Bueno, era casi inevitable: este tomo me gustó un poco más que el anterior, que me pareció un delito a mano armada. Acá hay choreo, pero es menos brutal. Lo que Brian Michael Bendis y Michael Avon Oeming nos narran en más de 150 páginas podría haber sido una hermosa novela gráfica de 80 páginas, o –estirándola un cachito- dos lindos prestiges de 48. El problema es que esta vez Bendis no estira con lo que mejor le sale, que son los díalogos, sino que mete escenas flojas, que deberían aportar tensión pero no lo logran, principalmente todas esas centradas en los medios de comunicación y su cobertura (amarillista y berreta al mejor estilo de nuestros canales de noticias) de los tremendos sucesos que nos toca presenciar en este tomo. Bendis también prolonga hasta el infinito persecuciones y escenas de acción, pero por lo menos son escenas grossas, muy impactantes, y que nunca sabés cómo se pueden llegar a resolver.
La redención para este arco argumental viene por dos lugares distintos. Primero: estirada y todo, hay una trama fuerte y se resuelve de modo sorprendente. El trágico fin del grupo conocido como FG-3 está muy bien orquestado, abre puntas muy interesantes y plantea un dilema (vinculado a los seres con superpoderes) que dificilmente puedan plantear los autores que abordan el género superheroico desde un ángulo más careta, o más tradicional. Y segundo (y principal): todo lo que pasa afecta MUCHO a uno de los protagonistas. Sin dudas, lo mejor del tomo llega en el epílogo, cuando Bendis nos revela (en siete páginas brillantes) cómo afectaron a Christian Walker las cosas que pasaron y las decisiones que lo vimos tomar. Pobre Deena Pilgrim, está prácticamente de adorno durante toda la saga. Apenas si logra mechar un par de sus frases ingeniosas y habitualmente muy guarangas. Esta vez, Bendis se las ingenia para que toda esta bola de misterio, violencia y muerte le detone en la cara a Walker, el ex-supehéroe convertido en cana, y habrá que ver cómo se da vuelta la torta para que la serie recupere su status quo, porque el sacudón que recibe Christian tiene pasta de definitivo. Lo cierto es que, si imaginamos una versión resumida, sin toda esa perorata al pedo que no va a ningún lado, tenemos un excelente arco argumental, jugado, original, y muy importante en el desarrollo de la serie.
El dibujo de Oeming... está un poquito más raro, más desparejo. Tiene viñetas colosales y otras en las que se lo ve muy deforme, muy grotesco. Acá estrena colorista nuevo (Peter Pentazis), y se encuentra con toda una serie de efectos de iluminación, brillitos y texturas que antes no estaban y que le cambian bastante la impronta visual a la serie. La narrativa también tiene sus problemas, sobre todo en esas páginas dobles llenas de viñetas, en la que no está muy claro cuándo hay que bajar la vista para pasar a la segunda tira de cuadros. Como siempre, Oeming repite dibujos a lo pavote y no mezquina esfuerzos a la hora de dibujar fondos. Esta vez, no sé por qué, lo toleré más de lo que lo disfruté. Por ahí al ser una historia tan dark y tan truculenta, se achicó el margen para jugar con la estética cartoon que Oeming heredó de los creadores de Batman: The Animated Series. Lo cierto es que, si bien hay dibujos excelentes, el conjunto no me terminó de cerrar.
Al final, no sé si seguir adelante con Powers o si colgarla acá. Si la cuelgo, me quedo con un final triste, amargo, como el que tuvo ayer la novela de IndeBendiente. Y con un personaje (Deena) apenas explorado, al que nunca vi rozar siquiera su verdadero potencial. Veremos qué onda. Supongo que si veo baratos los TPBs que me faltan no me voy a resistir. Y si no, mala leche: si en cuatro tomos Bendis y Oeming no lograron sumarme a los fans incondicionales de la serie, por algo será. O como decían los fachos en los ´70, “algo habrán hecho”...
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6 comentarios:
Leí el primer tomo en castellano y la verdad es que me pareció bien pero no me cebó demasiado. Y la verdad que tus reseñas tampoco contribuyen a que uno le juegue muchas fichas a esto... ¿o me equivoco?
Off topic: ¿alguien leyó el Jesus Punk Rock de Sean Murphy? ¿Qué onda?
saludos
Lucas
Yo lo tengo pedido. Cuando me llegue, va al pilón de los pendientes. Lo leeré el año que viene, supongo...
PRJ es tremendo, aunque por momentos puede sentirse un poquito insistente con el tema del ateísmo.
Si eso no te molesta dale para adelante que es desde el apartado grafico una jodida maravilla, los guiones son recontra interesantes y la historia en general piola y dentro de todo bien desarrollada (teniendo en cuenta que es un auto-conclusivo), la gran mayoría de los temas y personajes se resuelven satisfactoriamente.
Gordo, que pasa que los trenes del Sarmiento siguen matando gente? Eso es show mediatico? O son todos unos chorros?
Hola! Yo leí los cuatro primeros tomos de Powers que salieron en castellano, y me gustaron. Tienen momentos flojos, pero los buenos pasajes los compensan sobradamente. Quizás mi apreciación se base en que no leo nada del género superheroico, el cual no me atrae, pero en este caso me he encontrado con unas historias, no DE sino CON superhéroes, que para mí constituyen una visión renovada del género. Por eso pienso seguir apostando a la serie.
che gracias Raw Fish, voy a ver qué onda con ese Jesús Punk entonces...
Lucas
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