martes, 22 de julio de 2025
FANTASTIC FOUR: FIRST STEPS
"Belleza" debe ser la palabra que mejor define a la nueva película de los Fantastic Four. No sé mucho de cine, como para calificarla de "obra maestra", o de "clásico inmendiato", ni nada de eso. De hecho, hasta hoy nunca había nombrar al director Matt Shakman, y de todo el elenco al único que conocía era a Pedro Pascal (por su rol lamentable en la segunda Wonder Woman). Así que esta no es una crítica desde lo cinematográfico, sino desde un subnormal de 57 años que ama a estos personajes desde pendejo.
FF: First Steps es la más Disney de todas las pelis de Marvel, la que más y mejor expone los valores familiares y las fórmulas narrativas que uno asocia con las producciones del imperio del Tío Walt. No tiene ese cinismo, ese picante, ese rockanroll de las típicas pelis del MCU. Está ambientada en una época más inocente, y esa inocencia está todo el tiempo en pantalla. Los FF son ídolos mundiales, como si fueran los Beatles. La gente los ama, los líderes políticos confían en ellos, a nadie se le ocurre coaccionarlos, ni operarlos... hasta que el guion ( a cargo de Eric Pearson, Josh Friedman, Ian Springer y Jeff Kaplan) pone sobre la mesa un dilema ético muy espeso donde cualquier decisión que tomen los héroes va a ser severamente cuestionada, desde afuera o desde adentro.
De alguna manera muy sui generis, esta película es la continuación de la de 2007, aquella con el Silver Surfer, que terminaba con la posible venida de Galactus a la Tierra. Acá hay un recorrido muy veloz por el origen y los primeros cuatro años de trayectoria del grupo (todo esto narrado de manera magistral), y después sí, todo el núcleo de la trama pasa por el enfrentamiento con el devorador cósmico, que había quedado pendiente de aquella vez. Esta vez Galactus no es una nube de pedos misteriosa: es el Galactus posta de Stan Lee y Jack Kirby. Y el Surfer (increíble lo bien hecho que está) no es Norrin Radd, sino Shalla-Bal.
Por esas pelotudeces de los derechos, que Marvel no tenía y ahora sí tiene, esta película que debería ser el verdadero incio del MCU, llega más de 15 años tarde, y se ve obligada a situarse en una Tierra alternativa, donde no existen los superhéroes que ya conocimos a lo largo de todo este tiempo. Y ya que tienen que inventar una nueva Tierra, los guionistas de FF:FS la hacen de lujo y crean una realidad donde la existencia del cuarteto mejoró ostensiblemente la vida de la gente, una especie de utopía sesentosa, un mundo que se parece un poquito al de los primeros comics de Lee y Kirby, y mucho a las visiones del futuro próspero y luminoso que tenía Walt Disney. Esto está realmente muy logrado, resulta muy agradable a la vista y muy funcional al relato, especialmente cuando se contrapone con ese espacio ominoso y sin onda que habita Galactus.
Y además de estar situada en una Tierra alternativa, esta película se distingue de las demás porque no está hilvanada con todo el resto. Es parte del MCU porque un grupo de ejecutivos así lo dictamina, pero a nivel narrativo, en su lógica interna, es un film totalmente independiente de todos los demás. No esperes guiños a los Avengers, a los X-Men, a las series de Netflix, o de Disney +, porque no hay. Este es el inicio de un nuevo universo, y ya estoy lamentando que pronto estos Fantastic Four vayan a abandonarlo, para venirse al universo que todos conocemos, a interactuar con los otros héroes y villanos del MCU.
Los personajes están muy bien. El único que se luce poco, que no tiene peso en la trama, es Ben, y es una pena, porque visualmente está perfecto. Hasta Franklin y Mole Man son más importantes para el desarrollo del argumento que la querida mole de piedra. Banco que su caracterización no se haya hundido en el pathos eterno de "mi vida es una mierda porque tengo aspecto de monstruo", pero no sé, esperaba que el rol de Ben en la trama fuera mucho más decisivo. Johnny está genial, no es simplemente un comic relief ni un imbécil calentón. Reed es un capo total, que no resigna su humanidad ni su sensibilidad en pos del rigor científico. Y Sue es una guerrera, una mina picante, decidida, con unos ovarios más grandes que los planetas que se morfa Galactus, encima interpretada por una piba que a) es muy linda y b) se llama Vanessa... ¡KIRBY!. No sé qué más se puede pedir. La dinámica entre ellos es brillante, HERBIE no jode para nada, y que Franklin en vez de nacer en un sanatorio nazca en... un lugar muy atípico, es sumamente coherente con el doble carácter de los FF, que son una familia, y a la vez los superhéroes más grossos de su universo.
"Tarda en llegar, y al final hay recompensa", decía una canción preciosa de Soda Stereo. Y para los fans de los Fantastic Four, First Steps es la tan esperada recompensa. Por fin tenemos a estos personajones al frente de una película que es original, es divertida, es épica y es emotiva, como debe ser toda buena historia de superhéroes. Yo viví estos 145 minutos totalmente enganchado, y los disfruté a pleno. Fue impactante, fue conmovedor, fue un alivio enorme, fue como cuando Racing salió campeón en 2001, después de 35 años sin dar una vuelta olímpica. Lo único que empaña mi alegría es que, una vez que la hacen bien, no estén ni Stan ni Jack para aplaudirlos...
Recomiendo enfáticamente ir al cine a ver esta maravilla... y volver mañana, que vamos a tener nuevas reseñas de comics, acá en el blog.
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2 comentarios:
Que buena onda. La voy a ver pasado mañana, ahora con el "hipo" más alto que nunca.
Perfecto, me dejaste con las re ganas de verla, aunque me preocupa lo de ben
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