miércoles, 12 de noviembre de 2025
DOS DE MIÉRCOLES
Liquido dos reseñas rapiditas, así vuelvo a sumergirme en la Comiqueando Digital.
El Vol.11 de Dead Dead Demons Dededede Destruction es el momento en el que, por fin pasa todo lo que uno estaba esperando que pasara desde hacía muchos, muchos tomos. Ahora sí, Inio Asano encuentra el equilibrio perfecto, y sin dejar de lado las boludeces de las pibitas, pone el foco en el conflicto entre las fuerzas militares terrestres y los alienígenas que flotan hace años sobre Japón. Y no es un conflicto 100% bélico, sino que tiene toda una arista política, compleja y fascinante, que Asano explora a full y de donde salen los mejores momentos del tomo. La sátira despiadada al imbécil de Donald Trump, el verdugueo constante a los políticos japoneses, tibios y genuflexos... y después sí: la destrucción, el caos, la hecatombe. El fin del mundo, dibujado como los dioses por Asano y su equipo, y narrado en una secuencia monumental, tremenda, con un power imposible de asimilar y mucho menos de olvidar.
Sobre el final, Asano tira una magia más: la serie está a milímetros de terminar, ya se resolvió (de la peor manera posible) el principal conflicto, y como quien no quiere la cosa, el ídolo empieza a desarrollar un nuevo personaje que sobre el final de este tomo cobra muchísimo relieve: Nobuo Koyama, el papá de Kadode, que trabaja como editor en una revista de manga. Personajón que abre un montón de posibilidades, y al que quiero volver a encontrar con el mismo grado de protagonismo en el Vol.12, al que seguramente no voy a esperar mucho para entrarle.
Con tomos como este, le perdonás a Asano todas las vueltas que dio para llegar hasta acá, todas las páginas que derrochó en gansadas menores, en diálogos y situaciones pavotas e intrascendentes. Acá el tipo entendió la dimensión de lo que estaba en juego y salió a romper todo, con la jerarquía de los grandes. Y sin traicionar el espíritu de la serie, ni pegar volantazos bizarros. Muy grosso.
Y también quiero dedicarle unas líneas a una obra escrita por Pablo Stanisci y dibujada por Juan Pablo Alloa Casale, que se publicó en Argentina en 2004, en una editorial autogestiva de Neuquén. La historieta se titula "Desde el Abismo" y en poco menos de 60 páginas nos invita a conocer a fondo a Camila, una chica que pierde a su mamá cuando tenía apenas 10 años.
¿Qué te pasa en la cabeza cuando sufrís una tragedia semejante a esa edad? ¿Cómo lidiás con la pérdida, cómo convivís con el dolor? De eso se trata la historia, que astutamente no se ajusta a una lógica aventurera, no pretende reproducir la típica estructura del relato dramático de una historieta para adultos. A Stanisci le interesa más que conozcamos a fondo a la protagonista, que suframos con ella, que no sorprendamos con ella cuando -ocho años después de la muerte de su mamá- descubre la verdad sobre aquel suceso, cuando encuentra a quien fuera la mejor amiga de su mamá... Todo ese accidentado viaje hacia la sanación es mil veces más interesante que las pinceladas de terror y suspenso que el guionista introduce en un par de momentos de la trama. El resultado es una historieta triste, profundamente existencialista, en la que el alma de esta chica es puesta arriba de la mesa, para que el lector la pueda examinar en detalle, conmoverse, asustarse, quererla, entenderla... Hay que tener estómago para aguantar el bajón que provoca la lectura, y no hacer la boludez de leer el libro un domingo a la tarde/noche después de que perdió tu equipo, o con música de fondo de Pink Floyd. Pero está bueno hacer el esfuerzo de leer Desde el Abismo (está publicado también de manera digital en el e-zine de Loco Rabia) por la gran calidad de los textos de Stanisci.
El dibujo de Alloa Casale, lamentablemente, no está al mismo nivel. La narrativa es eficiente, pero el dibujo en sí te marea al combinar en una misma viñeta tres o cuatro técnicas distintas. Claroscuro extremo, crosshatchings idos al hiper-carajo, referencias fotográficas retocadas, grises incorporados con aguadas... el dibujante no se priva de nada y el resultado es visualmente agobiante y confuso. Esto mismo, con un dibujo acotado a una o dos técnicas, se vería mucho mejor. Y bueno, también habría que ajustar un poco las expresiones faciales, que son muy importantes y evidencian algunas fallas aceptables en un fanzine, pero no en un libro.
Nada más, por hoy. Como siempre, espero volver a postear pronto. Nos vemos.
Etiquetas:
Inio Asano,
Juan Pablo Alloa Casale,
Pablo Stanisci
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