el blog de reseñas de Andrés Accorsi

jueves, 25 de agosto de 2011

25/ 08: TODA AQUELLA CASPA RADIOACTIVA


Llevo… no sé, demasiados años rompiendo las pelotas con toda la cantinela de los libros y de cómo el libro pasó a ser el soporte natural de la historieta y bla-bla-bla. Y a veces, la práctica aplasta a la teoría y le hace un game over, con fatality incluída. Este libro, sin ir más lejos, es la comprobación empírica de que no todo se puede editar en libro. La edición de Glénat es majestuosa y a lo largo de más de 300 páginas nos encontramos con TODAS las entregas de Caspa Radioactiva, la serie que realizara el argentino Darío Adanti durante muchos años para la revista española El Jueves. Y aún así, no funciona.
En cada página de Caspa Radioactiva, Adanti metía un par de chistes de una o dos viñetas y un par de tiras de tres o cuatro viñetas, al principio en blanco y negro, más adelante a todo color. O sea que en cada página hay por lo menos cuatro ideas y no menos de dos relatos cortos, minimalistas, de hasta cuatro viñetas. La inmensa mayoría de esas ideas son brillantes y a la hora de contar mini-historias en secuencias brevísimas, Adanti pela una capacidad virtualmente inagotable de sorprender al lector en cada una de ellas. Pero el combo, así servido, con más de 1000 chistes juntos, no se puede digerir. Es demasiado. Por más que te cebes, llega un punto en que decís “basta, corto acá y sigo dentro de 15 días”. Y no es “un punto”: son varios puntos en los que necesitás frenar, eyectarte a vos mismo del mundo delirante que construye Adanti, recuperar la cordura, leer otras cosas, y recién después volver por más “comida cerebral para mutantes felices”.
Leído en dosis más bajas, Caspa Radioactiva es una maravilla del humor. Es freak, es surreal, es ácido, es iconoclasta y nos muestra a un historietista cuyos recursos a la hora del humor son vastísimos. Desde chistes zarpadísimos de abortos, mutilaciones e incestos, hasta chistes con un cierto vuelo poético al estilo Liniers, Adanti sale bien parado de todos los experimentos en los que se embarca. El Hombre Gato, el Niño Dios, la mafia de los pingüinos, la Familia Tostada, Orphan, Erizo-Man, el Mimo Tetraplégico, Beto y Pepón, Malboro Man… cada personaje recurrente explora distintas facetas del humor de Adanti pero ninguno llega a hacerse predecible, a pesar de la repetición página tras página, porque no hay fórmula. O si hay, no es evidente.
El dibujo de Adanti también ejerce una fascinación muy especial. Sobre todo en la etapa a color, donde parece trabajar casi como si en vez de comic hiciera dibujo animado (algo similar a lo que –en otro estilo- haría el Niño Rodríguez en Lucha Peluche). Adanti muestra un control molecular del trazo sintético, de la fuerza icónica de personajes, objetos y fondos, de la impronta diseñosa que tanto se le aplaude a Chris Ware (por ejemplificar con un sólo autor), de la línea que desaparece para que el color defina los contornos. Y por encima de eso, y más apabullante todavía, es su manejo de los tiempos, lo cual es fundamental para contar historias en tan poquitas viñetas y sobre todo para poder repetir muchas veces cada dibujo y sacar las páginas en menos tiempo, un tiempo que –evidentemente- el autor necesitaba para pelar todas esas ideas alucinantes.
El libro, entonces, es un exceso. Es empacharse con una seguidilla de ocho flanes y 12 panqueques, todo bien cargado de dulce de leche. Pero la historieta en sí, el trabajo de este genio argentino radicado en España, es absolutamente magistral. Lo etiqueto como “Argentina” de caradura, nomás, porque esto está pensado para España y lleno de palabras, referencias y hasta chistes que no se entienden fuera de la Madre Patria, coño.

4 comentarios:

roberto dijo...

TOTALMENTE DE ACUERDO. Lo empecé a leer con toda la ilusion y , llegué a la mitad y lo tuve que dejar. Demasiada repeticion, demasiada similitud. Es como sentarte a ver una maratón de El Manosanta de Olmedo. De a uno es brillante. Vez veinte y te tilda el embole. Acá pasa exactamente lredumo mismo.

rpon dijo...

Andres este libro es del estilo de los
Todo mafalda de de la flor?
una cosita mas, se que no te gusta hacer chivos, pero se consigue en capital material de esta editorial? digo a buen precio, porque soy de Córdoba y acá nunca llegaron..

Andres Accorsi dijo...

Sí, Rpon. En las comiquerías de Capital suele verse material de Glénat a precios más que razonables.
En cuanto a Toda Mafalda... sí, digamos que las similitudes son unas cuantas.

Sergio Más Comic dijo...

Acuerdo totalmente Andrés. Me lo hice traer de España (a precio mucho más barato que comprarlo acá) y empezé cebadísimo y también lo tuve que dejar. Anoche, justo lo volví a agarrar. Adanti es genial y un pionero, ya que vi muchas ideas que después tomaron muchos capos del humor y la historieta posteriores a él.