Ufff! 40 días sin leer comics de Vertigo! Poco menos que una condena!
Este tomo engancha con la saga de Nueva York. De hecho, ahora que estoy más canchero con la geografía de la islita, me animo a leer DMZ como un comic protagonizado no por el nabo de Matty Roth, sino por la propia Manhattan. Y de pronto, cosas que antes no cerraban empiezan a cerrar. Esta serie es un canto de amor de Brian Wood a su ciudad y su gente. La guerra, los horrores, el dolor, las roscas políticas, son el condimento, o el engaña-pichanga, si querés. La gracia, la verdadera motivación del autor, me parece que pasa por el lado de homenajear, de ensalzar a Manhattan.
Por supuesto, eso se puede hacer bien o mal, y el guionista lo hace MUY bien, porque ese entramado que gira en torno a la nueva Guerra Civil que enfrenta a los yankis entre sí, está brillantemente aprovechado. Digo, además de ser un concepto sumamente original. En este tomo, Wood nos ofrece cinco historias unitarias que transcurren en un mismo día, el día en que el gobierno de los EEUU decide ponerle fin a la guerra con un mega-bombardeo que acabe de una vez y para siempre con todas las céulas armadas que resisten en la islita. Y con la gente que ande por ahí, total, son “daño colateral”, perfectamente aceptable para los garcas que le dan cero valor a la vida humana.
El primer episodio tiene a Zee en un rol secundario pero importante. Es una historia dura, heavy, de difícil digestión. El dibujo de Andrea Mutti no me convenció para nada. Hubiese preferido a un dibujante más expresivo, que laburara mejor los rasgos faciales, que son cruciales en esta historia de resistencia, solidaridad y huevos.
La segunda historia es un exquisito final para un personaje increíble como es el Señor Wilson, el capo de Chinatown. Acá también hay aguante y huevos a granel, pero también runfla, especulación y cálculo finito. El dibujo de Nathan Fox es excelente, como siempre con guiños a Paul Pope y gran simbiosis con los colores de Jeromy Cox.
La tercera es una obra maestra. La podés sacar del contexto de DMZ y publicarla en cualquier lado. Seguro va a cosechar ovaciones, sea donde sea. La protagonista es Amina, un personaje que llevaba varios tomos desenganchado de las tramas centrales. El dibujo de Cliff Chiang sintoniza perfecto con el dramatismo de un guión electrizante.
Para la cuarta historia, Wood retoma a uno de los personajes secundarios más queridos por la hinchada, Decade Later, el genio del graffiti. La cantidad de cosas tremendas que le pasan al dibujante en estas 22 páginas te conmueven aunque tengas un témpano en el corazón. Los dibujos del ídolo croata Danijel Zezelj elevan esta maravilla al rango de joya absoluta.
Y para el final, entra en escena el único dibujante al que me imagino dibujando DMZ de manera regular, al que yo pondría de titular el día que se vaya Riccardo Burchielli (ausente en este tomo, pero inmortal en el corazón de su pueblo): el maestro David Lapham se brinda entero y jerarquiza con su pincel la única historia en la que aparece Matty Roth. No tiene el recontra-guión, pero bueno, funciona correctamente como epílogo a todo lo grosso que sucedió en los espisodios anteriores. Y además está bien mostrar algo tan trascendental como “el bombardeo definitivo a Manhattan” desde la óptica del personaje central de la serie.
Una vez más, un tomo de DMZ termina en tragedia, en una estocada letal al alma de los lectores. Y una vez más, el final marca un cambio de rumbo, pone en evidencia que sólo se puede seguir por un camino nuevo, inexplorado y –sobre todo- impredecible. ¿Qué le depara el futuro a los sufridos sobrevivientes? Habrá que leer los dos tomos que faltan para enterarse. Ya los tengo ahí, pidiendo pista. La otra intriga es cuánto aguantaré para entrarles...
miércoles, 14 de noviembre de 2012
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5 comentarios:
Idolo Wood!
Lastima que ya no este en las filas de guionistas estrellas de Vertigo, pero esta haciendo un gran laburo en The Massive.
Estoy terminando el Daredevil de Miller, y los 4 ultimos tomos de DMZ es lo siguiente de la pila...
Andrés, así como nos relatas los viajes (muy bueno la verdad) o lo que pasó por Perfil, algún día tenés que contar la historia de la Comiqueando, como murió en la crisis, como regresó y por qué se volvió nuevamente inviable. Sería un lujo para los que nos gusta entender un poco el medio y te seguimos por la manera que escribis!
Dale, ¿puede ser el año que viene? POrque ahora quiero bajar esos pilones bestiales de material que tengo para leer...
Muy bien entonces! se agradece!
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