domingo, 30 de noviembre de 2025
RESEÑAS DE DOMINGO
Acá estamos de nuevo, con un par de lecturas que quiero comentar antes que se termine este mes.
Finalmente llegué al duodécimo y último tomo de Dead Dead Demons Dededede Destruction, esta maravilla del maestro Inio Asano y su equipo de asistentes. En el Vol.11 (lo reseñé el 12/11/25) asistimos a la destrucción del mundo tal como lo conocíamos, y casi a modo de epílogo, Asano ponía en marcha el plot de la reaparición de Nobuo Koyama, el papá de Kadode. Yo pedía más Nobuo para el Vol.12, y lo obtuve, con creces. Este señor taciturno que se dedicaba a supervisar mangas es, sin dudas, el protagonista excluyente de este final, y no solo lo vamos a ver intentando sobrevivir en este mundo post-apocalíptico, sino que además nos vamos a enterar cómo y por qué fue poseído por los alienígenas, y además va a poner en marcha un plan para "escapar" a una realidad alternativa donde el final de la historia va a ser otro. Los capítulos del medio, esos con batallas entre mechas y robots gigantes (que responden a las distintas potencias que intentan conquistar la hegemonía de lo que queda del planeta) son espectaculares, pero no tienen el impacto emocional ni del principio del tomo (cuando Nobuo interactúa con algunos sobrevivientes), ni del final, cuando el plan de Nobuo se concreta y la historia se desplaza a este otro plano de realidad. El final, con Kadode y Ouran ya adultas, es realmente brillante, y hasta las paginitas en joda del final, con la mini-historieta de Isobeyan, son una joya.
Si bien en su conjunto Dead Dead Demons Dededede Destruction peca de estar un poquito estirada y de derrochar páginas en pavadas que no tienen el menor peso en la trama global de la obra, estos tomos finales son una bola de demolición. Una demostración de que cuando Asano se pone las pilas, es un autor más que capaz de llevar a buen puerto las ideas más locas, las premisas más arriesgadas, sin descuidar las emociones, ni la bajada de línea, ni el desarrollo de personajes. Ni hace falta reiterar conceptos acerca de la calidad del dibujo, que es sublime. Personas, máquinas, esa secuencia alucinante en la que Nobuo reconfigura la realidad... acá vamos a ver dibujado como los dioses todo lo que imaginamos e incluso lo que no imaginamos y solo un monstruo como Asano puede concebir en su mente deforme.
Más allá de la magia y el impacto de los dibujos, Dead Dead Demons Dededede Destruction sorprende por la onda de los personajes, por la frescura de los diálogos (gran traducción de Pablo Farías Alves), por la complejidad de la trama (con ciencia ficción, política, derechos humanos, comedia, slice of life, post-apocalipsis, romance, etc.) y sobre todo por cómo encara Inio Asano esta recta final, en la que el manga se convierte en algo distinto, único y absolutamente memorable. Un placer haberlo acompañado hasta acá y ojalá Ivrea nos traiga pronto más obras de este genio del Noveno Arte.
Encontré otro libro de 2024 en mi pilón de historietas argentinas pendientes de lectura. Esta no es 100% argentina, porque el guion lo firma el prolífico Rodolfo Santullo, uruguayo nacido en México. Pero bueno, tiene tanta obra publicada de este lado del charco que ya es casi un argentino más. En este caso me tocó leer El Pasajero del U-977, una novela gráfica que ganó varios premios gracias a la formidable labor del rosarino Carlos Barocelli, tanto en la ilustración de la portada como en el dibujo de las páginas interiores.
Si te gusta el dibujo clásico de aventuras, con una estética realista, acá vas a flashear fuerte. Barocelli tiene esa impronta clásica en el armado de las secuencias, en cómo escenifica cada viñeta, en la anatomía y la gestualidad de los personajes, en el uso riguroso de la documentación como para trasportarnos sin esfuerzo al 1945 en el que está ambientada la historia... Y a todo eso le suma un tratamiento del color totalmente personal, unas acuarelas preciosas con las que logra unos climas magníficos, complementadas con esfumados, cepillos, manchas... una fiesta de colores que te quita el aliento y que no opaca las virtudes del dibujo ni dificulta el fluir de la narrativa. Un trabajo absolutamente consagratorio para el maestro Barocelli, con páginas que no tienen nada que envidiarle a las grandes historietas de aventura bélica que se publican en los principales mercados de Europa.
El guion de Santullo tiene un gran punto a favor, que es cómo construye el clima de suspenso y terror, cómo genera intriga y tensión en el lector hasta volverlo loco con tanta claustrofobia (la historia transcurre dentro de un submarino) y tanta sensación de que todos los personajes están en peligro. Y no mucho más. Salvo el "villano", los personajes no me resultaron demasiado atractivos... y lo más triste de todo: Santullo hace trampa. Crea una situación límite, la lleva a un punto hiper-jodido, la remata con una escena de una violencia inusitada (dibujada como los dioses por Barocelli)... pero no explica nada. Nunca sabemos de dónde salió esa especie de mujer-vampiro-licántropo que se morfa a los marineros, no sabemos por qué Kinsch la metió en el submarino, ni por qué está dispuesto a todo con tal de llevar a esta criatura hasta las costas de Argentina. ¿Qué pasó ahí? ¿Hay una secuela, una precuela, un spin-off, algo más que hay que leer para entender lo que no se entiende leyendo estas 82 páginas? Me parece que no, que El Pasajero del U-977 es esto que leí yo, y no hay nada más. Pero esto, así como está, me dejó con el culo lleno de preguntas... No creo que un guionista mega-profesional como Santullo no se haya puesto a pensar las respuestas a esas preguntas. Por eso me sorprende que las mismas no aparezcan en la historieta y queden en el terreno de la conjetura...
Entre tantos enigmas que no se resuelven, El Pasajero del U-977 se salva gracias al glorioso dibujo de Barocelli, que ojalá vuelva a incursionar en esto de la novela gráfica.
Y nada más, por hoy. Ya estamos ahí de las 100 reseñas en este 2025, y la idea es cruzar ese umbral durante Diciembre... en los escasos ratos libres que me están quedando a medida que se acerca la fecha de salida del nº12 de la Comiqueando Digital. Gracias por el aguante y nos reencontramos pronto por acá.
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