el blog de reseñas de Andrés Accorsi

lunes, 2 de junio de 2014

02/ 06: TROPIC OF THE SEA

Satoshi Kon, el genial director de animación tempranamente fallecido en 2010 con sólo 47 años, tuvo unas pocas incursiones en el mundo del manga, una de las cuales vimos allá por el 31/10/10. Entre su no muy vasta obra, Kon tuvo una sóla serie publicada por entregas semanales: Tropic of the Sea. Después encaró una segunda, pero la dejó inconclusa y volvió al manga sólo para alguna novela gráfica, o para historias cortas. En el postfacio de este libro, el autor narra los padecimientos y trastornos que le causaron la serialización de Tropic of the Sea, realizada a un ritmo frenético, allá por 1990. Con que el 25% de lo que cuenta sea cierto, no lo podemos verduguear por no haber persistido con nuevas obras en el durísimo circuito de los semanarios japoneses.
Tropic of the Sea aborda el viejo clásico de Preservacionismo vs. Modernización. El apacible pueblito de Ade es casi una aldea de pescadores: chiquita, pintoresca, humilde y a la vez próspera, porque el clima siempre es bueno y la pesca generosa. La tradición/ superstición habla de un pacto entre los sacerdotes de Ade y las sirenas: estos guardan en un altar un huevo de sirena, que cada 60 años debe ser regresado a una cueva y reemplazado por otro, y aquellas garantizan el buen clima y la abundancia de peces en el mar. Ahora el sacerdote a cargo del templo es Yozo, quien empieza a avanzar en una rosca a gran escala con una mega-corporación para convertir a Ade en una atracción turística: parque de diversiones, hoteles, restaurantes, canchas de tenis, cemento, acero, vidrio y a la mierda las tradiciones ancestrales del pueblo.
Yozo tiene un hijo adolescente, Yozuke, al que también le interesan poco las tradiciones de la aldea. Su única preocupación es entrar a una universidad grossa y mudarse a una ciudad importante para cursar sus estudios. Pero viste cómo es el manga... Si hay un adolescente, hay un héroe. Y Satoshi Kon nos va a mostrar más o menos eso: cómo despierta en Yozuke una conciencia noble y solidaria, y cómo el pibe se convierte en el principal obstáculo para la runfla entre su padre y la Corpo. Yozuke es el único que se va a preguntar qué carajo es ese huevo, si tiene poderes, cómo se relaciona con algunos sucesos raros que tienen y tuvieron lugar en Ade, por qué creen en las sirenas los que de hecho creen, qué hay en la cueva... Ayudado por sus amigos va a ir muy lejos e incluso a arriesgar su vida para obtener estas respuestas. Cuando las haya obtenido, no va a haber padre, ni empresarios, ni policía que lo logren parar.
La trama está desplegada a un ritmo menos intenso que el del típico shonen. Kon se toma su tiempo para explicar detalladamente todos los conflictos, todo el background, y para desarrollar a los personajes (especialmente a Yozuke y su amiga Nami) con mucha profundidad. El clima es pachorro como los aldeanos y tiene toques de misticismo, de algo que quizás sea realismo mágico y quizás realismo a secas. Y aún así, vibramos con las escenas de acción, vivimos la tensión posta cada vez que los personajes se sumergen en las profundidades del océano y compartimos la sensación de maravilla cuando el huevo... Nah, no te voy a contar qué pasa con el huevo.
El dibujo de Kon es brillante. Emotivo, sugestivo, perfecto a la hora de plasmar el contraste entre el Ade de siempre y el Ade que se viene si triunfa la Corpo. La mano de los asistentes (dos, según el autor) no se nota demasiado y sí se nota la admiración de Kon por el estilo de Katsuhiro Otomo, quien fuera su ídolo, su amigo y su socio. Los primeros planos repletos de expresividad, la aplicación de las tramas de grises y los efectos visuales que estallan cada vez que alguien se cae al agua son los puntos más altos en 200 páginas a las que le sobran los hallazgos. En el muy improbable caso de que no te atrape el argumento, el dibujo seguramente te va a mantener hipnotizado de principio a fin.
Por ahí anda dando vueltas una edición española (muy cara) con las historias cortas de Satoshi Kon. Me va a costar resistirme la próxima vez que la vea, porque esto me encantó. Espero verla un día que no tenga un mango encima, así no me empoman... y espero también que se edite en EEUU, donde se zarpan menos con el lujo y con los precios en la edición de mangas. Esta edición de Vertical tiene cero lujo, pero es realmente impecable. Y casi seguro la vas a conseguir por menos de lo que vale el hardcover gallego.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, Andrés. Cuanto cuesta ese tomo de historias cortas de Satoshi Kon que mencionas?

Andres Accorsi dijo...

No me acuerdo, Anónimo. Lo vi en el verano en la comiquería de mi barrio, no me decidí a comprarlo porque me pareció muy caro, y cuando junté unos pesitos y lo fui a buscar, ya no estaba.
Lo peor es que se lo compró un amigo mío :P

Anónimo dijo...

Hoy debe rondar los $500, porque existe algo que se llama inflación, aunque la desmienta la Kretina.