Este librito reúne el material realizado por Quique Alcatena para la revista Comic.ar y es una auténtica delicia. En primer lugar, se trata de uno de los pocos y espaciados trabajos de Alcatena como autor integral, sin formar equipo con un guionista. En esta serie, Quique recupera mucho de la onda de sus historietas “solistas” para la revista Anteojito, aquellas gemas ochentosas entre las que se destaca El Capitán Morsa, porque era la que a mí más me gustaba y la que quizás tenga más puntos en común con Dugong y Manatí. Con esto no quiero decir que Dugong y Manatí sea una historieta infantil. En todo caso, podría ser “para todo público”. Lo cierto es que la tira está imbuída de un espíritu lúdico alucinante, de modo que en cada viñeta hay juego, hay diversión, hay un autor que no se toma la aventura demasiado en serio, sino que la explora principalmente como vehículo de escapismo, de esparcimiento, de una fantasía mucho menos épica y mucho más distendida que en las obras más famosas de Alcatena.
Vistos de lejos, los portentosos protagonistas parecen ser héroes, o incluso superhéroes. Sin embargo, cuando te adentrás en las historias, resultan ser dos freaks valientes, pero bastante torpes y con menos luces que la lancha del contrabandista. Las aventuras tienen como factor común el mar, los puertos, las profundidades oceánicas, y eso le brinda a Alcatena la posibilidad de jugar con un amplísimo espectro de personajes secundarios y villanos, desde típicos marineros (como Tobías y su sobrina Pepita) hasta un faro que cobra vida, pasando por ligas (y sociedades) de justicieros enmascarados. Como en sus obras más complejas junto a Eduardo Mazzitelli, acá Quique se zarpa metiendo referencias y homenajes a otros historietistas (Hugo Pratt, Elzie Segar, Bill Everett), a Pinocchio, a Bob Esponja y –como siempre- a los Beatles. Y en un giro argumental digno de Caoscomic (otra obra semi-oculta realizada con Mazzitelli) incursiona en el meta-comic y termina por convertirse en personaje de su propia historieta, en el episodio en el que el villano ½ Mundo se roba el protagonismo.
El tono de toda la obra es claramente jocoso, y se puede leer en clave de sátira muy sutil a los comics de superhéroes de la Silver Age, con cuyas ediciones mexicanas creció Quique. De hecho, acá hay hasta palabras y giros idiomáticos que sólo recuerdo haber leído (hace no menos de 30 años) en aquellas infaustas traducciones que la editorial Novaro nos infligía a los chicos que queríamos leer comics de DC. Quizás lo más notable sea que, aunque las historias van para el lado del esparcimiento light, y la onda es muy familiar, muy ATP, las historias tienen su complejidad y hasta un cierto vuelo. No son pavadas, ni obviedades, ni esa cosa ramplona que uno asocia con los comics de DC de los ´60, escritos para un público compuesto en su mayoría por chicos de nueve años.
Por supuesto que, al estar pensada como una tira, Dugong y Manatí se ve muy distinta a las otras obras de Alcatena sobre todo en la espacialidad. Olvidate de esas páginas intrincadas, con dibujos inmensos laburados más allá de la comprensión humana y que bien podrían prescindir de los textos para disfrazarse de art-book. Acá, en una misma tira tenemos hasta cuatro viñetas chiquitas, y eso obliga al autor a dibujar y a narrar de otra manera. Así y todo, se conserva intacta la magia del plumín de Alcatena, su imaginación visual desbordante y su talento innato para crear maravillas sólo con el blanco y el negro. No están esas guardas, esos firuletes increíbles con los que Quique ornamenta sus viñetas en Shankar o Acero Líquido, por ejemplo. Pero están las texturas, los tramados, las manchas, los trazos de distinto grosor e incluso una atención llamativa a las expresiones faciales, supongo que producto de la intención cuasi-humorística de algunas secuencias.
Si sos fan de Alcatena, no tengo dudas de que Dugong y Manatí te van a cautivar. Se parece poco a lo que seguramente ya conocés, pero es un comic muy genuino, hecho con mucha pasión, con mucha onda y mucha calidad por un maestro que nunca, en ningún medio y en ningún formato, da menos del 100%. Pronto habrá más Alcatena, acá en el blog.
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5 comentarios:
Que gracioso que es leer el comentario de "aquellas infaustas traducciones" al mismo tipo que arruinaba las de Perfil...
Andres, que sabes de la novela grafica "La Verdad es un Perro que te Ladra y te Muerde"? Porque me enteré de su existencia gracias a la pagina de Comiqueando pero no encontré ningun tipo de informacion en ningun lado.
Saludos
Sé lo mismo que vos, Anónimo. Me prometieron de la editorial que me iban a hacer llegar un ejemplar, pero hasta ahora no llegó.
Y en las comiquerías nunca lo vi...
Sé que se presentó en la Feria del Libro, pero no sé dónde se está vendiendo.
Que cagada, porque me quede absolutamente cebado con la noticia pero no encontre nada al respecto...bah, salvo que en la pagina de la editorial ya figura a la venta.
Anónimo, en librería hernandez la venden: http://libreriahernandez.com.ar/l/la-verdad-es-un-perro-que-te-ladra-y-te-muerde/346877/9789877130287
Y en la web de la editorial:
http://datos.edicionesfabro.com.ar/ecommerce2/vidriera.asp?lib=978-987-713-028-7
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