el blog de reseñas de Andrés Accorsi

jueves, 7 de agosto de 2025

ESSENTIAL WEB OF SPIDER-MAN Vol.2

Caí en este masacote de 480 páginas por un capricho: quería tener la saga de Kraven´s Last Hunt en blanco y negro, porque me parecía muy choto el color. Y bueno, acá está, completa y en una versión en la que (para mi gusto) se luce mucho más el trabajo de Mike Zeck y Bob McLeod. Kraven´s Last Hunt es una marcianada, no solo porque cambia totalmente el tono medio jocoso de las aventuras de Spider-Man. Además es la primera vez que un mismo arco argumental atraviesa los tres títulos que tenía en ese momento el personaje (Amazing, Spectacular y Web), y encima todo a cargo de un mismo equipo autoral. O sea que durante dos meses, los guionistas y dibujantes titulares de Spider-Man se tuvieron que dedicar a otra cosa (o tomarse vacaciones) porque J.M. DeMatteis, Zeck y McLeod les coparon la parada en las tres series regulares. Y esto evidencia algo obvio: Kraven´s Last Hunt es una novela gráfica de 132 páginas, cortada arbitrariamente en seis fetas para aquella publicación original de 1987. Un comic raro, oscuro, no porque haya pasado desapercibido sino porque DeMatteis le imprime un ritmo atípico, una cadencia perturbadora y un cierto vuelo poético muy dark, mucho más cerca de The Killing Joke que del típico arco argumental de Spidey. La referencia a la obra de Alan Moore es inevitable, porque DeMatteis hace con Kraven lo mismo que el Mago de Northampton con el Joker: poner el foco en la motivación de un villano totalmente pasado de rosca y mostrarnos en detalle cómo ésta se convierte en obsesión, y deja atrás los límites de la cordura con resultados truculentos. Así llega a nuestras manos un relato todo lo heavy que podía ser en 1987 un comic que se distribuía masivamente en kioscos y comiquerías, sin sellitos onda "sugerido para lectores maduros". Hay violencia a raudales, sangre, torturas, desnudos (no explícitos), se habla bastante de canibalismo, un poquito de política, y al final uno de los protagonistas se vuela los sesos con un rifle. Spider-Man no hace chistes, no aparecen ni J. Jonah Jameson ni la Tía May y apenas se mencionan al pasar los sucesos de los arcos argumentales anteriores. Esto que Kraven le hace a Peter, se lo podría haber hecho a cualquier otro héroe de Marvel (a Iron Fist, ponele), y la historia sería básicamente la misma, excepto que el clásico rival de Kraven es Spider-Man, no Iron Fist. El dibujo de Mike Zeck arranca en un nivel increíble, y -como siempre- con el correr de las páginas se va replegando cada vez más hacia los layouts, y deja el acabado en manos de Bob McLeod, que al principio es apenas el entintador y al final ya tiene que poner mucho más de su cosecha, porque se nota que lo que entrega Zeck es apenas un boceto. La combinación entre ambos funciona muy bien, y abundan las páginas realmente hermosas, con unos claroscuros tremendos, unos climas totalmente siniestros y unas expresiones faciales magníficas. ¿Y qué onda el resto del tomo? Porque además de Kraven´s Last Hunt, acá tenemos 12 números y un Annual de Web of Spider-Man... Bueno, el Annual zafa porque es como una colección de datos, fichas, breves textos sobre los poderes, el equipamiento y los enemigos olvidados de Spidey. La trilogía ambientada en el Reino Unido (que empieza con guiones de David Michelinie pero la termina Jim Shooter) es bastante decente, y se anima a meterse (aunque sea de manera superficial) en el conflicto entre el gobierno de Margaret Thatcher y los rebeldes de Irlanda del Norte. Pero entre el 23 y el 28, tenemos una seguidilla de números MUY malos, donde lo más parecido a un autor es Michelinie revoleando plots para que los desarrollen guionistas de menor calibre. Los nºs 29 y 30 mejoran bastante, cuando James Owsley pone el foco primero en el finado Ned Leeds y después en Richard Fisk, el hijo de Kingpin y Vanessa, que en esta época operaba bajo la identidad de The Rose. El 30, sobre todo, es un acertado pase en limpio de un montón de sucesos ocurridos en arcos previos, vinculados a The Rose, Hobgoblin, Kingpin y demás personajes de las series de Spidey y de Daredevil. En cuanto a los dibujantes, el arco en el Reino Unido está a cargo de Marc Silvestri, en la época en la que todavía era un dibujante promisorio, al que solo le faltaba encontrar un buen entintador (algo que sucedería cuando pase a Uncanny X-Men, a formar dupla con Dan Green). Y después, hasta que llega Kraven´s Last Hunt, tenemos una sucesión funesta de dibujantes realmente chotos, un descenso a los abismos del horror que se corta cuando aparece Steve Geiger, que no es un genio ni mucho menos, pero sobrevive a dos ordalías jodidas de verdad, a saber: 1) que en un mismo episodio le metan mano a tus lápices CINCO entintadores distintos y 2) que te entinte Vince Colletta. No sé qué fue de la vida de este muchacho, pero acá se esforzó por hacer tolerables los tres numeritos que faltaban para que llegara Mike Zeck a romperla. En fin, hay que tener bastante estómago para leer comics de Spider-Man de 1986-87. Creo que el primer Essential de Web... me lo compraría solo si lo veo a un precio absurdo, y porque tiene varios episodios escritos por Peter David. Y lo que pasaba en paralelo en Amazing y en Spectacular, la verdad que no me interesa en lo más mínimo. Cuando estaba Roger Stern, ponele que tenían algún atractivo. Pero después, de ahí hasta la época de Paul Jenkins y J.M. Straczynski, lo único que me animo a rescatar son saguitas medio descolgadas como Kraven´s Last Hunt, algún arco de Ann Nocenti o algún Annual que rompa con el esquema habitual. Nada más, por hoy. Esta tarde se inaugura la FED, así que andaré pululando por ahí. Y en una de esas, mañana también hay reseñas acá en el blog.

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