el blog de reseñas de Andrés Accorsi

domingo, 1 de mayo de 2022

AVENTURAS + HUMOR = MAGIA

Qué garcha que el 1º de Mayo caiga domingo... Uno de los feriados más feriados, justo se festeja un día que ya de por sí es feriado. En fin, vamos a las reseñas. Empezamos en EEUU, año 2016, cuando Image publica el segundo recopilatorio de I Hate Fairyland, la maravillosa creación de Skottie Young. La reseña del Vol.1 estuvo acá el 16/03/20 y es un tsunami de elogios para con esta historieta... que me veo obligado a repetir en esta ocasión, porque la verdad que Young no baja un milímetro la vara y nos ofrece, una vez más, cinco episodios de una calidad superlativa, desbordantes de aventuras disparatadas, humor grosero, violencia desmedida y una mala leche quintaesencial. Hay un episodio (el nº8) en el que Young dibuja poquitas páginas, pero lo reemplaza Jeffrey "Chamba" Cruz, y no solo este muchacho hace un trabajo exquisito, sino que además el guion propone una excusa más que lógica para que la estética de la serie cambie radicalmente a lo largo de esas páginas. Si Skottie Young es grosso cuando le dicen lo que tiene que dibujar, descontrolado es un prodigio del Noveno Arte. Los diálogos son geniales, la acción no para un minuto, la narrativa es perfecta, el color de Jean-François Beaulieu es de una belleza inverosímil, y cada vez que aparece un personaje nuevo, Young se sube la apuesta a sí mismo con unos diseños gloriosos, con criaturas de una expresividad y una onda que pocos autores de historietas pueden plasmar en un papel. I Hate Fairyland es un comic en el que puede pasar literalmente cualquier cosa, un torbellino de creatividad, furia y talento que te vuelve loco a fuerza de impactos uno más tremendo que el otro. No me canso de recomendarlo. Y sí, confieso que me hubiese gustado que la historia de Gertrude en Fairyland se terminara en este segundo tomo, porque tengo miedo de que se estire innecesariamente y el chiste pierda la gracia. Pero le tengo fe a Young, no creo que pierda la brújula a mitad de camino. Y además, el hecho de que la serie tenga por lo menos dos tomos más dibujados por este asesino serial me parece motivo suficiente para festejar en vez de putear o fruncir el ceño. No tengo los tomos posteriores, pero ni bien los consiga, volveremos a visitar Fairyland de la mano de Skottie Young.
Nos vamos a Francia, año 2021, para leer (traducido al castellano por una editorial argentina) Astérix y el Grifo, la más reciente entrega de esta serie, y el álbum más vendido en Francia (y algunos países más) el año pasado. A mí, en general, me gustan más las aventuras de Astérix en la aldea que aquellas en las que un puñado de galos emprenden viajes a tierras lejanas. Y la verdad que los dos álbumes de la dupla hoy a cargo de la serie (Jean-Yves Ferri y Didier Conrad) que narran aventuras lejos de la aldea, son tirando a flojos. No horribles como la mayoría de los álbumes de Uderzo "solista", pero bastante poco convincentes. Esta vez, Ferri y Conrad aplastaron mis prejuicios contra las aventuras "de viajes", con un álbum realmente muy, muy bueno. Y muy raro. Los autores se toman MUY a pecho el tema de "nos toca desarrollar una aventura fuera de la aldea": en todo el álbum hay UNA SOLA viñeta ambientada en la aldea, que es justamente la última. O sea que los únicos galos que llegan a meter un bocadillo de diálogo son los tres que participan del viaje: Astérix, Obélix y Panoramix que, pobre, tiene un rol bastante menor. Pero este no es el único salto al vacío: acá por primera vez el barco de los piratas NO es atacado, también por primera vez Idefix tiene un rol destacadísimo en la resolución del conflicto, por primera vez NO vemos el viaje, sino que la acción empieza cuando los galos entran en contacto con quienes serán sus anfitriones, y también por primera vez, NADIE toma ni un sorbo de poción mágica. No sé si Ferry y Conrad estaban esperando que se muriera Uderzo para cometer todas estas "herejías", pero lo cierto es que las aplaudo de pie. Los chistes que complementan la aventura son muy buenos, y (como en los buenos álbumes de Astérix) se nutren bastante de la realidad de nuestro presente. Ferri se ríe de los terraplanistas, mete gags relacionados con las fake news y el poder de la desinformación, con la distancia social y el confinamiento (este álbum está íntegramente realizado durante la pandemia), con los abusos monopólicos de Amazon que perjudican a las librerías, con el empoderamiento de las mujeres... y por supuesto hay buenos chistes atemporales, como el del traductor que le hace decir lo que le conviene a la prisionera sármata cuya lengua no entienden los romanos. Y en el rubro "embocándola de pedo", quiso la casualidad que el álbum publicado apenas cuatro meses antes del estallido de la guerra en Ucrania, esté ambientado precisamente en las estepas del noreste europeo que hoy conocemos como Ucrania. El dibujo de Conrad es excelente, y lo único que se puede decir en su contra es lo que ya dijimos varias veces: en vez de mostrar su propio estilo, se esfuerza por ocultarlo, como si nos quisiera convencer de que el dibujante en realidad es Uderzo. Yo encontré apenas dos puntitas como para distinguirlo del maestro: de a poquito, Conrad va llevando a Astérix a su aspecto más de fines de los ´60, a como lo dibujaba Uderzo no sobre el final de su etapa, sino en álbumes como El Escudo Arverno o Los Juegos Olímpicos. Y además cuando Uderzo tenía que meter más de tres o cuatro personajes en una viñeta, esta era generalmente más grande que las normales. Conrad, en cambio, hace la Gran George Pérez, y en una viñeta de tamaño normal, o incluso pequeña, hace entrar a cinco, seis o más personajes sin que se le enkilomben ni la composición ni la claridad del relato. Muy notable. Recomiendo mucho este álbum de Astérix. Está muy cerca del excelente trabajo que hicieron Ferri y Conrad en El Papiro del César y no tiene casi nada que envidiarle a los buenos "álbumes de viajes" de René Goscinny. Y lo más importante: me divertí, me sacó varias risas y la pasé muy bien, incluso jugando de visitante y "extrañando" a todo ese maravilloso elenco de galos secundarios a los que solo nos muestran (y desarrollan) álbum por medio. Ah, un lujo tener este material editado en Argentina en Abril de 2022, apenas seis meses después de su aparición en Francia. El martes temprano voy a ver la peli nueva de Dr. Strange, así que después se vendrá reseña acá en el blog. Gracias y hasta entonces.

1 comentario:

Luq dijo...

Leí el de Asterix hace unos meses y no me gustó tanto, pero después leí La Transitálica, que lo tenía pendiente, y lo revaloricé bastante. Para mí los tomos de viaje "con invitado" son geniales, porque cómo les cambia las dinámicas de los dos. Y está buenísimo que en esa línea miren a El escudo arverno, porque son el mejor Uderzo... y el mejor Goscinny (lo volví a releer después de años y entendí un poco más por qué siempre había sido para mi el mejor de todos: es perfecto por todos lados)