el blog de reseñas de Andrés Accorsi

domingo, 7 de octubre de 2012

07/ 10: FANTASTIC FOUR: UNSTABLE MOLECULES

Hoy no pensaba postear, pero bueno, este clima del orrrto nos obligó a cancelar las actividades en Tecnópolis y acá estoy. Mucho de lo que no se pudo hacer hoy se hará mañana, así que lo más probable es que mañana no haya post.
Me falta bastante para ponerme al día con los Fantastic Four de Jonathan Hickman, pero mientras tanto me concentro en una de las versiones alternativas, una nueva incursión de Marvel por el subgénero de “superhéroes en el mundo real” y por otra vertiente que ya casi es un subgénero, la de “le damos los personajes clásicos a algún autor del palo alternativo, a ver qué hace”.
En ambos casos, hay sorpresas. Por un lado, el autor elegido no es otro que James Sturm, un creador muy raro, muy personal, “famoso” por algunas historietas muy cercanas al género documental, siempre situadas en pequeñas ciudades de EEUU a fines del Siglo XIX o principios del XX. Sturm se hace cargo de los guiones, pero no de los dibujos, en una movida muy piola, porque el estilo gráfico de Sturm difícilmente sea digerible para los lectores habituales de Marvel. Para dibujar Unstable Molecules llega un ídolo de larga trayectoria en editoriales chicas, Dark Horse y Vertigo: el maestro Guy Davis, en el que creo que es su único trabajo para Marvel.
Y por el otro lado, esto es tan del “mundo real”, que Reed, Sue, Ben y Johnny no tienen poderes. De hecho, NADIE tiene poderes. Es una historia 100% realista, ambientada en 1958, antes del fatídico viaje al espacio del famoso cuarteto. En ese sentido, el del realismo, Sturm sube la apuesta aún más: Unstable Molecules no es una historia de los Fantastic Four, sino una biografía de las personas de carne y hueso en cuyas vidas se inspiraron Stan Lee y Jack Kirby para crear a los Fantastic Four. De hecho, Sturm nos cuenta que los Johnny y Sue Storm a los que leímos durante 51 años están basados en Johnny y Sue Sturm, parientes del guionista.
Toda la historia, e incluso el prólogo, las notas y los artículos que complementan la edición en TPB, se presentan como el resultado de una rigurosa investigación por parte de Sturm. El autor conoce el paño de la historieta documental y acá juega abiertamente con eso, y obviamente con el contraste entre las vidas “reales” de estos cuatro personajes y las vidas superheroicas que les imaginaron Lee y Kirby en los ´60 y que los lectores nos sabemos de memoria. Cada giro, cada volantazo, cada cosa que les pasa a estos personajes y que los alejan cada vez más de los FF que uno conoce, provocan un impacto maravilloso, además de ser funcionales a una historia que avanza con un rumbo sumamente coherente.
Además de jugar con los mitos de los FF y demostrar que los conoce a la perfección, Sturm le suma mucho a su historia cuando explota a full el contexto socio-político de fines de los ´50: el miedo a los soviéticos, el creciente control de los milicos sobre el desarrollo científico e industrial, el repudio de buena parte de la sociedad contra los comics, los primeros replanteos del rol de la mujer, el auge de la ciencia-ficción, la irrupción de los beatniks, el impacto de novelas como On the Road o Payton Place... todo eso está en Unstable Molecules perfectamente hilvanado a la trama principal.
Podría hablar mucho más de los hallazgos del guión de Sturm, pero quiero redondear con algunas frases acerca del dibujo de Guy Davis. Este es un trabajo raro en la trayectoria de este prócer: no hay monstruos ni criaturas infernales, casi no hay secuencias que transcurren de noche, no hay elementos fantásticos y, si bien es muy importante la reconstrucción de época, se trata de un período “luminoso”, o habitualmente graficado como luminoso. Los ´50 no tienen ni la oscuridad del medioevo, ni la sordidez de los años ´30, ni los claroscuros brutales de los ´40. O sea que Davis, sin subirse al tren del realismo fotográfico, se ve limitado a contar historias 100% verosímiles de gente 100% común, en un ámbito urbano básicamente limpito y lindo. Por supuesto, lo hace muy bien.
Y aplauso también para Robert Sikoryak, otro autor que viene del indie, que aporta esas extrañas viñetas de Vapor Girl, la historieta que obsesiona a Johnny y que Sturm conecta con la trama de Unstable Molecules al mejor estilo Watchmen.
En el prólogo, Sturm afirma que este es sólo el principio de una trilogía. Esto salió en 2003 y los volúmenes siguientes no salieron jamás, con lo cual supongo que esa afirmación es parte de la gran farsa que hay detrás de este comic supuestamente biográfico y definitivamente grosso. Te lo recomiendo incluso si no sos fan de los FF, ni de Marvel, ni de los superhéroes.

1 comentario:

Mariano Pagella dijo...

Posta que cuando lo leí hace unos años, sin tener idea de que se trataba, me hizo dudar a full si lo que contaba era verdad o no, al punto que me puse a googlear a ver si no se me había escapado la historia que cuenta. Un mostrosidad.