocas viñetas cobra dimensiones globales o incluso interplanetarias. Así, Don Pascual vive aventuras disparatadas, repletas de peripecias imposibles, en selvas, desiertos, planicies congeladas, países exóticos y planetas remotos, sin solución de continuidad, con breves enredos ambientados en su almacén, o en el barrio, entre una y otra saga más extensa. Mil veces queda en medio de una guerra entre potencias enemigas, mil veces lo capturan, mil veces se escapa, mil veces es llevado a estos escenarios lejanos contra su voluntad, mil veces se enfrenta a villanos malignos y criaturas salvajes... Claramente es una serie pensada para ser leída de a una página por semana a lo largo de 16 años, no para bajársela toda en pocos meses en dosis tan voluminosas como estas.
No digo que sea una cagada, para nada. Los diálogos son muy cómicos, el ritmo es frenético, Battaglia se da el lujo de reírse de todo y de no explicar casi nada, el dibujo mejora a lo largo del Vol.1 y para este tomo ya es excelente y sobran los personajes carismáticos. Lo que tira para atrás, en todo caso, es la reiteración de la fórmula para detonar las aventuras y esas secuencias de peligro falopa que terminan en un cliffhanger para que quisieras volver la semana siguiente... a enterarte de que los buenos siempre zafan, por jodidos que parezcan los peligros. No me quiero poner en choto que le baja el precio al material, porque realmente la experiencia de lectura que nos habilitó la Biblioteca Nacional con estos libros no se parece casi nada a la de los pibes y pibas que durante casi 17 años siguieron a Don Pascual y sus amigos en las páginas de Patoruzito, semana a semana, en una época que no tiene un catzo que ver con esta.
Me quedo, entonces, con la sensación de libertad, de creatividad sin límites, de joda descontrolada que no decae nunca. Todo eso me lo transmitió Don Pascual casi 80 años después de que Battaglia lo creara y más de 60 años después de su última aparición. Y lo apuntaló con un dibujo y una narrativa brillantes. Como ya conté, Don Pascual era -además- la historieta favorita de la infancia de mi viejo, así que poder leerla completa fue como una especie de diálogo póstumo con él. Más motivos para atesorar estas majestuosas ediciones y agradecerle por siempre a Juan Sasturain, Lautaro Ortiz y todo el equipo que las hizo posibles.
Me voy a Francia, año 2006, cuando René Petillon publica otro álbum de Jack Palmer, su patético detective. Esta vez se trata de "El Caso del Velo", que Norma editó (también en 2006) en el formato de álbum de tapa dura pero más chiquito, que a mí me encanta. Ya vimos acá otras historias de Jack Palmer, en las que Petillon juega con los tópicos de las historias de detectives para sumergirnos en algún submundo medio áspero, con códigos entre desconcertantes e indignantes, y se juega a hacer humor con eso (ver reseñas del 13/02/18 y el 12/04/22). Cuando repasamos los otros libros de Petillon hablé bastante del dibujo, así que no me voy a meter de nuevo ahí. Simplemente apuntar que, de los tres álbumes, este es el que tiene más trabajo en los fondos.
Esta vez la historia nos lleva al submundo de los musulmanes que viven en Francia, una amplia comunidad que -nos revela Petillon a los que no sabemos un carajo del tema- no es para nada heterogénea, y está atravesada por profundas divisiones filosóficas y éticas que tienen que ver con distintas formas de interpretar las sagradas escrituras del Corán. Sin faltarles abiertamente el respeto, sin tratarlos abiertamente de fanáticos, retrógrados o trastornados, Petillon se va a cagar de risa de estas divisiones, de esta grieta entre moderados e integristas que por momentos amaga con inyectarle una fuerte dosis de violencia a la trama del álbum. Esto nunca sucede. No vuelan piñas, los fanáticos no linchan a nadie, nadie pone bombas en ningún templo de ninguna religión... Todo se resuelve de una manera más cercana a la de la comedia de enredos que a la de un thriller policial. De hecho, lo más criticable que tiene el álbum es que Jack Palmer resulta tan ineficaz en su accionar, que no tiene un verdadero peso en la trama. Todo podría desenvolverse exactamente igual sin sumar al detective a la ecuación.
De nuevo, no perdamos el foco: El Caso del Velo es una historieta en joda, con un filo satírico mucho más agudo que el de Don Pascual, pero en joda al fin. Entonces lo importante es engancharse con las situaciones de comedia, con los diálogos (gloriosa la traducción del genial Enrique Sánchez Abulí) y con estos personajes extravagantes que se mandan un moco atrás de otro, convencidos de que están haciendo lo correcto. Y ese es un detalle no menor: El Caso del Velo es un relato que tiene conflictos fuertes, pero no héroes o villanos. Tal vez eso sea lo que lo hace tan atractivo y tan pregnante.
Nada más, por hoy. Seguimos en la cuenta regresiva hacia el post nº3000, que se viene muy pronto. Y si querés leer mucho más, ya sabés: entrás a https://comiqueandoshop.blogspot.com/ y te descargás la Comiqueando Digital, que es una bomba atómica.
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