el blog de reseñas de Andrés Accorsi

domingo, 10 de agosto de 2014

10/08: REPRODUCCION POR MITOSIS

Si hace bastante que estás metido en esto de las viñetas, ya sabés que la historieta, como forma narrativa, puede mutar, evolucionar, madurar… Shintaro Kago cree que la historieta, además, puede enloquecer.
Este tomo (hermosa edición de EDT) recopila 14 historias cortas, todas realizadas entre 2001 y 2004, que nos muestran dos vertientes distintas de este extraño autor japonés. Por un lado, tenemos varias historias que se inscriben claramente en el ero-guro, el género que (como su nombre lo indica) combina erotismo y grotesco, en el que tenemos como referente central a Suehiro Maruo. Kago se esfuerza, le pone onda, y logra shockearnos con tremendas escenas de gore, destripamientos, mutilaciones, soretes, violaciones y ojetes ensangrentados. Sus ideas son salvajes, sus volantazos argumentales son originales, pero el dibujo pierde por goleada en comparación con lo que hace Maruo. Acá la puesta en página es clara, no hay saltos al vacío… pero tampoco hay virtuosismo. Kago tiene talento, eso no lo dudo. El tema es que viene a jugar de visitante en una cancha donde el local es nada menos que Maruo y -para hacerle un mínimo aguante- tenés que dibujar mucho mejor de lo que dibuja Kago.
Por suerte, a este autor se le ocurre buscar la gloria por otro lado. En varias de estas historias hay parejas garchando y pasan cosas bizarras. Pero es no es lo importante. Lo que impacta es que Kago propone en estos breves relatos complejos experimentos formales, rupturas increíbles en la normal mecánica de lectura del comic (o en este caso, el manga). En la historia que da título al libro, las viñetas se empiezan a reproducir por mitosis: de una sale otra, de esa otra, y así se va hilvanando una historia “fuera del control del autor”. De la primera viñeta surge una segunda viñeta distinta, alternativa, y de ahí se desarrolla otra secuencia. Una secuencia “invade” a la otra, la corrompe, de cualquier viñeta empieza a brotar una nueva viñeta que dará origen a otra secuencia, y así. La narrativa enloquece, se va al carajo, y a uno le estalla el bocho, mientras piensa cómo puede ser que esto no se le haya ocurrido a nadie antes que Kago lo pusiera en práctica en 2003.
El autor sube la apuesta en Génesis Ciudadana, donde juega a convertir la página en un cubo tridimensional. De pronto, la espacialidad de la viñeta se pone en crisis, y esta se convierte en una especie de cajoncito que contiene a objetos, personas (cachos de personas, si no las vemos enteras) y globos. Los límites de la viñeta y de la página se trastocan brutalmente y Kago nos suelta en un fascinante laberinto de imágenes, por supuesto poblado de sexo hardcore, escatología y bizarreada de alto vuelo.
Blow Up juega con la cantidad de viñetas que se puede bancar una página antes de hacerse ininteligible. La asombrosa Precauciones Innecesarias propone dos formas distintas de ver una página, en la que el autor desplaza un toque la grilla de las viñetas para mostrarnos algo más. No me quiero imaginar las pesadillas que habrán tenido los pobres pibes encargados de modificar a esta historieta para su publicación en nuestro idioma. Y en Más Allá de la Memoria, Kago subvierte el concepto del flashback y nos muestra a gente cuyo pasado (es decir, las viñetas en las que ya los vimos aparecer) los persigue a sol y sombra.
Claramente la genialidad de Shintaro Kago pasa por estos cinco magníficos ejercicios de ruptura, por estos juegos formales pensados para detonarnos la mente y dejarnos horas en un estado de catatonia comiquera. Estas historias son un big-bang, un antes y después. Así como aquellas más jugadas al ero-guro sólo se le pueden recomendar a los fans de ese género (ya muy curtidos en esto de las escenas truculentas con garches, caca y tripas), las historias experimentales sólo son aptas para gente que leyó mucha historieta rara, de vanguardia. Le das esto a un pibe que viene de tres años de Patoruzito, o a un señor que acumula 50 años de El Tony y D´Artagnan, y lo más probable es que tengan un ACV. Esto es riesgo y transgresión en estado puro, al límite o más allá, y no me animo a compararlo ni siquiera con esas historietas raras que hacía Diego Agrimbau en la Fierro, con dibujos de Lucas Varela. Yo creía que en materia de experimentos narrativos ya había visto todo, pero felizmente Kago me cagó.

15 comentarios:

Mariano Lastiri dijo...

