Ahora sí! Tarde pero seguro, terminé de leer todos los libros argentinos aparecidos en 2012 que tenía ahí, en lista de espera.
El caso de Julieta Arroquy es raro: se trata de una periodista que un día, tímidamente, empezó a dibujar para hinchar las bolas, sin ninguna ambición, sin estudiar dibujo... para divertirse. Se le ocurrió ponerle textos a sus dibujos (en los que no aparecían personajes, sólo objetos) y a alguien le pareció que había gracia en esa combinación entre dibujos y textos. De la noche a la mañana, Julieta se convirtió en una humorista gráfica, que publicaba sus chistes en una revista femenina para luego verlos recopilados nada menos que por Ediciones De la Flor. El salto lógico (o no) era hacer historietas. Julieta creó a Ofelia para protagonizar historietas de una página (y algunos chistes de una sóla viñeta) que se convirtieron en hitazo cuando las subió a la web. Y con ese material se armó este primer libro, al que seguramente seguirán varios más, porque le está yendo muy bien.
Con Ofelia, Arroquy se animó a hacer lo que antes no hacía: contar una historia en secuencia y dibujar personajes. Con dos salvedades: 1) dibuja UN personaje. Ofelia no tiene personajes secundarios, habla sola, con los lectores, o a veces con la propia autora. Y 2) lo que cuenta Arroquy con Ofelia no son exactamente historias, no hay principio, desarrollo y fin, no hay curva dramática, no hay tramas propiamente dichas. Lo que hay es un chiste que casi siempre desemboca en un remate, fraccionado a lo largo de varias viñetas en las que Ofelia rara vez se mueve. Y a su vez, una salvedad dentro de la salvedad: algunos de estos chistes en realidad son reflexiones ingeniosas, que no buscan el efecto humorístico. Están las dos vertientes: una más cómica, y una más introspectiva, en la que prima la intención por parte de Arroquy de dejarte una idea picando en la cabeza, un tema para debatir con vos mismo, un interrogante. Acá es donde la tira suma puntos a la hora de concretar uno de sus logros más notables, que es el de la identificación del lector (y sobre todo la lectora) con Ofelia.
Las planchas seleccionadas para el libro no están publicadas en orden, con lo cual vemos saltos para adelante y para atrás en la calidad del dibujo. Cuando Arroquy se asienta en su mejor nivel, tenemos un dibujo sencillo, muy básico, donde no importan la anatomía, la perspectiva, la iluminación, los fondos... Lo suyo es un ejercicio de minimalismo donde apenas tienen cabida la línea (siempre del mismo grosor), la expresión en el rostro y algún detalle del lenguaje corporal de Ofelia, que la autora pilotea con solvencia. Julieta no juega en ningún momento a mostrar virtuosismo (de hecho, ella afirma que dibuja mal) y sin embargo se luce cada vez que juega a las parodias de los cuadros famosos, con hermosos y muy logrados homenajes a Munch, Klimt, Magritte o Warhol.
Ofelia se alimenta de las sensaciones, emociones y reflexiones de una chica de papel y tinta que se parece en muchas cosas a las chicas reales de 20 ó 30. Es una historieta que a los comiqueros nos resulta muy rara, porque está pensada para ser disfrutada por gente que (como la propia Arroquy) no lee historietas. En ese segmento (repito, mayoritariamente femenino) las reflexiones humorísticas y no tanto de Ofelia encontraron a un público amplio y receptivo, que le permitió a Arroquy ocupar un lugar importante entre los humoristas gráficos de la actualidad. Así como pegó ese salto de los chistes de un sólo cuadrito sin personajes a Ofelia, no descarto que en cualquier momento pueda pegar otro salto, y aspirar a la calidad y la masividad de una Maitena, por ejemplo. Veremos cómo sigue la extraña historia de Julieta Arroquy.
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6 comentarios:
cuelgue: qué lindo sería ver una historieta nueva dibujada por Maitena pero con guión de De Santis (por ejemplo), como para zafar un toque del ¨segmento¨ jeje, saludos
anónimo dolape
Maitena dibujó Barrio Chino, una historieta de formato "continuará" en Fierro, pero si no me equivoco era una adaptación que hizo ella misma. No la leí entera, sólo tengo una o dos entregas.
No, Barrio Chino tenía un guión original, escrito por Juan Carlos Martini. Estaría muy bueno que se recopilara TODO lo que hizo Maitena para la Fierro clásica, pero creo que ella mucho no se copa con ese material.
Una pena. Por otra parte muchos tipos que hacen ¨humor¨ no se bajan de esa ni a palos: a meter tiras o viñetas en diarios y revistas para una vez juntada una ¨buena¨ cantidad, recopilar. Será esa la que va en nuestro mercado?, gracias por la data muchachos, saludos
anónimo dolape
Ah, yo tenía entendido que el cuento original era de Juan Carlos Martini pero que la adaptación a historieta había corrido por cuenta de la propia Maitena.
Me parece que no, que el propio Martini escribió el guión. También es probable que lo haya hecho Maitena, o incluso que lo hayan hecho juntos, porque en aquel entonces eran marido y mujer.
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