el blog de reseñas de Andrés Accorsi

miércoles, 6 de febrero de 2019

HERMOSO MIERCOLES

Hermoso día de verano, y una noche tranqui como para escribir las reseñas de los últimos libritos que tuve oportunidad de leer.
Empiezo con el Vol.3 de Ping Pong, este manga de Taiyo Matsumoto que me tiene totalmente cautivado. Es un shonen sumamente atípico, con muchísimo énfasis en los personajes, en el desarrollo del mundo interior de cada uno de ellos, sus ilusiones, sus anhelos, la forma en que se vinculan entre sí, con su entorno y con este maravilloso deporte.
Este tomo está particularmente centrado en cambios y conflictos de los personajes, mucho más que en los partidos. Y por supuesto, hay partidos. Y por supuesto, Matsumoto los aprovecha para irse al carajo con unas imágenes poderosísimas, llenas de fuerza, de impacto, en las que sentís el movimiento, oís cómo se acelera la respiración de los personajes, casi les olés la transpiración. La magia que tira el autor en el armado de estas páginas (las que le dedica a los partidos) es indescriptible y deberían usarse para dar clases de narrativa en cualquier escuela o taller de historieta.
Decía yo que Ping Pong es un shonen atípico, y la verdad que es una afirmación totalmente al pedo, porque con sólo mirar el dibujo de Matsumoto te cae al instante la ficha de que esto no tiene mucho que ver con Dragon Ball, Saint Seiya o One Piece. Hasta en las viñetas donde sólo vemos edificios queda claro que a Matsumoto le interesa dibujar en un registro distinto al de la mayoría de los mangakas, con otro tratamiento de la mancha negra, sin eliminar los grisados de trama mecánica, pero mucho más jugado al claroscuro. Pariente de José Muñoz en el manejo de la línea y la mancha, continuador de Guido Crépax en el tratamiento de los espacios blancos y el armado de las secuencias, originalísimo en la elección de los planos y los ángulos, Matsumoto es una rara avis del manga que en esta obra (previa a la mucho más famosa Tekkon Kinkreet) narraba con un equilibrio perfecto entre claridad y potencia visual. Antes de entrarle al Vol.4 voy a mechar algún otro manga que tengo pendiente, pero vamos a volver pronto a dejar la vida en la mesa de Ping Pong. 
Me vengo a Argentina, a 2018, para encontrarme con Fáunica, una novela gráfica de Marcia Juárez que quizás sea su ópera prima (la verdad, no conozco obras previas de esta autora). Lo primero que me sorprendió fue la extensión de la historieta: casi 150 páginas, algo bastante infrecuente en las nuevas generaciones de autores. Y lo que más me gustó es el guión. En menos de 150 páginas, Juárez nos sitúa en un mundo fantástico, presenta y desarrolla a tres o cuatro personajes importantes, plantea un conflicto sumamente interesante, lo hace crecer, lo deja explotar en unas cuantas secuencias de acción, le pega un par de vueltas de tuerca bastante impredecibles y lleva toda la trama hacia un cierre realmente satisfactorio, y para nada definitivo, como para que eventualmente Velvet pueda volver con nuevas aventuras. Los diálogos están muy bien escritos, la evolución de Velvet de joven aprendiz de enfermera a chica superpoderosa es creíble y hasta emotiva, el rol en la trama de esta sociedad utópica y esta tecnología vegetal están muy bien pensados, el ritmo del relato es sostenido, atrapante. De pronto me encontré frente a un guión de una solidez impresionante, no exento de cierta profundidad que suele faltarle a las historietas de aventura y machaca apuntadas al público juvenil.
El dibujo me convenció un poco menos. Por momentos lo vi bien, por momentos algo precario. La aplicación de las tramas de grises, por ejemplo, me pareció impecable. Y las onomatopeyas, por el contrario, me resultaron espantosas, sumamente descuidadas. No tengo dudas de que Marcia Juárez puede crecer un montón dentro de este estilo filo-manga (o pseudo-manga, como más les guste), pero la veo bien encaminada. No hay tropiezos en la narrativa, no hay errores notorios en la anatomía y en todo caso será cuestión de ganar en belleza plástica sin sacrificar dinamismo ni fuerza en el trazo. Espero ansioso nuevos trabajos de esta autora.
Como siempre, hasta acá llegamos. Sigo avanzando con las lecturas para volver pronto con nuevas reseñas, acá en el blog.


  

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