Cuando uno ya creía tener el mapa definitivo, el atlas completo del Universo Bobillo, aparece este animalito y te agrega un continente nuevo, cuya exploración resulta inmensamente placentera.
Dibujada en un estilo que no se parece en nada al que vimos en las otras obras de Juan, esta es una tira 100% cómica, enrolada en ese humor costumbrista con la mira puesta en las relaciones de pareja, y a la vez con margen para descolgarse hacia situaciones y tonalidades distintas e impredecibles. El dibujo es muy raro: a simple vista parece un trazo nervioso, casi descuidado, más fruto de la urgencia que de una búsqueda estética. Cuando lo mirás en detalle, sin embargo, te das cuenta de que ESO es lo que Bobillo buscó desde el principio: una línea chunga, suelta, de lápiz sin entintar y contrastes levantados en el photoshop, a la que manipula de modo magistral para lograr una expresividad y una frescura que se combinan a la perfección con la onda de la tira. El color acompaña sin estridencias, los fondos aparecen solo cuando son imprescindibles y –como en todas las buenas tiras humorísticas- el recurso narrativo que más protagonismo adquiere es el control del tempo narrativo, obviamente puesto al servicio del efecto cómico, algo que Bobillo nunca había hecho antes y que le sale demasiado bien.
No me voy a poner a contar los chistes, porque no da. Básicamente, la tira se alimenta de la convivencia entre Coca, una odontóloga fashion, sensual y bastante manipuladora, y Ramón, un loser con menos glamour que el Tolo Gallego, que se las da de novelista, pero termina laburando de mozo. Y en el medio están Fernet ( la mascota de la pareja, un bicho que no se sabe bien si es perro o gato), un par de amigos de Ramón y no mucho más. Con esos elementos, a Bobillo le alcanza para incursionar con éxito en el terreno de la sitcom con algún toque surrealista .
Lo único que tira un poco para atrás es la forma en la que se eligió reeditar estas tiras, originalmente aparecidas en la revisa Hecho en Bs. As.. Este es un libro de 128 páginas de impecable factura, con excelentes portadas, solapas, buen papel, óptima calidad de impresión, lindo diseño, pero con un problema fundamental: hay una sóla tira por página. En 128 páginas, tenemos 125 tiras. Lo cual no es poco, para nada. Pero uno se acostumbró a los libros de tiras cómicas que traen dos o tres tiras por página y ya una sola deja gusto a poco. Por ahí hubiese estado bueno publicar cada tira un poco más chica y meter dos por página. Lo cual acarrea, a su vez, dos efectos colaterales negativos: en el formato que a mí más me gusta, el dibujo de Bobillo se luciría menos, y además habría que esperar a tener… 200 tiras para reeditarlas en un librito de 100 páginas.
Todo eso es sumamente discutible, me hago cargo. Lo único que sí me queda clarísimo es que con su paso por la tira cómica, Juan Bobillo demostró (una vez más) que su talento va mucho más allá de los géneros y las estéticas. Si sos fan de este capo absoluto con más de 15 años de ilustre trayectoria a sus espaldas, entrale de una a Coca, Ramón & Fernet. Una verdadera delicia.
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2 comentarios:
¿Había changuito posta?
mmmm...
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