el blog de reseñas de Andrés Accorsi

jueves, 25 de abril de 2019

LECHE PRE-AVENGERS

Los chotos de Disney se ortivaron y no me invitaron a la función de prensa de Avengers: Endgame, con lo cual todavía no la vi. Voy mañana viernes, a las dos de la tarde. Y seguramente en algún momento del finde se vendrá la reseña. Mientras tanto, avanzo con las lecturas.
Hacía más de cinco años que no reseñaba un comic de Moebius, ¿podés creer? Por suerte hace poco conseguí Bajo la Estrella en la edición que más me gusta (la ochentosa de Toutain) y eso sirvió de excusa para releer este clásico. Bajo la Estrella es una obra rara, porque Moebius la realiza por encargo de una agencia de publicidad, que quiere un comic para promocionar los autos Citröen. En general, cuando un autor agarra ese tipo de trabajos es porque está en la lona, o porque el sobra tiempo. Y también en general, se compromete lo menos posible, lo saca con fritas y a los 15 minutos de cobrado el cheque se olvidó de lo que hizo. Bueno, esto es todo lo contrario: Moebius dibuja Sobre la Estrella en el pico de su popularidad, robándole tiempo a la saga del Incal, y no sólo deja la vida, sino que poco después retoma a los personajes que crea para esta historieta y continúa sus historias hacia el infinito y más allá. De modo que estas páginas, que empezaron como un encargo comercial para una empresa, son prontamente reformuladas para convertirse en la semilla de una saga ambiciosa y extensa, la famosa saga de Edena, a la que Moebius volverá muchas veces a lo largo de los ´80 y ´90, y en la que volcará muchos de sus mejores guiones.
Estas dos primeras historias (las seis paginitas de Reparadores y Bajo la Estrella) no sólo nos presentan a Stel y Atan, sino que empiezan a envolvernos en este mundo y a acostumbrarnos a un ritmo narrativo que no tiene nada que ver con la vorágine de El Incal. Los guiones de Moebius son más pachorros, tienen menos diálogo, menos acción, más escenas en las que los personajes contemplan en silencio los paisajes o edificios que los rodean. Si el Moebius de El Garaje Hermético era el Moebius de ácido, este es el Moebius 100% fumanchero, el hippón que medita, reflexiona acerca de la relación entre el hombre y la máquina y se cuelga a maravillarse con la naturaleza y la paz que esta te puede llegar a transmitir.
El dibujo, fastuoso, como todo lo que dibujó el Genio Eterno en su vida, con esa síntesis engañosa y los aportes de tres coloristas que le dieron una mano en el manejo del aerógrafo. Poquitas páginas y poquitos elementos le alcanzaron a Moebius para sentar las bases de un nuevo clásico. Increíble, de verdad.
Salto a Argentina, año 2017, cuando se publica Mi Vida Como Carla, un librito de 90 páginas íntegramente a cargo de Matías Di Stefano, de quien ya vimos una obra anterior el 01/09/18.
Una vez más, lo que más me gustó fueron los diálogos, y me habrían gustado más si no hubiese encontrado faltas de ortografía. La historieta en sí es fallida, porque el autor no se decide, parece no tener muy claro si quiere hacer una sitcom, o algo un poco más jugado. Por momentos plantea la página como si estuviera recopilando tiras de diario (de a tres por página) y por momentos modifica la grilla y se acerca a la típica planificación de un comic-book. Le va bastante bien cuando incorpora grisados, pero los usa sólo en algunas historietas, no en todas.
El dibujo en general me pareció bastante limitado, con desaciertos bastante visibles. Por momentos parece un dibujante del estilo de Julio Olivera (el creador de Piturro) al que le hicieron un tratamiento tipo The Clockwork Orange pero forzándolo a ver horas y horas de animé berreta. Y los guiones… son simpáticos, no están mal. El giro más interesante está en ese epílogo, esas cuatro páginas finales que son casi una secuencia post-créditos. Ahí encontré el gancho como para querer leer más acerca de estos personajes.
Y me llama la atención que este es el tercer guión de Di Stefano que leo, y en todos las protagonistas son chicas jóvenes. ¿Qué onda? ¿Nunca se le ocurren historias que puedan girar en torno a un varón, o a una mujer de más de 25? Raro, no?

Bueno, nos reencontramos pronto con la reseña de Avengers Endgame, acá en el blog.

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