el blog de reseñas de Andrés Accorsi

martes, 19 de julio de 2011

19/ 07: REX MUNDI Vol.4


Llegó el esperado reencuentro con esta serie cuya primera mitad me cebó infinitamente el año pasado. Había colgado justo a mitad de camino, y justo cuando el cordobés Juan Ferreyra llegaba para convertirse en el dibujante titular hasta el final de la serie. Y fue un garrón mandarla al freezer, porque estaba bárbara. No quiero repetir una vez más el planteo argumental del guionista Arvid Nelson. Recomiendo hacer click en la etiqueta y releer las reseñas de los tres primeros libros.
Ahí vas a ver que para el tercer tomo, Nelson cambiaba el ritmo, aceleraba y empezaba a avanzar con mucho más power los plots fundamentales de esta saga de intriga política y religiosa. Bueno, para el cuarto tomo ya le agarró el gustito a la velocidad y el ritmo, sin ser vertiginoso, vuelve a acelerarse. Hay dos líneas que avanzan en paralelo: la de la investigación del médico Julien Sauniére (que va tras una pista que podría revelar la verdad sobre el Santo Grial y la descendencia de Jesucristo), y la del ambicioso plan del cada vez más hitleresco Duque de Lorraine, que ya se quedó con Francia y ahora se quiere comer también España.
Pero, si bien los dos avanzan bastante a fuerza de osadía y buenas runflas, los dos sufren reveses importantes: Sauniére pasa un rato largo preso en un calabozo de la Inquisición (otro de los jugadores con peso en la trama) y Lorraine ve caer su dominio sobre una parte de Francia cuando lo invade el ejército prusiano, con data habilitada por un traidor cuya identidad no puedo revelar. En este tomo también crecen notablemente los personajes femeninos: la doctora Genevieve Tournon, la anacoreta conocida como Aleron y Lady Isabelle, la intempestiva hija del Duque. Y por suerte Nelson demuestra que puede darles a las mujeres la misma profundidad que a los hombres, o incluso un poco más.
De a poquito, en este tomo crece también un elemento hasta ahora des-enfatizado, que es el de la magia, que en este universo paralelo no es un elemento fantástico, sino una disciplina que se puede aprender más allá del talento natural que uno tenga, como si fuera tocar el violín o hacer jueguito con la pelota. Pero por ahora no es para nada la fuerza definitiva a la hora de hacer avanzar los conflictos. Y está bueno que sea así. No quiero que esto se resuelva con los antagonistas lanzándose conjuros como si fueran kame-hame-has.
El tomo cierra con una historia breve, realizada por Nelson y Ferreyra para el Dark Horse Book of Monsters, ambientada en la juventud de Julien y Genevieve. El planteo está bueno, pero los “héroes” zafan con demasiada facilidad de la trampa del “villano”, con el viejo e insostenible truco de destrabar el cerrojo de unos grilletes con una hebilla para el pelo. Chamuyo barato, mal.
Y si te gusta el dibujo realista, podés descorchar un champán, porque acá está Juan Ferreyra realmente inspiradísimo. Cancherísimo en la anatomía, dúctil en las expresiones faciales, arriesgado en los enfoques, las angulaciones y las composiciones, con un trabajo de iluminación y de color muy personal y de una calidad inusual para el mainstream (o casi) norteamericano y una integración bien lograda de las referencias fotográficas que usa para los paisajes y los palacios. Ferreyra le pone onda a las secuencias más tranqui para que no resulten aburridas y hasta les pone sutileza a las escenas más atroces, para que no caer en el gore barato. Visualmente, esto es un lujo.
Y bueno, prometo avanzar pronto hacia la recta final, a ver cómo se las ingenia Arvid Nelson para que el final de Rex Mundi esté a la altura de todo lo grosso que se vio hasta ahora. En un comic donde tiene tanto peso la religión, no queda otra que tenerle fe…

2 comentarios:

Patricio dijo...

nada que ver andrés , quisiera hacerte una consulta : Que tiendas recomiendas para encargar comics a Usa aparte de Amazon? , ya no confío mucho en esta porque me perdió un pedido, y se demora bastante. Gracias.

Juan Ferreyra dijo...

Ehhhh Gracias por la reseña del cuarto Tomo Andres! me alegro que te vaya gustando!
abrazo!