Bueno, no está tan mal. Estaba preparado para mucho menos y la verdad es que encontré varias cosas rescatables en estos tomitos. Parece que quien seleccionó las tiras para Clarín tiene gustos parecidos a los míos.
El primer tomo arranca para atrás, con chistes sobre la actualidad económica y social de 1987, pero pronto empiezan a aparecer elementos más atractivos: el debut de Alexis Dolínades, la saguita (bastante subida de tono) del cola-less de la Mulatona, el Clemente alado (en cuyo arco argumental hay cameos de todos los personajes de la tira, incluso los que llevaban milenios sin aparecer), el clementosaurio, la cruzada contra los tilingos que infectan nuestro idioma con palabras extranjeras y –lo que a mí más me interesó- un Clemente antiguo, que Caloi utiliza para plantear el contraste entre los personajes de tiras cómicas de esta época (fines de los ´80) y los de las décadas del ´20 y el ´30. Clemente remata la última aparición de este personaje con una frase que vale la pena rescatar y que cobra especial relieve escrita por el mismísimo Caloi: “En cierta forma, vivían en un mundo fantástico. En cambio a nosotros se nos filtra la realidá por todos lados”.
El Vol.10 arranca en 1989, con tiras que son crónicas de las noticias: Menem gana las elecciones, el gobierno de Alfonsín se cae a pedazos, se anticipa la entrega del poder, llega Menem y arranca el vértigo de las privatizaciones. De ahí, salto brutal a 1990, a una muy buena seguidilla de tiras centradas en el Mundial de Italia. Después, todo el arco de Jacinto adolescente, que le sirve a Caloi para reirse de la forma en la que hablaban los jóvenes allá por 1990-91, y de costumbres tales como el pelo largo, el arito y el rockanrol, ante las que Clemente queda como un viejo reaccionario, anclado en el tango y el folklore. Y termina con la extensa serie basada en el Apuntador, que empalma con la de la cuerda floja, en la que de nuevo tiene bastante peso la Mulatona.
El Vol.11 arranca con la aparición de una supuesta hermana de Clemente, seguida del fugaz regreso de Bartolo y el tranvía, para desembocar en una larga serie de tiras junto a la Incubadora, la madre de Clemente. Este tramo es realmente notable. Le siguen la serie del implante capilar, la de la piedra filosofal y la del Tarzán ecológico, estas dos con roles importantes para la Mulatona. Y si bien el libro compila tiras de 1992, ´93 y ´94, no hay una sóla mención al Mundial que se jugó en EEUU.
El Vol.12 (1995-96) incluye la saga de los roller (muy graciosa), la de Clemente asustombrado (floja), la de las hinchadas y los insultos (muy buena) y una que realmente me sorprendió por el vuelo y la cantidad de variantes que explora Caloi que es la de las cirugías plásticas.
Por supuesto en los cuatro tomitos tenemos un montón de chistes “de los otros”, de esos en los que Clemente está solo, en un lugar indefinido (porque no hay fondos) y dialoga directamente con el lector, en una seguidilla de frases que van hacia una reflexión humorística y que invariablemente empiezan con el “¿Vio que... tal cosa?” . Esas son las menos interesantes, claramente, sobre todo porque Clemente podría no estar y el chiste tendría exactamente la misma gracia. De hecho, son tiras que sin dibujarse tendrían exactamente la misma gracia, lo que los críticos llamamos “humor radial”.
Por otro lado, el dibujo de Caloi está afianzadísimo en un estilo muy lindo, de una falsa sencillez (parece una boludez dibujar como dibujaba Caloi en esta época, pero debe ser dificilísimo), con un repertorio inagotable de expresiones faciales y corporales, y con temas, lugares y personajes que –lamentablemente- exigen mucho menos de lo que podía dar este virtuoso del dibujo. De todos modos se ven muchos hallazgos gráficos de los que no abundan en las tiras diarias de ninguna época y de ningún país.
¿Habrá ideas tan interesantes como las que me sorprendieron en estos tomitos en los cuatro que me quedan por leer? Ojalá que sí. Yo, por las dudas, voy con cero expectativa, así todo lo que esté bueno se considera ganancia.
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2 comentarios:
Recuerdo que en la muestra de los 30 años de Clemente en el Palais de Glace se veía -gracias a la tematización de la curadoría- que algunos de los chistes de un mundial eran refritos de los de un campeonato anterior. Creo que era justo el 94 ¿quizá eso explique la ausencia? ¿Habrá existido un percibido bajón de creatividad?
Andrés: ¿está en esos tomos la saga en la que a Clemente le "salen" brazos y manos?
-Pablo
Sí, eso es parte de "la saga" de las cirugías plásticas.
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