el blog de reseñas de Andrés Accorsi

martes, 20 de noviembre de 2012

20/ 11: LA ISLA NEGRA

Tintín es un fenómeno. Sin visa, sin pasaporte, sin 18 años cumplidos, sin siquiera un apellido, cruza como Pancho por su casa de un país a otro, incluso portando armas de fuego. No tiene ningún drama: habla y entiende todos los idiomas y si la cosa se complica, pela dinero en efectivo de todos los países. Además sabe manejar autos, lanchas, motos y aviones, algo ideal para un adicto a las travesías. Con estos superpoderes, más su astucia, su coraje y un perrito tan superdotado como él, Tintín se va a enfrentar él solito a una banda de falsificadores de billetes y –obviamente- les va a ganar. No va ser fácil: primero va a tener que sobrevivir a varios disparos (por suerte, todos los malos tienen pésima puntería), varios garrotazos, un incendio, un choque a bordo de una casa rodante, la caída de una avioneta y un par de rounds contra un gorila salvaje. Nada que cualquier pibe de 16 años no haga día por medio...
Apoyado en ese mullido colchón de premisas inverosímiles, La Isla Negra es un álbum entretenido, ágil, mucho más sólido que el anterior (La Oreja Rota). La versión original fue realizada entre 1937 y 1938 y era más extensa. Años más tarde, Hergé la redujo a 62 páginas y finalmente (ya en los ´60) la redibujó por completo, con la excusa de corregirle algunos errores detectados por su editor británico. Eso explica que La Isla esté tanto mejor dibujada que La Oreja, cuyo dibujo nos remite más al Hergé antiguo que al moderno. No es que las diferencias entre uno y otro sean abismales, pero se perciben. Y a mí me gusta más cómo dibuja el Hergé moderno, el que vuelve con todo en los años ´50.
Leído con mentalidad de chico de 9 ó 10 años, La Isla Negra debe ser un álbum muy flashero. Hay muchísima acción, a Tintín le pasa de todo, lo capturan y lo cagan a palos veinte veces, hay muchos chistes (Hernández y Fernández se esmeran, pero los más hilarantes los genera Milú) y aún así, todo el tiempo el clima es tenso, dramático, un thriller al límite. Por supuesto, uno no tiene 10 años y por eso se sobresalta y/o indigna con las inconsistencias del guión, con las formas ridículas en las que los buenos zafan de uno y mil peligros jodidísimos y sobre todo con el capricho de Hergé por no explicar cómo carajo Tintín logra hacer todo eso que un pibe común y corriente no puede hacer jamás... por lo menos en el marco de una historieta que –aunque el dibujo nos sugiera otra cosa- tiene altas pretensiones de realismo.
Esa es –me parece- la principal contradicción de Hergé. Vos ves la historieta y se nota cómo hace gala de una documentación increíblemente precisa: los uniformes de los canas y los milicos son exactos, el tren que va de Bruselas a Londres ES el tren que va de Bruselas a Londres, los barcos, los autos, hasta ese precario televisor, todo está perfectamente tomado de la realidad. Ahí, el margen para el chamuyo es cero. ¿Entonces? ¿No te hace ruido que Tintín viaje sin documentos (ni adultos), con un perro, a veces con armas, que hable todos los idiomas y tenga efectivo de todos los países? Ponele que esté re-entrenado para deshacer nudos, destrabar candados, sobrevivir a caídas, esquivar balazos y luchar con y sin armas. Pero ¿y lo otro? ¿Cómo lo explicamos? Ponele que pasa por las aduanas y las fronteras coimeando gendarmes. ¿Y la guita? ¿Quién lo financia? El gobierno de Bélgica, seguro que no. De hecho en un momento, los policías belgas (Hernández y Fernández) lo intentan arrestar. ¿Cómo puede operar con tanta autonomía un pibe solo, sin banca ni “licencia para matar” emitida por nadie? Ahí, maestro, es donde todo el realismo que propone Hergé se cae a pedazos.
Si esto no te calienta, o te parece un detalle menor, acá tenés una muy linda aventura de Tintín, clásica hasta la médula, repleta de peripecias emocionantes y dibujada obscenamente bien. No es poco.

19 comentarios:

Luq dijo...

Siempre detesté a Tintín. En mi infancia me parecía una mierda. Y hoy no tengo ganas de acercarme con una perspectiva más crítica.
Para cuando tenga hijos tengo una buena cantidad de historietas aptas para niños. Si quieren leer Tintín, deberán hacerlo por su cuenta y comprárselo con su dinero.

P.C. dijo...

Yo a Tintín lo leí de pibe, entonces me cuesta menos releerlo ahora. Sino, ni en pedo se lo recomiendo a un adulto, aunque tampoco le recomendaría nada de superhéroes por más "maduro" que sea el contenido porque me he dado cuenta que a los que no la mamaron de chicos, la historieta no les entra de ninguna manera. Ni Tintín, ni Sandman, ni El Eternauta.
Así y todo, Tintín levanta muchísimo cuando aparece Haddock. Yo ahora las estoy releyendo todas (las que tengo) con mi sobrino y la verdad que, si bien los inverosímiles que nombrás siguen presentes a full a lo largo de todas las historias, el tener al borracho mal arriado de Haddock a bordo las hace mucho más llevaderas. Y el pibe se recaga de la risa.

