el blog de reseñas de Andrés Accorsi

martes, 3 de julio de 2018

ANT-MAN AND THE WASP

Si te fuiste del cine donde viste Infinity War medio bajoneado, o directamente indignado porque Ant-Man no apareció ni en un mísero cameo, acá tenés tu revancha. Si seguís sin perdonarle a Marvel Studios ese pecado original (y bestial) que fue imponer masivamente una versión de los Avengers en cuya formación no participaron Hank Pym y Janet Van Dyne, acá tenés una reivindicación, un intento de reparar ese error grosero.
En esta película, el director Peyton Reed y sus geniales guionistas siguen la línea del film anterior (ver reseña del 13/07/15): acción y comedia de la mano, y a llevarse el mundo por delante. Esta vez hay dos elementos novedosos, que le juegan muy a favor a la película: por un lado, la situación heredada de Civil War (y mencionada en Infinity War): Scott Lang tiene que cumplir un arresto domiciliario, mientras que Hank Pym y su hija Hope están prófugos de la justicia por haber facilitado la tecnología con la que Lang violó los protocolos de Sokovia. El guión le saca un jugo riquísimo a este estado de cosas (que se modificará recién en los últimos minutos de la cinta) y hasta se da el lujo de usarlo como disparador de algunas de las secuencias más cómicas de la película.
Por otro lado, esta vez todo es mucho más personal: la misión de los protagonistas no es robar tecnología, ni infiltrarse en lugares inexpugnables, ni siquiera derrotar a un villano: esta vez todo pasa por tratar de reencontrarse con Janet Van Dyne, la Wasp original, interpretada por Michelle Pfeiffer. O sea que es un conflicto 100% privado, del ámbito de la familia de Hope. Por supuesto, el plan de Pym y su hija va a intersectar en más de un punto con los planes de más de un antagonista, como para garantizar una buena dosis de conflictos que se puedan resolver por la vía de violencia, como en cualquier historia de superhéroes que se precie de tal. Pero la motivación pasa por el amor de un hombre y su hija a una mujer cuya ausencia marcó drásticamente sus vidas… y cuya presencia puede volver a cambiar todo para siempre.
La película tiene un ritmo frenético, casi no da respiro. Reed ya entendió que no hace falta frenar la acción para meter chistes grandiosos y por momentos no sabés si estás viendo una de superhéroes o una comedia de enredos. Y eso es parte de lo que hace tan atrapante el visionado de Ant-Man and the Wasp. El único personaje que está 100% concentrado en resolver los conflictos que motorizan a la trama es el de Hope, la única que no se deja llevar por el frenesí de los chistes y seguramente el personaje con más crecimiento entre la primera y la segunda entrega. Todo el tiempo los guionistas parecen decirnos “guarda con la nueva Wasp, que se toma MUY en serio esto de ser superheroína y no se come ni la punta”.
Los efectos especiales están más pasados de rosca que en la peli anterior, con momentos pensados para asombrar a los espectadores más curtidos en este género. En cuanto a las actuaciones, Michael Douglas una vez más la rompe, pero lo más destacable está en el elenco femenino: Evangeline Lilly respalda con un gran trabajo actoral el crecimiento de su personaje y Hannah John-Kamen (a quien no conocía) me sorprendió con una labor formidable en el rol de Ava. Y atenti también con Abby Ryder Fortson, la nena que interpreta a Cassie Lang, que tiene un potencial enorme. Si yo fuera Kevin Feige, ya le estoy haciendo firmar un contrato con Marvel Studios por 15 años, mínimo. ¿Y qué onda Laurence Fishburne? La verdad que yo esperaba un poco más, no tanto de su actuación (que es correcta), sino del rol en la trama de Bill Foster, que está un poquito desaprovechado.
¿Se hacen cargo Payton Reed y sus guionistas de los sucesos de Infinity War? Te tenés que quedar hasta la secuencia entre los créditos para averiguarlo. Y al final de todo, cuando terminan de pasar tooooodos los créditos, hay una breve secuencia más, que realmente no aporta nada y si te la perdés, te ahorrás varios minutos de embole viendo pasar letritas.
Al igual que en 2015, me reí mucho, me divertí horrores y me fui cebadísimo con la onda y la chapa que le están dando a estos personajes supuestamente “menores” de la mitología marveliana. Si sos fan de Pym, de Janet, de Scott Lang, de Cassie, de los personajes inventados para la peli anterior, o de la ciudad de San Francisco, preparate para vivir dos horas y cinco minutos repletos de acción, emociones y risas a un nivel altísimo (o subatómico, como vos prefieras).

5 comentarios:

Anónimo dijo...

O sea, una comedia de mierda más.

Anónimo dijo...

¿Porque me sale unknown si mi nombre de usuario es Diego Elias? Se discrimina automaticamente a los comentaristas que no aman a Marvel? Que barbaridá... Debe ser la tecnología wakandiana y su "alcance ilimitado" jajajaja.

Andrés Accorsi dijo...

Quizás haya que registrarse como seguidor del blog para que aparezca tu nombre. O tener abierta la sesión de Google... La verdad que ni idea...

Nahuel2017 dijo...

Cebadisismo

Sisu dijo...

No me gustó, lo único relativo es esa última escena, sin la de los últimos créditos que es un choreo. Las pelis suelen versionar Tps y esta me resultó una mediocre grapa.