Bueno, hoy cortito porque no tengo mucho tiempo.
Sandra es una novela gráfica realizada para el mercado francés por un autor español, el implacable Santiago Arcas. La premisa está tan buena, que estas 46 páginas se podrían convertir en el primer arco de una serie de Vertigo: un brujo vudú fan de las computadoras trata de resucitar a una minita que se murió, Sandra Portuondo, campeona de Lucha Loca, una disciplina marcial caribeña. Por supuesto algo sale mal y en vez de una Sandra, resucitan tres: la campeona de lucha, una Sandra niña de unos ocho años y la Sandra ya muerta, un auténtico cadáver. Por si faltara algo, Sandra recibió en vida una maldición que la condenó al Infierno, o sea que su regreso al mundo de los vivos no pasa desapercibido por sus majestades satánicas, que envían a unos cuantos demonios a buscar a la “prófuga” para que siga cumpliendo con su condena.
A lo largo de la novela habrá persecuciones, peleas con demonios, conjuros, algo de introspección, alguna sutil bajada de línea acerca de las culturas fetichistas/oscurantistas que aún perduran, extrañas alucinaciones místicas, suspenso y hasta unos cuantos chistes. O sea que Sandra podría ser un muy buen arquito argumental de Hellblazer, ponele, ambientado en una locación exótica. El personaje mejor trabajado es el brujo Ibrahim, pero se nota que Arcas le puso onda también a las tres Sandras, para que todas tengan su momento de lucimiento.
A todo esto, ¿Santiago Arcas no era guionista? Sí. En los ´90, y en dupla con el gran dibujante Daniel Acuña (que pasó por DC y ahora creo que está en Marvel), Arcas firmó muy buenas historietas (me acuerdo ahora de Claus & Simon), siempre como guionista. No me preguntes cómo, un día el tipo decidió que también tenía que dibujar y encima le salió demasiado bien: este trabajo nos lo muestra como un dibujante absolutamente sólido, competente y atractivo, más allá de que no sea sumamente original. Su estilo combina a Robert Crumb, Blutch y el Richard Corben más jodón, más under, y también hay algo de dibujantes españoles como Jaime Martín o Germán García. El coctel visual funciona, la narrativa recontra-atrapa y así, por el camino contrario al de Ed Brubaker o Brian Michael Bendis, Arcas se subió a la autopista de los buenos autores integrales.
Sandra es una muy buena novela gráfica, con buenos personajes, buenos conceptos, buen ritmo, buenos dibujos y la rara sensación de haber leído algo fresco, novedoso, que no huele a refrito de nada. No sé si después de esta obra (editada en Francia en 2008) hay otros trabajos de Santiago Arcas como autor integral, pero de acá en más, todo lo que vea con su firma se compra, sin chistar. Inclusive Sandra, que la vi en Buenos Aires pero no me la compré porque no estaba barata. Ahora que la leí, no tengo drama en hacerme vejar para conseguirla.
jueves, 28 de junio de 2012
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1 comentario:
che estoy hojeando 2001 nights... quien chota es el que dice que hoshino es "anticuado"?? algun otaku con el cerebro podrido por ikkitousen y mayu shinjo quiero suponer!
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