Arranca una semana brava, con paros, manifestaciones y bardos varios, mientras yo empiezo hoy a dictar un seminario (después de mucho tiempo sin dar clases) y el viernes viajo a Tucumán, a participar del 1º Salón Internacional del Comic de esa ciudad, después de casi tres meses de estar acá, quietito en Buenos Aires. No sé si voy a tener tiempo en estos próximos días para volver a postear en el blog, pero –como siempre- lo vamos a intentar.
Arranco con una deuda que tenía pendiente hace un par de semanas, que era la reseña del otro libro de Rodolfo Santullo editado por Pictus en 2016. Banda de Orcos está pensada como una serie, y esta primera entrega (titulada “Una Razón para Morir”) nos presenta a lo que será el elenco estable, al que veremos desarrollarse (o expandirse, o achicarse) en futuros tomos. La idea es sencilla y muy efectiva: un grupo de orcos llega al campo de una batalla épica, a todo o nada… pero la batalla ya terminó y los orcos perdieron por goleada. Ahora tienen que volver a sus tierras, esta vez perseguidos por tropas del ejército vencedor, sin dejar de lado los peligros típicos del camino en cualquier mundo de fantasía medieval.
Santullo arma una especie de road movie protagonizada por personajes que parecen escapados de un cuento de J.R.R. Tolkien y le pone su sello personal, su típica combineta de aventura clásica con diálogos ingeniosos, situaciones impredecibles y un toque de humor. Siempre respetuoso de los géneros en los que incursiona, el guionista mexicano-uruguayo se esfuerza por dotar a cada pelea de un tinte épico, aunque lo que esté en juego no sea el destino del universo entero, sino apenas la subsistencia de este puñado de parias que no son ni buenos ni malos, y cuyo honor quedó manchado por llegar tarde al combate de sus vidas. Apoyado en cantidades de texto muy moderadas y en la consigna de darle a la trama un ritmo lo más ágil posible, Santullo cuenta una historia sencilla, sin grandes pretensiones, pero que cumple con creces el objetivo de engancharnos con estos personajes y este mundo, al punto de querer leer cuanto antes el segundo tomo.
También contribuye mucho el dibujo de Marc Borstel, autor marplatense de vasta trayectoria en Europa y EEUU, que sorprende con un dibujo detallista y elaborado como el de Salvador Sanz, potenciado por el dinamismo y la fluidez de un Carlos Gómez. Si te gusta la estética académico-realista, te vas a hacer MUY fan de Borstel y vas a limar con las texturitas, los detallitos, la técnica con la que incorpora la referencia fotográfica, además de disfrutar de su impactante manejo de las escenas de acción. Banda de Orcos es una excelente opción para los seguidores de Tolkien y demás autores de fantasía épica, y obviamente para los amantes de la historieta de acción y aventura a todo o nada.
Me voy a Bélgica, a 2015, cuando Yves H. y su papá, el glorioso Hermann, realizan esta novela gráfica autoconclusiva llamada Sans Perdon (traducida por un gallego frutihortícola como “Redención”). Se trata de un western sórdido, mugriento, jodido como enema de chimichurri, pero sobre todo de una historia de amor de un padre a su hijo. Me imagino la emoción que habrá sentido Hermann cuando su hijo le entregó este guión y se me pone la piel de gallina… Detrás de esta historia de violencia, sangre, torturas y vejámenes hay una historia conmovedora de sacrificio, que no sé si redime a Buck Carter de las atrocidades que comete, pero lo eleva como padre y como ser humano. Por las dudas, Yves H. se encarga de que este forajido sin límites se enfrente a un marshall decididamente destestable, un tipo que se ampara en la autoridad que le da la ley para comportarse como un hijo de puta mucho menos redimible que el criminal al que trata de capturar.
Redención es una historia sin héroes, dominada por un clima opresivo, ominoso, más triste que ser hincha de Independiente y estar afiliado a la UCR. Ese clima cobra vida de la mano de Hermann, que acá regresa triunfal a la geografía de Wyoming, donde lo vimos repartir balazos de lo lindo allá por el 14/08/12. Pero este es el Hermann maduro, el que de a poco desenfatiza la línea y deja que el color se lleve el protagonismo y sea incluso el encargado de definir no sólo la atmósfera que circunda a los personajes, sino los propios contornos y formas de los mismos. Hermann maneja la documentación con maestría y nos hace 100% creíbles a estos personajes de rasgos blandos, enchastrados de mugre y sangre, repletos de expresividad. Y encima no se guarda nada a la hora de mostrar escenas de una violencia y una crudeza desgarradoras.
Recomiendo muchísimo esta historieta a cualquier fan del comic adulto, duro, sin concesiones. Entre los mimos que Hermann le hace a tus ojos y las patadas que Yves H. le pega a tu garganta, las emociones están más que garantizadas.
Gracias por estar ahí y ni bien tenga más libros leídos (y un rato para reseñarlos) se viene un nuevo post.
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3 comentarios:
Hace rato que me parece que Santullo está metiendo capítulos dentro de obras de la literatura: contó el viaje del barco que iba de Transilvania a Londres en 40 Cajones, se metió con la juventud de Merlín en una precuela a los mitos artúricos y ahora hizo Banda de Orcos que si me la vendés como "es un fan fiction ubicado justo después de la Batalla de la Puerta Negra" te lo creo a pleno.
Banco el Santullo agregando capítulos en la historia de la literatura.
Y banco a Borstel que hace unos orcos divinos que me dan ganas de comprarme todos los muñequitos.
Y yo banco al Capitan Manu, hace poco me leí su "Almer" (Que me lo debia hace rato) y me voló la cabeza!
Muchisimas Gracias, Andres, por el review!
Como es eso? , van a salir mas capítulos de Banda de Orcos? espero q haya obtenido el éxito como para continuar; la historia a mi gusto quedo muy "incompleta". Saludos. Espero que sigas con mas reseñas.
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