Por tercera vez en tres años me siento a destripar estas lujosas antologías de material alternativo, que le dan sistemáticamente la espalda a lo que publican los diarios y las editoriales más grandes, para concentrarse en historietas surgidas en las editoriales “boutique” o incluso en la web. Esta vez la coordinación cayó en manos de Alison Bechdel (autora de la fundamental Fun Home) y, lógicamente, hay más autoras mujeres que de costumbre. Y menos maestros indiscutidos.
De los autores mega-consagrados, primero aparece Joe Sacco, con sus tremendas historietas testimoniales ambientadas en la Franja de Gaza. Impresionante material, sobre todo porque Sacco narra y dibuja cada vez mejor. Después, Chris Ware con una historia de Jordan W. Lint formalmente muy interesante, pero aburrida y retorcida al pedo. Por más que lo intento, no logro sintonizar la onda de este supuesto genio del Noveno Arte. En cambio lo de Jaime Hernández (una historieta ambientada en la pre-adolescencia de Maggie Chasacarrillo) me mató. Probablemente sea lo mejor del libro. Bechdel eligió también un hermoso fragmento de Rasl, del maestro Jeff Smith, el que dedica a contar la historia del excéntrico Nikola Tesla. Una maravilla el dibujo, pero la historia ya me la sabía de memoria. Y el otro capo absoluto que aparece en el libro es Paul Pope, con una historieta muy breve (apenas 4 páginas) en las que rinde un magnífico tributo a David Bowie. Historieta cortita pero perfecta, ya que –a diferencia de la de Jaime- no hay que manejar los códigos de un universo ficticio para disfrutarla.
A ver cómo le fue a los Segunda Línea. Gabrielle Belle, que se había sacado buena nota en otras ediciones de TBAC, acá dibuja para atrás un guión aburrido, que quiere ser Fun Home y no tiene con qué. Dash Shaw aparece con un fragmento de su novela Bodyworld y confirma mis sospechas de que es un vendehumo. Ya está, no le doy más chances, lo paso a la lista de los ilegibles. La de Jillian Tamaki es demasiado breve, pero el dibujo es excelente. La re-banco. Y la de Kevin Huizenga está muy bien dibujada, con unos truquitos de narrativa brillantes, pero el guión es la nada misma.
El resto, entran todos en la categoría de Autores Revelación, de chicos y chicas prácticamente desconocidos. La más grossa de este paquete es Kate Beaton, a quien vimos no hace mucho en el Vol.2 de Strange Tales, jugando con los personajes de Marvel. Acá pela una tira cómica MUY lograda. Y la otra a la que le pongo muuuuchas fichas es Angie Wang, que acá experimenta con los clichés de los comics de superhéroes en un estilo hipnótico, onda Suehiro Maruo, pero con un manejo glorioso del color. Al resto le falta un poco más de sopa, en distintas proporciones, claro. Kevin Mutch va bien encaminado en la comedia costumbrista, con buenos diálogos y demás. Ken Dahl dibuja muy bien, le falta un poco de narrativa y un guión menos hermético. Eric Orner, al revés: tiene talento para narrar y maneja muy bien la autobiografía, pero como dibujante se cae a pedazos viñeta por medio. A Robert Sergel le falta un toquecito más de personalidad en el dibujo, el resto está muy bueno. Joey Alison Sayers tiene un estilo muy personal, lástima que a mí no me copa. Su guión, sin embargo, es de los más punznates y graciosos. Sabrina Jones narra bien y toca un tema muy interesante. El dibujo es demasiado limitado, pero en un contexto under, zafa dignamente. Lo mismo se aplica a Noah Van Sciver, gran narrador, gran autobiógrafo, pero el dibujo sólo es aceptable en un fanzine, todavía no tiene nivel profesional. Muy lindo lo de Peter y Maria Hoey, me hizo acordar a los buenos dibujantes europeos de línea clara posmoderna. Brendan Leach, muy grosso. Buenos dibujos, buen guión, excelentes diálogos, una onda originalísima... me chocó un poquito el rotulado, nomás. Quiero ya su novela gráfica. Y la última página, en la que David Lasky resume en seis viñetas todos los clichés de las novelas gráficas tan de moda en la actualidad, es otra joya.
El resto, no jodamos... Aprendan a dibujar, a narrar, a escribir, a rotular, a entintar... o dejen las páginas del próximo TBAC a autores más curtidos, con más solvencia profesional. La verdad que si esta gente pone a Julia Gfrörer entre los mejores, me interesa mucho su selección de los peores.
Y más allá del inevitable debate, como siempre digo, esta antología cumple con creces el objetivo de mostrarnos a nuevos autores con los que cebarnos. Es un bajón que haya tantos fragmentos de novelas gráficas en vez de más unitarios, pero bueno, hacia ahí viró este segmento de la producción historietística yanki. Y es lógico y sano que así sea.
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3 comentarios:
Andrés , ¿te gustó Jimmy Corrigan ?, yo no he leído nada mas de Ware, pero esa si me pareció la obra de un genio del comic.
Saludos
Que cagada que tengan tantos puchos de historietas estas antologías, sino me tiraría de cabeza a comprarla..
Como ya dije varias veces, me cuesta engancharme con Chris Ware. Me gusta cómo innova desde lo formal, pero rara vez me interesa lo que cuenta. Jimmy Corrigan... me acuerdo que al principio me gustó mucho, después se me fue haciendo repetitivo, retorcido al pedo, y no lo pude terminar.
Igual a nivel dibujo, diseño, narrativa, etc., me parece muy grosso.
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