Estamos en 1983, y DC lanza su línea de novelas gráficas (ya con ese rótulo), apuntadas en un principio a la ciencia-ficción, es decir, no tanto para competir con las novelas gráficas de Marvel (que estaban repletas de superhéroes), sino más bien con las revistas tipo Heavy Metal y Epic Illustrated.
No sé en 1983, pero hoy, Star Raiders adolesce de un guión definitivamente flojo. De todo lo que pasa en esas 64 páginas, lo único que me sorprendió, o me entusiasmó, o me pareció ingenioso, pasa dos páginas antes del final. En todo el resto de la obra, lo vemos a Elliot S! Maggin (guionista de Superman durante buena parte de la Verdul Age) transitar sin sobresaltos por toda una serie de lugares comunes, muy anclado en las convenciones de la ciencia ficción post-Star Wars. Hay machaca, hay combates épicos entre naves espaciales, hay una rebelión contra un imperio malo y poderoso... nada que resulte novedoso o atrapante para los lectores de hoy. Por ahí algún atisbo de diálogo más filoso, o algún chiste más o menos bien deslizado... No mucho más. Ah, sí... chivos subrepticios a Atari! Star Raiders era un juego de aquella precaria consola que tanto nos cebara a los pibes de principios de los ´80, y acá se dice varias veces la palabra “Atari Force”, que después sería el título de una serie regular de DC.
¿Qué salva a Star Raiders de irse al descenso? Sin dudas, el dibujo del maestro José Luis García López. Acá, además de sorprender con su incomparable talento para la anatomía, la perspectiva, la puesta en página, las expresiones faciales y el diseño de naves, armas y criaturas, el prócer del dibujo académico-realista nos detona las retinas con el color. Estas 64 páginas están realizadas por García López a color directo, con una técnica (obviamente manual) zarpadísima, que le da muchísimo protagonismo al color, aunque sin eclipsar al trabajo de la línea. El dibujo de García López coloreado por él mismo cobra tridimensionalidad, volumen y por momentos incluso un vuelo, una sofisticación impensable en las historietas que le masacraban por aquellos años los impresentables coloristas de los comic-books tradicionales. Se ve que este debe haber sido un desafío durísimo para el ídolo, porque después dijo “nunca más” y en los 30 años posteriores no lo vimos nunca colorear sus propios trabajos. Una lástima, porque esto tiene una belleza indescriptible. Acá vemos cómo, cuando a uno que sabe le dan los medios para irse a la mierda, salen maravillas. García López aprovecha a pleno las posibilidades de este formato más grande y más finoli que el tradicional, y responde con un despliegue de viñetas que amenaza con llevarse puestos los límites de la página, y por supuesto con la magia alucinante del color directo, irreproducible en el papel berreta de los comic-books de 1983.
Si te gusta el dibujo clásico de aventuras, ya sabés que no hay muchos artistas al nivel de García López. No los había en 1983, y mucho menos hoy. Con lo cual ni tiene sentido que te recomiende conseguir Star Raiders para hacerte pajas de fuego con los dibujos del maestro. Seguro ya la tenés, protegida con láminas de amianto. Y lamentablemente, no hay otros lectores a los que les pueda recomendar esto, porque el guión no tiene ni por asomo los méritos suficientes para dedicarle los 40 ó 45 minutos que requiere su lectura. Esto es 100% dibujo, un dibujo colosal, majestuoso por donde se lo mire, que rema solito contra un guión que más que pobre es indigente, y que –repito- si te gusta la estética clásica, te va a hacer infinitamente feliz.
domingo, 9 de junio de 2013
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7 comentarios:
Tas contento con el resultado del rojo no andresito?
Y... para qué te voy a mentir...
Un poco de gracia me causa imaginarme al Rojo jugando con Defensa y Justicia y Boca Unidos ;)
Che gordo, que pensas de la profileracion de los protibulos en la tierra de la presidenta? Es show mediatico?
No manejo ninguna información como para opinar.
"atari force" es secuela de esto o no tienen nada que ver?
Estoy 95% seguro de que no tiene nada que ver.
Me hace acordar a la vieja época de 2000AD
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