jueves, 28 de julio de 2011
28/ 07: EX MACHINA Vol.6
Otra vez hay clima de elecciones en Buenos Aires, y una vez más es menester acordarse de este ex-superhéroe que un día colgó el jetpack para dedicarse a servir al pueblo de New York de otra manera y se convirtió en Jefe de Gobierno de la Gran Manzana.
Este recopilatorio es el que menos historieta ofrece: sólo cuatro episodios de la serie regular y un especial que nos cuenta la trastienda de Ex Machina, cómo entrega Brian K. Vaughan los guiones, cómo boceta Tony Harris las páginas, cómo se colorea, cómo se arman las portadas, todo el proceso de las fotos a seres humanos de carne y hueso que luego la magia de Harris convierte en magníficos dibujos y demás (ahora que sabemos que Harris no afana fotos de Flicker, sino que las saca él mismo, lo pasamos al estilo Juan Carlos Nikkon). En total son 22 páginas de backstage y está –dentro de todo- bien. Más de 30 ya era un achaco. Pero claro, se supone que uno compra el libro para leer historietas y de eso hay apenas 88 páginas.
El tema es que son 88 páginas con mucho jugo. Acá lo vemos a Mitchell Hundred perder sus poderes, recordar sus inicios, ser víctima de un complot orquestado por su amigo incondicional Kremlin, enterarse de que este y su vieja pegaron onda, y enfrentar a un misterioso viajero, cargado de una extraña energía, que parece tener data grossa sobre quién, cómo y por qué le dio a Hundred sus habilidades especiales. En el medio, y por si faltara algo, el Jefe de Gobierno tiene que lidiar con un apagón de gigantescas proporciones que deja sin energía eléctrica a 50 millones de personas, lo cual pone a prueba –una vez más- su cintura política, su capacidad de trabajar en equipo y su ingenio para resolver los problemas de los que lo votaron.
Pero es todo mucho más intrincado de lo que parece. Al final (que llega rápido), Hundred no logra sacar demasiado en limpio de su encuentro con el misterioso Zeller y ni siquiera le queda clara la relación entre la extraña aparición de este personaje y el apagón. Zeller volverá a esfumarse, la energía eléctrica será restituída y al ex-superhéroe le quedarán tantas dudas como al principio de la saga. ¿Fue todo al pedo? No, porque los lectores ya podemos empezar a tirar conjeturas, y sobre todo porque vimos a Hundred desenvolverse sin sus poderes, de forma totalmente distinta a como lo hizo hasta acá. Por supuesto, Vaughan no deja pasar la oportunidad para mostrarnos cómo este suceso altera el sutil equilibrio entre el poder “fantástico” y el poder político, que es lo que hace tan interesante al personaje de Mitchell Hundred.
Y finalmente volvió la madre del protagonista, que apareciera allá por el Vol.3 y luego se morfara dos tomos en el banco de suplentes. Acá tiene un par de lindas escenas y es, junto a Kremlin, el personaje secundario con más desarrollo en este arco argumental.
El trabajo de Tony Harris, si bien sigue resultando frío, demasiado foto-dependiente, cobra un vuelo muy, muy atractivo en las escenas de acción, o sea, los flashbacks protagonizados por Great Machine durante los ataques del 11 de Septiembre de 2001. En la escenas protocolares, o de simples diálogos, se las ingenia siempre para no aburrir, pero cuando pinta la machaca, pela una intensidad y un vértigo que te quitan el aliento. Notable lo de Harris.
Me queda sin leer un sólo tomo y después vendrá una pausa larga hasta poder llegar al final de esta adictiva serie, repleta de diálogos magistrales, excelentes caracterizaciones, misterios atrapantes, dilemas morales espinosos y temas que habitualmente las historietas no tocan, como la forma en que se ejerce un cargo electivo tan importante como la intendencia de una mega-metropolis del Siglo XXI. Prometo volver pronto. Y el domingo, no te olvides: si no te interesa la política, votá por la salud, la educación pública, la cultura, la vivienda digna, el transporte público, los derechos humanos y todas esas cosas con la que el PROcesado Macri se limpió el orto cuatro años y –si lo dejamos- se lo va a limpiar otros cuatro. Por ahí Daniel Filmus no es el Jefe de Gobierno que se merece Buenos Aires. Pero quedate tranquilo, que peor que Macri no va a ser.
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6 comentarios:
Andres, de cuantos numeros cuenta la serie ex-machina? Se consiguen todos en castellano?
Creo que son 50, y cuatro o cinco especiales.
Ni idea de cómo se edita/ editó en castellano.
Andrés... qué puedo decir de estos dibujos que son una lavativa? cuando se va a largar a dibujar solo ese tipo? si quiero fotonovelas, se las pido a mi vecina, que las guarda junto con las Radiolandia... che, qué pasa con el dibujante de historietas? ya no hay? o es un cuento que me contó el tío Récord y la tía Columba? qué es estoooo? ...
Ahí vi algunas páginas... Le falta vida a ese dibujo. Son muñecos de cera, las sombras son tan correctas que pierden el sentido de ser, los fondos nunca se sintetizan, y la expresion de las caras está muy entorpecida por el detalle de reproducir pelos y señales de una realidad a la que justamente cuando abro un comic preferiría prescindir... como técnica para perfeccionar el dibujo, está bien... pero poner esto en una revista! le falta sangre, pulso narrativo... las expresiones de los tipos son más dignas de un manual de anatomía! las arrugas del traje del yuppie ese...jajjaa... el peinadito... en fin: debe ser un guión extraordinario...
"Juan Carlos Nikkon", Jajaja, que chabón.
Este Harris se volvió pecho frío nomás, si lo que hacía para Starman estaba bueno. El color digital ya le daba al dibujo de historieta su cuota de frialdad pero sumado a estos procedimientos para adquirir estos "dibujos" enfrían por completo el asunto...
Yo Harris le regalaría un número de Savarese de Mandrafina, o algún libro de Paco Roca para que vea de que va el dibujo.
Saludos a todos.
Franco
Franco: aplaudo de pie tu comentario. jajjaja.. me imagino un tipo con nuca rapada estilo '50, con tiradores y pipa, y la bandera yanqui de fondo, diciendo: Cachou Mandrafáina? wath is?
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