el blog de reseñas de Andrés Accorsi

miércoles, 1 de noviembre de 2017

VAMOS POR LA HAZAÑA

Bueno, la quimera de los 100 posts en el año no está tan lejos. Hay que ponerle a Noviembre y Diciembre el mismo huevo que a Octubre, y listo. Ahí vamos.
Arranco con el Vol.5 de All-Star Western, anteúltimo en esta interesantísima etapa de las aventuras de Jonah Hex. La vez pasada (en realidad hace mil años, el 30/09/15) lo dejamos al ídolo varado en el Siglo XXI, internado nada menos que en el Arkham Asylum, justo él que había compartido tantas andanzas con Amadeus Arkham a fines del Siglo XIX. Aquella vez había quedado un tanto disconforme con los guiones de Jimmy Palmiotti y Justin Gray, pero esta vez este rubro levantó muchísimo. Hex vuelve al Siglo XIX cinco páginas antes del final del libro, o sea que tenemos MUCHOS episodios en el presente, y los guionistas aprovechan a fondo la oportunidad para 1) hacer interactuar a Jonah con varios personajes del DCU actual, no sólo con Batman, que sería el obvio; 2) machacar con el tema de las armas y la violencia, tomando posición firme contra esta locura yanki de que cualquiera puede tener chumbos. Gray y Palmiotti acentúan el contraste entre el Siglo XIX, donde realmente no era ilógico que los tipos fueran calzados a todas partes, y el presente, en el que realmente eso no tiene el más mínimo sentido. Bien ahí la bajada de línea, sobre todo en un comic que debería tener entre sus lectores a muchos fans del gatillo fácil; 3) profundizar más el desarrollo de Hex como personaje, su psiquis, sus sentimientos, su forma de vincularse con los demás; y 4) pegarle un sacudón tremendo al personaje, al eliminar la cicatriz que lo identifica y que –uno sospecha- volverá de alguna manera en el próximo tomo.
Además hay mucha acción, buenos diálogos, una aparición exquisita de Swamp Thing y John Constantine , un guiño a las miniseries que hizo Timothy Truman para Vertigo, y no hay páginas desperdiciadas en esos back-ups que no aportaban demasiado. El dibujo de Moritat tiene, cada tanto, una de esas viñetas perfectas, con encuadres, texturas, expresiones o composiciones dignas de un dibujante de primer nivel. Pero cada tanto. Lo normal son páginas en las que el dibujante se pone metas más humildes, más tranqui. No está mal, cuando se decide a esmerarse en los fondos realmente la rompe, y en general los coloristas lo complementan bastante bien. De todos modos, no puedo evitar imaginarme qué haría Moritat si pudiera dibujar… 64 páginas por año. Yo creo que serían 64 páginas devastadoras. Me falta el Vol.6, espero conseguirlo en 2018 y leerlo en 2019.
Vamos con otra referencia a reseñas de 2015, más precisa-
mente a la del 15/06/15, cuando yo compartía mi primera experiencia leyendo un comic de Juampa Camarda. Ahora me tocó leer el breve Guía para el Fracaso, un librito que recopila una historieta de 2014-15, a la que Camarda le agregó una más cortita, realizada en 2017. Mejoras en el dibujo, veo pocas. Y todas en la última historieta, la de 2017. En general, se sigue notando bastante que a Camarda le cuesta dibujar los objetos y le da bastante paja dibujar los fondos. Pero en esas últimas 16 páginas, se lo ve mucho más afianzado en el manejo de la línea, una línea prolija, “amistosa”, muy plástica y muy funcional al tipo de historias que cuenta el autor. O sea que hay amplias chances de que en su próximo trabajo veamos nuevos pasos en la evolución de esta joven promesa.
Y felizmente, a lo largo de todo Guía para el Fracaso vemos una clarísima mejoría en lo que ya estaba muy bueno en Arroba Numeral, que son los guiones. Camarda maneja muy, pero muy bien ese registro costumbrista, con diálogos irónicos y 100% reales, silencios clavados en los momentos justos, y un tono de sitcom perfectamente logrado, con un talento infrecuente para el timing, tan importante en este tipo de relatos.
Guía para el Fracaso no está pensada para arrancarte carcajadas, sino que (fiel al espíritu low-fi de Arroba Numeral) busca hacerte sonreir, lograr que te identifiques con alguno de los personajes (obviamente yo me sentí reflejado en el gordo Tito), y por ahí, medio de keruza, invitarte a reflexionar sobre la forma en la que nos vinculamos en estos tiempos del Facebook, YouTube, el Watssap y la PlayStation. A mí me cerró por todos lados, la pasé muy bien. Banco mucho a Juampa Camarda y espero ansioso su próximo trabajo.
Antes que me olvide, este mes voy a estar en muchos eventos:
El 3 y el 4 en Viñetas Sueltas, en la Manzana de las Luces.
Del 10 al 12, en la San Luis Comic Con, en el complejo Arenas de la Punta.
El 18 en la Feria del Libro de Vicente López (a menos que llueva).
Y el 25 y 26 en La Costa Comic Con, en Santa Teresita.
¡Nos vemos por ahí!

1 comentario:

Juampa Camarda._ dijo...

Gracias por esta reseña Andrés!