el blog de reseñas de Andrés Accorsi

miércoles, 13 de septiembre de 2023

OTRA NOCHE DE MIÉRCOLES

Y acá estoy, con este blog ya clásico, y con un par de libritos leídos que me gustaría reseñar. El 26 de Mayo de 2022 me metí con un libro que recopila la segunda mitad de la primera serie de Mister Miracle, con la que Jack Kirby nos presentara al personaje allá por 1971. Ahora leí el libro que trae la primera mitad (nºs 1-10) y que -esta vez sí- se titula "Mister Miracle". Este es uno de esos comics en los que resulta casi una pelotudez analizar por separado el guion y el dibujo, pero igual voy a encarar por ese lado. A nivel visual, esto es un desconche, una bola de demolición que te lleva puesto y te pulveriza. Alguien en DC había visto cómo quedaban los comics de Kirby cuando Marvel los republicaba en blanco y negro (en los gloriosos Essentials) y se decidió trabajar esta reedición en escala de grises, que están muy bien puestos y hacen que el dibujo de Kirby vibre tanto como si estuvieran ahí los colores. Los primeros cuatro números sufren las funestas tintas del irredimible Vince Colletta, pero para para el nº5 llega Mike Royer a entintar al Rey y las páginas directamente entran en erupción. El dibujo es tan bueno que incluso en los números entintados por Colletta hay imágenes absolutamente memorables, de esas que te devastan las retinas para siempre. Y los guiones... bueno, claramente no están al nivel de los dibujos. Ni de lo que hacía Kirby en Marvel junto a Stan Lee. Al principio parece que la serie va a adoptar a largo plazo la fórmula "Scott es encerrado en una trampa de la que es imposible escapar, finalmente escapa y en las últimas viñetas nos explica cómo hizo, dónde tenía escondido el laser miniatura que le permitió romper tal pared, o los propulsores que le permitieron pegar tal salto, o algo así". Te fumás dos números con esa fórmula y lo lógico es no comprar nunca más la revista. Pero por suerte Kirby busca rápido otras vueltas, y si bien hay situaciones que se repiten, a medida que entran en juego los otros personajes del Fourth World (Big Barda, las Female Furies, Granny Goodness, Kanto, Himon, etc.) la cosa empieza a levantar una especie vuelo un poco más épico. A mí, que me gusta el puterío, lo que más me llamó la atención es la aparición de Funky Flashman y su lacayo Houseroy, una sátira con pésima leche en la que Kirby humilla sin piedad a Stan Lee y al pobre Roy Thomas, que la liga de rebote. Claro que la habilidad de Kirby para escribir buenos diálogos era tan limitada, que a duras penas logra algo a priori tan sencillo como reproducir la forma tan particular en la que escribía Lee sus columnas editoriales. En rigor de verdad, el peso de Funky Flashman en esta etapa de la serie es ínfimo, pero bueno, es impactante porque se notan mucho las malas intenciones del Rey para con quien fuera su co-equiper (y jefe) en Marvel. Después, el resto es muy convencional. Villanos muy similares entre sí, poco desarrollo para Oberon, un poquito más para Barda, el origen del protagonista revelado en cuotas... Un clásico comic de aventuras, peligros y machaca de los que a principios de los ´70 empezaban a quedar un poquito antiguos, pero sin dudas muy eficaz como entretenimiento, y con sustancia suficiente como para que mil años después Mister Miracle, Barda y Oberon todavía tengan unos cuantos fans. Y el dibujo, un infierno.
Me vengo a Argentina, año 2019, cuando se publica Nuda Vida, un libro de una factura impresionante, con una calidad de papel e impresión infrecuente en nuestro país. Adentro nos encontramos con trabajo descomunal de Lautaro Fiszman, que nos narra con imágenes momentos destacados de la funesta Guerra de la Triple Alianza, sus causas y consecuencias. Son relatos 100% documentales, que incluso se nutren de textos de la época, por supuesto sin chistes ni elementos fantásticos. Acá no hay aventura, no hay desarrollo de personajes, no hay diálogos ingeniosos, sólo un reflejo descarnado de lo que fue la guerra más bochornosa de todas las que tuvieron lugar en Sudamérica. Lamentablemente, si el tema te interesa, seguro ya sabías todo lo que cuenta Fiszman en los textos. Porque -como ya señalé- los textos tienen cero ficción, son los datos duros de lo que pasó, por qué pasó, cuándo pasó, etc.. En mi caso puntual, eran datos que ya tenía y en ese sentido la lectura de Nuda Vida me dejó gusto a poco. Descubrí a algún que otro personaje menor que desconocía (Ignacio Fotheringham, por ejemplo) pero no mucho más. Bueno, sí. El horror y la vergüenza que genera recordar que Argentina tuvo un rol destacado en ese genocidio atroz, al que nunca se repudió lo suficiente. Por suerte tenemos todas esas páginas dibujadas por un Lautaro Fiszman en estado de gracia, en un estilo pictórico que subvierte las bases del realismo para explotar en un tsunami expresionista, tan atroz y furibundo como las batallas que narra. Con las pinceladas ahí, a la vista, Fiszman propone un tratamiento del dibujo y del color totalmente personal y de altísimo impacto visual. Cuando dibuja a personajes históricos, te das cuenta al toque quiénes son, porque las resemblanzas están muy cuidadas, al igual que los detalles de armas, uniformes, vehículos y edificios de la época (1864-1874, más o menos). La impronta pictórica no reduce en ningún momento la capacidad narrativa del dibujo, aunque a veces es tanta la magia que tira Lautaro en la viñeta, que te colgás muchos minutos para descubrir cada detalle, y eso puede hacer que te desconectes del relato, sobre todo si no te apasiona el tema que toca. Si nunca te adentraste en la temática de la Guerra de la Triple Alianza, yo te diría que arranques por acá y después pases a Guaraní, la novela de Diego Agrimbau y Gabriel Ippóliti que vimos el 27/05/19. En las páginas de Nuda Vida vas a ver el contexto más desarrollado, más explicado, y en Guaraní vas a encontrar una historia más cercana, más humana, más parecida a la vida real que a los libros de historia. Y en ambos casos se te van a derretir las retinas con unos dibujos más allá de toda exégesis. Nada más, por hoy. Ni bien tenga más libros leídos, los comentamos en este espacio. Gracias y hasta pronto.

1 comentario:

NN dijo...

De los cuatro tomos de ECC del "Cuarto Mundo", a las historias que más ganas le tenía eran justamente a las de Mr. Miracle, pero al estar intercaladas con las otras colecciones, me iba topando con fumariolas medio insostenible, o buenas ideas no tan bien ejecutadas. Así y todo, creo que las narraciones de origen de Scott Free en Apokolips, junto con el arquito de Glorius Godfrey en "Forever People" y alguna de Orion -también con el pasado de Izaya-, son de lo mejorcito. A grandes rasgos, lo de Mr. Miracle es lo que más destaco, capaz por contraste, seguido por la colección de "Nuevos Dioses". No fue árida la lectura, si bien como señalás, Kirby adolece de muchas cuestiones y parece estar improvisando sobre la marcha (algo que en los escritos de Mark Evanier queda bastante claro).
En cualquier caso, la mitología original de Kirby enriquece la lectura de la ulterior obra de Tom King, siendo el final que el Rey no se animó o no pudo escribir.