Retomo esta serie clásica a la que redescubrí con ojos de adulto a mediados de Agosto del año pasado. Aquel tomo, Les Loups de Wyoming, enfrentaba a los buenos contra los hermanos Dobbs, temibles forajidos responsables de infinitos robos y violentos asesinatos. Uno de los Dobbs, Russ, el más jodido, lograba escaparse y este tomo, llamado Le Ciel est Rouge sur Laramie, consistirá precisamente en cerrar ese plot.
Acá la dupla sin apellido, integrada por el guionista Greg y el dibujante Hermann (ambos belgas), tomará una decisión arriesgada: Les Loups de Wyoming era un álbum de protagonismo coral, con seis o siete personajes importantes, entre los que se destacaban por sobre el resto dos: uno creado ex profeso para esa aventura y otro, Red Dust, que integraba el elenco de la serie desde el Vol.1. Esta vez será Red Dust, el pelirrojo fachero, cínico, testarudo y siempre al filo del conflicto con los compañeros y la patronal, quien monopolice las acciones. Los otros cowboys del Rancho 666 aparecen en apenas tres páginas y Comanche, que supuestamente es la protagonista, en una sola. Ella será la encargada de leerle a sus muchachos la carta que envía Red Dust, en la que narra (en primera persona) la osada cacería que emprende para capturar vivo o muerto al perverso Russ Dobbs.
Entre la página 5 y el final del álbum, entonces, será Red Dust quien cabalgue por la majestuosa geografía de Wyoming. Lo más loco es que no lo hará solo. No sé si para llenar páginas o porque piensa usarlos más adelante, Greg rodea a Red Dust de un atractivo combo de personajes secundarios, a los que desarrolla bastante pero utiliza poco. “Bombardero” Cavendish secunda a Dust en el tramo final y junta mucha chapa, Amos Coogan y Shaver Sharp tienen buenos momentos, con escenas importantes para la trama, pero Isadora Davenport y Leighton Hart, por lo menos en este tomo, están ahí para hacer número, no para aportar nada memorable, ni mucho menos. Sospecho que más adelante tendrán peso en alguna otra historia.
Como ya olfatearás, a una historia de 47 páginas en la que hay que presentar y desarrollar a cinco personajes nuevos no se le puede pedir demasiado énfasis en la acción. Por el contrario, se hacen imprescindibles las escenas más tranquis, para que estos personajes puedan conocerse y uno se interese mínimamente por ellos y sus motivaciones. Greg lo tiene clarísimo. Fuera de las cuatro o cinco páginas finales, la acción se circunscribe a un puñado de viñetas, estratégicamente repartidas en distintos pasajes del libro. Y en el final sí, estalla la violencia y Red Dust, cansado y molido a palos, encuentra lo que fue a buscar al pueblo de Laramie.
El dibujo de Hermann no hace más que mejorar y acercarse de a poco al estilo que lo haría famoso a nivel mundial en los ´80, en las obras que él mismo escribiera. En el trazo del belga sigue muy presente la influencia del gran Antonio Hernández Palacios, el más notable de los muchos maestros de la línea académico-realista a los que Hermann estudiaba en esta etapa. Cuando trata de sintetizar, de prescindir de algunas líneas, sombras y texturas, se empieza a ver muy de a poquito el Hermann de Jeremiah y Las Torres de Bois-Maury. Cuando va a fondo con el realismo más “fotográfico” no sólo aparece con fuerza la impronta de Hernández Palacios, sino también viñetas de inconmensurable fuerza visual, desbordantes de virtuosismo, como esa secuencia de las páginas 17 y 18 en la que los malos cascotean un puente y la diligencia y los caballos caen al río. Eso es casi imposible de dibujar y menos al nivel que lo hace Hermann. El resto es todo de muy bueno para arriba: muy expresivo, muy dinámico, muy bien narrado, y si hay algo que no me deja del todo conforme es el color, que en algunas viñetas recurre (como sucedía en los álbumes clásicos de Blueberry) al “pintamo´todo el fondo del mismo color y a comerla”. Si en el fondo además de decorados hay gente, no calienta. Será gente toda azul, toda violeta, toda naranja o toda marrón. Habría que ver si en las ediciones más recientes esto no fue recoloreado con más tiempo, más dedicación y técnicas más modernas.
Le Ciel est Rouge sur Laramie es un álbum incluso más al límite que el anterior en materia de crueldad y violencia, lo cual es muy loco si pensamos que esto se publicaba (allá por 1975) en una revista infanto-juvenil. Quiero más Comanche, para disfrutar de más Greg y Hermann, y para ver si los otros personajes del Vol.3 reaparecen, o si la serie fue definitivamente copada por Red Dust, el Wolverine del Rancho 666.
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4 comentarios:
Y hoy en "Desvirtuando el blo en el primer comment": Black Panther de Christopher Priest. Que tal es? Le doy una chance?
Lei alguito de lo de Reginald Hudlin en Pantera, me pareció piola, pero me dicen que lo de Priest es mejor.
Lo de Hudlin nunca lo leí. Estoy esperando a poder completar lo de Priest, que está buenísimo. El problema es que casi no tiene TPBs y las revistitas (sobre todo los números altos) no son fáciles de encontrar.
Y como esto de desvirtuar se hace fácil, pregunto... Lost Girl de Alan Moore, esta bueno? lo quiero comprar, pero quería saber que te parecía...
Pd: gracias por otro año mas de este gran blog. :-)
Nunca leí Lost Girls y no me llama en lo más mínimo la atención.
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