Kago es un autor que para mi trasciende el ero guro en si. Tiene historias que son bastante desagradables y no mucho más, pero cuando trata de experimentar con el surrealismo paratextual en las viñetas, se salta la vaya.
Para mi sus oneshots son basicamente chistes largos llenos de humor negro e ideas muy creativas (algo que le envidio a los ponjas). Y concuerdo con el dibujo. El objetivo de sus relatos pasa por otro lado y no por como representa a las personas y las locuras que viven. Maruo, Hino y Ito se preocupan mucho más en la narrativa y que lo estético y el shock evolucionen

Anónimo dijo...

Andrés, te hago una pregunta no relacionada con el post,

Quiero leer algo de Scott Lang como Ant Man. Estuve buscando bibliografía en la web pero no encontré nada demasiado concluyente.

¿hay algúna saga, TPB, o etapa de algún autor que sea recomendable como para enterarme de quién es Scott Lang?



¡gracias!

ÍTALO PERUANO RETAMOTZO, AGUANTE MOSQUITEROS dijo...

Al boludo de arriba: andá a que te garche un superhéroes y dejá de joder, este post es de KAGO.

Sobre Kago, es cierto, en su aspecto ero-guro, si bien es capo, el maestro siempre será Marúo (algo así como Maradona-Messi).

En cuanto a ténica, experimentación formal, o ''rupturismo'', sí es el capo de capos. Yo lo compararía sólo con Scott McCloud, en cuanto a la capacidad que tienen para comprender el medio y sus posibilidades (de hecho, recomiendo leer antes los tomos ''didácticos'' de McCloud antes de los cómics de Kago, sino mucha gente se va a ir al pedo y dirán ''mejor me leo CAPI VS. BUCKY VOL.30 que Accorsi tanto recomienda).

Por último boludo este tomo lo leí hace 2 años, yo felizmente tengo prioridad por leer PAPA FINA, mientras que tu prioridad es leer MIERDA PURA y de cuando en cuando agarras una buena papaya.

Anónimo dijo...

Guido Cuadros es lo peor que le pasó a Perú desde Pizarro.

Anónimo dijo...

¿Quién es Guido Cuadros? ¿es uno de los Beatles?

Anónimo dijo...

No, creo que es uno que escribió Ficciones. Pobre, nunca le dieron el Nobel.

Anónimo dijo...

Con respecto al comic, para mi Kago sería algo así como el Chris Ware asiático, aunque si mal no recuerdo el libro tiene cuatro o cinco secuencias de experimentación extremas, el resto es gore puro y extremo. El problema que tengo es que es demasiado juego formal, secuencias paralelas y perspectiva tridimendionalidad, solamente para mostrar a una mina cagando, por ejemplo. Es un desperdicio de recursos para los temas que trata...pero bueno, no quita que sea algo original.

Anónimo dijo...

Perdón, "perspectiva y trabajo en tres dimensiones". emneplucsiD sogima, ose euf ol euq esiuq riced.

!sodulaS

Fuegos del Monte dijo...

Andres, usted que sabe tanto, que autor me recomendas en Aquaman o que saga?

Guido Triángulos dijo...

Este post es de Kago o, en su defecto, de Maruo. No nos vengas con Aquapatán ni con Bucky O' Hare ni Capitan Commando, que esas no son buenas papayas: antes bien, son meras paparruchas.
Además, destaquemos que aún leyendo a Shintaro Kago de la compu vía subscans, no le ponen la molestosa tipografía Comic Sanz. Para mí que la hizo Alejandro Sanz. Y no, no es uno de los Beatles ni escribió "Fricciones".

Anónimo dijo...

Tengo la polla tiesa.

Anónimo dijo...

No soy Andrés Accorsi (que yo sepa) pero si sirve de algo te recomienro el Aquaman de Geoff Johns con Ivan Reis. A mi me parece que está entre las mejores cosas que se hayan hecho con el personaje, es una de las pocas series de este nuevo universo que me gustaron en serio.

Anónimo dijo...

Claro, ese aquaman lo sigo, pero me refería a antes del reboot...

Anónimo dijo...

La posta es el Aquaman de Iván Riskin que prepara la Fierro. Ahí sí que te reís más que con Johns y Reis.

Andres Accorsi dijo...

Anónimo, nunca leí comics solistas de Scott Lang como Ant-Man. Sólo historias en las que es miembro de un equipo, o personaje secundario.
Fuegos del Monte, a mí me gusta mucho la serie de Aquaman de los ´90 que escribía Peter David. Y la anterior a esa (muy breve, duró unos 13 episodios) no tenía buenos dibujantes, pero escribía Shaun McLaughlin, que años más tarde la rompería como guionista del DCU Animado (Superman, Batman Beyond, Justice League, etc.).