Esta es una serie a la que no le di bola en su momento, porque bueno, era el enésimo spin-off de Sandman y al guionista no lo conocía ni su vieja. Por suerte, a raíz de su paso primero por Hellblazer y después por The Unwritten, me convertí en uno de los miles de fans “tardíos” de Mike Carey. Y también por suerte, Vertigo da revancha y republica toda la serie de Lucifer en estos hiper-TPBs zarpados, con toneladas de episodios, en buen papel, sin los avisos, con esas portadas majestuosas (casi todas de Duncan Fegredo) y a un precio más que razonable. Así que, un poco tarde, pero le vendí mi alma al ángel caído al que tanta chapa le dio Neil Gaiman en las páginas de Sandman.
A la serie de Lucifer no le faltan los logros, pero quiero resaltar primero sus puntos ”flacos”. Por un lado, esto es “Vertigo clásico”, es decir que hay mucho chamuyo místico, mucha rosca con ángeles, demonios, vórtices dimensionales, deidades de distintos panteones, personajes con increíble mala leche que tiran sentencias definitivas… faltan las lesbianas, nada más, que muy probablemente aparezcan en los tomos posteriores. El tono es bastante solemne, hay mucho protocolo, mucha franela y poca acción.
Por otro lado, se nota que es una serie que arranca con la certeza de que iba a durar mucho (el tiempo demostraría que sí, que se bancaba 75 episodios, una miniserie y una novela gráfica). Una vez concluído el arco inicial (la miniserie) Carey plantea una serie de conflictos chiquitos a los que estira al mango, para que avancen muy poco en cada episodio y eso le permita meter muchas escenas con un montón de personajes secundarios a los que desarrolla mucho y muy bien. Y después sí, un conflicto grosso, también mechado con muchísimas escenas más tranqui, más intimistas, centradas en todos los miembros del siempre expansivo elenco, muchos de los cuales podrían no estar, pero que al estar tan bien laburados enriquecen bastante la historia. La sensación es que estos 16 episodios podrían haber sido ocho o nueve, aunque eso requeriría depurar a full el elenco y privarnos de muchas secuencias muy bien escritas, con una exploración minuciosa de las consecuencias de cada cosa que se hace o dice, con magníficos diálogos y bloques de texto y no pocos guiños al lector de Sandman.
Por el lado del dibujo, hay para todos los gustos. Los primeros tres episodios están a cargo del maestro Scott Hampton, concentrado en ponerse al servicio del relato y con su fastuoso estilo pictórico ahí, agazapado para estallar y lucirse en los momentos clave. No creo que sea el mejor trabajo de Hampton, pero está buenísimo. Después tenemos tres episodios de Chris Weston, en un estilo más oscuro y ya mucho más gráfico que plástico. Son guiones duros, difíciles de dibujar, y Weston transpira la camiseta a full para sacarlos adelante. Y en los 10 episodios restantes tenemos casi siempre a Peter Gross, el compañero de Carey en The Unwritten, con muchas pilas, muy bien complementado por Ryan Kelly, que le da a los dibujos un acabado más elaborado, menos simplón que el típico dibujo de Gross. Eso, en las sagas extensas. En los unitarios, y en algunas páginas de un número que Gross no llegaba a terminar, aparece otro grosso de aquellos, Dean Ormston, con su claroscuro pasado de rosca y su asombroso sentido de la especialidad. ¿Cuál es el Lucifer definitivo? La verdad que los cuatro, cada uno en su estilo, lo dibujan muy bien. Hago trampa y me quedo con el de Fegredo, que lo dibuja como los dioses (o los demonios) en las portadas. O en realidad con el de Marc Hempel, que lo dibujaba a la pluscuamperfección en sus numeritos de Sandman.
Por ahora, a Lucifer le falta un poquito de ritmo. En ese sentido, lo pongo por debajo de lo que hizo Carey en Hellblazer y The Unwritten. Si no te hartó la “dark fantasy” y no te exaspera esa pachorra gaimaneana en la que todo va muy despacio y la trama se bifurca en muchas sub-tramas que se cocinan a fuego lentísimo, Lucifer tiene varios artilugios muy atractivos para seducirte y hacerte fan. Tengo para leer un par de tomos más (a los que prometo entrarles en los próximos meses), así que veremos cómo evoluciona la serie.
miércoles, 30 de julio de 2014
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
14 comentarios:
Andrés: ya hay fecha para la Comicópolis de este año?
Sí, P.C., hace rato que están confirmadas las fechas: 18 al 21 de Septiembre.
Te recomiendo darle "me gusta" a la página en Facebook, así no te perdés ningún anuncio.
A partir del lunes 18/08, vamos a tener anuncios importantes todos los días en materia de actividades, autores invitados, editores que vienen a ver trabajos, etc.
Andá negociando francos en el laburo, que esos cuatro días detonamos Tecnópolis!
Yo me compraría un crossover de Lucifer (Sandman) vs. Lucifer (Incorruptible), pero no creo que salga...
Si Afforri aprovecha para detonar Comicopolis que con el desastre que están haciendo después del 2015 va a ser una playa de estacionamiento...una playa que se inunda.
Ché, con el µTorrent ¡se consigue el coso 3 de Sandman! ¡Vamo' lo' pibe'!
Eso es ilegal, por cada comics que bajás y no pagás muere un entintador. No promuevan a la piratería. Comic es cultura. Regalen comics.
El sexo es cultura
No da para hacerse el sarcástico con esto. Antes estaba lleno de videoclubes y después de varios años de decargas a mansalva cuantos clubes quedan? Y la industria discográfica? Acaso no repercutió? Cuantos dólares costaba un disco hace diez años y cuanto hoy? No tomen por sentada la industria del comic que nada garantiza que vayamos a tener esto siempre. Y sino vayan a trabajar gratis a ver si a ustedes les gusta.
Puse lo de los discos en dólares para que no me digan que es la inflación de Argentina. Afuera las cosas no suelen aumentar en la misma proporción, compárenlo con los precios de los comics en el mismo período de tiempo y vean si no hay diferencia. La verdad es que el día que no de ganancias se muere la industria, y después vamos a tener que ver las obras de teatro independientes en la sociedad de fomento o ir a escuchar a la banda de tu primo en la cancha de la escuela y no da. No es joda, hace unos años me hubiera causado gracia, pero hoy no. No sé a quien le gusta tener las cosas truchas además, es como tener ropa trucha o comics de Deux en tu casa, no está bueno eso.
Pero yo porque lo quiero leer ahora, chabón. Igual mucho de inglés no entiendo, pero me gusta mirar los dibujitos. Además, los que roban a troche y moche, son los políticos y quizá, Nik. Yo sólo me bajé un cómic que por ahí lo compro después.
No me la paso bajando cómics, porque después hay que leerlos y me sacan tiempo para chatear por el Ares. Por ejemplo, este de Lucifer no me lo voy a bajar ni en pepe porque no lo escribió Neil Caimán. Es como lo que inquirió Malmalawak: Si sale el nuevo libro de Borges que no escribió Borges, ¿vos te lo bajás para perjudicar a la industria literaria (o en su defecto, a Kodama)?
no, no me bajaría un libro de Borges ni un disco de los Beatles, esos son cosas de viejos.
yo me baje una canción de Borges, y que?
Ah, ese es el cieguito no? es buenísimo ese Borges, yo ví la película con el chabón ese que hizo de electro.
nooo, shhsss, ese es negro, borges era británico, no mencionen el tema racial porque se brotan....
Publicar un comentario