Hubo un leve cambio de planes: la mega-epopeya con la que Mike Mignola y Duncan Fegredo se propusieron revolucionara Hellboy allá por 2007, se pensó para cuatro tomos y finalmente fueron tres. Lo malo: menos páginas dibujadas por este Fegredo mignolizado e insuperable, que deja la vida en cada viñeta. Lo bueno: ya no hace falta seguir esperando para saber cómo termina esta saga absolutamente fundamental.
Los primeros tres episodios (de seis) se podrían haber contado tranquilamente en 30 páginas. Acá, Mignola aprovecha el espacio que le sobra para recapitular bastante de lo sucedido en los tomos anteriores, para avanzar lentamente algunos sub-plots, para desarrollar un poquito más a un personaje riquísimo (Alice) y –por supuesto- para meter a personajes y lectores en el clima que requiere esta saga. El clima es ese de “un mundo fascinante, de salvaje belleza e infinitas posibilidades, que está a punto de irse a la mierda, pero muy, muy mal”. Algo así como lo que sentís cuando estás en un boliche repleto de minas espectaculares y el DJ pone un tema de Ricky Martin o Chayanne. Efectivamente, se viene el apocalipsis.
Y la verdad es que desde que empezó Hellboy que las profecías del apocalipsis se vienen acumulando como las copas en las vitrinas del Barça. La diferencia es que, esta vez, es todo posta. La segunda mitad de The Storm and the Fury es el verdadero final, el combate definitivo contra… no te lo puedo decir, pero es muy grosso. El sitio elegido para la batalla final es Inglaterra, la machaca desafía todos los límites de la machaca y el resultado es… desolador. Si venís leyendo las noticias, o el Previews, sabés que la próxima saga de Hellboy es en el Infierno. Creeme, te va a gustar mucho saber cómo llega hasta ahí el querido Anung Un Rama. Vas a sufrir, no lo vas a poder creer, te vas a emocionar al ver cómo el bicho de la mano indestructible aguanta hasta el final, y el final, cruel y perverso como Rodríguez Larreta, te va a cerrar a full.
A esta altura, ya es bastante obvio que Mignola se convirtió en un excelente guionista: su plan a largo plazo, su desarrollo de los conflictos y los personajes, los diálogos, los bloques de texto y hasta las secuencias mudas nos hablan de un autor que aprendió a ponerle magia y poesía al festival de los monstruos que se cagan a trompadas. ¿Por qué no es más reconocido en este aspecto? Quizás porque eligió como compañeros de aventuras a unos dibujantes tan bestialmente grossos que logran eclipsarlo. Con Fegredo pasa eso. El dibujo es tan, pero tan bueno, que los bloques de texto parecen molestar, ocupar centímetros en los que uno quiere ver más dibujitos de Fegredo. Los logros del dibujante inglés son demasiados, aunque tal vez el más notable sea cómo logró ensamblar su estilo con el del creador de la serie. Incluso la puesta en página, los enfoques, la composición de las viñetas nos recuerda en el acto a las de Mignola. Y cuando ves las páginas de cerca, aparece Fegredo, con sus detallitos sutiles, con la expresividad de los rostros (sobre todo femeninos) que Mignola no podría lograr. El combo , ese estilo en el que se mezclan los dos maestros, y al que tan bien entiende, complementa y realza el glorioso Dave Stewart con su paleta, se termina al final de este libro pero se queda a vivir para siempre en mis retinas y -me parece- en el corazón de todos los que amamos a Hellboy.
Se termina una saga que amenazaba con cambiar a Hellboy para siempre y cumplió con creces. Ahora se vienen los festejos de los 20 años del personaje y una nueva dirección, bajo las manos de un Mignola que se reconcilió con el tablero de dibujo. Gloria eterna a esta serie, un ejemplo de coherencia, creatividad y huevos para bancar un proyecto personal que al principio podía parecer medio ladri y hoy es un emblema del comic norteamericano actual.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
5 comentarios:
Fegredo, solamente con Hellboy: The Fury #3 como prueba necesaria, pasó a ser el mejor dibujante del 2011 en mi opinión.
Mejor que Rivera y Martin en Daredevil, mejor que Williams III en Batwoman, mejor que todos.
Lo de Fegredo fue un mazazo, que era precisamente lo que necesitaba esa parte de la historia.
Buenísima la metáfora bolichera. Es una bomba de ébano...
Hola, Don Andrés. Estoy en busca de "From Hell" de Moore en español. Es posible conseguirlo? Sé que el tema está jodido por la licencia pero... por ahí Ud. tiene algún dato.
Se agradece, amigazo.
mancocretino@hotmail.com
Creo que eso lo editó Planeta-DeAgostini en España. Supongo que será posible conseguirlo, aunque no te podría precisar dónde.
Efectivamente hay una edición de Planeta DeAgostini, yo la compré en la Feria del Libro, creo que en Plan T.
Publicar un comentario