Andres Accorsi dijo...

Coincido con vos en dos cosas:
1) Si leíste Tintín de pendejo es más fácil sobrellevarlo de adulto.
2) Cuando entra en escena Haddock, la serie levanta muchísimo.
Con el resto de tus afirmaciones (especialmente la de "a los que no la mamaron de chicos, la historieta no les entra de ninguna manera") no estoy muy de acuerdo.

dokeck dijo...

Tintin era lo más cuando tenias 10 años (eso y los tomitos de disney)En parte porque no habia mucho mas que eso de chico. Patoruzito tambien, pero convengamos que se tomaba las mismas licencias y más. creo que todas se tomaban bastantes licencias a la hora de zafar, pero ese "realismo" es lo que le daba un plus a tintin sobre el resto.

P.C. dijo...

Bueno, yo hablo a partir de mi experiencia personal, por ahí sonó demasiado categórico al decir "de ninguna manera". Igual no me quise referir a los que siempre fueron fans de las historietas, sino que al menos en algún momento las hayan leído por más que después las hayan abandonado.
Y han sido ellos mismos los que me dijeron que les costaba leer historietas porque no estaban acostumbrados (y estoy hablando de gente con hábitos de lectura). Quizás dándole más de una chance a distintos tipos de historietas alguna termina entrando, pero nunca pude convencer a nadie que les de otra chance. Y siempre arranqué por cosas más accesibles a lectores de literatura, como cosas de Trillo, Pratt, etc.

¿Vos alguna vez tuviste alguna experiencia positiva con alguien que no leía historietas? ¿Qué le pasaste para leer?

Anónimo dijo...

Nuna leí Tintin y me intriga saber si alguna vez mejoran los guiones de verdad o toda esa grandeza de Tintin funcionaba sólo en su época, así como son ilegibles hasta para un niño las aventuras de Batman y Superman de los primeros años?
Gracias. Daniel.

brunowayne dijo...

Yo coincido con lo de la lectura de historieta en la infancia para poder leer de grandes. Y no digo haber leído algún Billiken o Mafalda, sino haber seguido algún tipo de historieta con asiduidad (en mi caso fue Patoruzú, Gattín y el equipo, los Pitufos, etc).
Si esto no pasó de chico, y de ahí el migrar a contenidos más acordes con la edad del lector, se complica mucho agarrar cualquier cómic de grande y cebarse.
En ese caso será una rareza, algo que no dejará de hacerle ruido (por mínimo que parezca), y el "qué estoy leyendo" no dejará de picotearle la cabeza.
Esta idea no es mía, aunque la comparta: la declara Hugo Pratt en el libro de Sasturain "Buscados vivos" (que aprovecho para decomendar porque es un excelente libro de entrevistas a GRANDES de la historieta argentina).

Andres Accorsi dijo...

Daniel, tengo más libros de Tintín para redescubrir con ojos de adulto. Ya veremos cuáles se bancan a fuerza de "grandeza" esta nueva lectura.
Bruno y P.C.: el tema que plantean está bueno. Cuando tenga un rato lo elaboro y hacemos un "Cuestión de Edades" acá, en nuestro espacio para la reflexión y la polémica.

brunowayne dijo...

Excelente.

rpon dijo...

Sin duda Tintin en el Tibet, la mejor

P.C. dijo...

Daniel: Tintín se la banca muchísimo más que las viejas de Batman o Superman, pero los guiones no cambian demasiado (me parece que se apoyan menos en casualidades y en cosas como que justo había una ramita al lado del precipicio). Yo creo que son historietas geniales para leer con pasión a los 8-11 años y para recordar y mirar los dibujazos de Hergé cuando uno es mayor.
A lo que voy es, si le querés regalar una Tintín a un pibe, dale para adelante nomás que probablemente le va a gustar. Ahora, si querés arrancar vos a leer siendo un adulto, la veo muy difícil, salvo por el lado de los dibujos.

Y espero el post-debate porque es un tema que me interesa mucho.

Andres Accorsi dijo...

Va a ser el año que viene, P.C.
Antes, imposible...

Luq dijo...

P.C., yo sí tengo ejemplos de gente que empieza a leer historieta de grande y se engancha. Mi mujer es uno de esos ejemplos. No te digo que sea fanática ni que lea cualquier cosa que leo yo, pero ya se compró algunas cosas ella sola y para ella.
Y también una compañera de laburo, que aunque se resista a decirle historieta y conserve el "novela gráfica", tiene ya una pequeña (y de excelente para arriba) colección.

P.C. dijo...

¿Con qué las enganchaste? ¿Y seguro que no leían cuando eran chicas, dejaron, y después se volvieron a enganchar?
Yo lo máximo que logré fue que una mina que leia manga se abriera a la historieta en general: argentina, europea, superhéroes, etc. Lo único fue que le pasé Rip In Time y me dijo que no le gustaban los dibujos. Casi la mato, pero bueno, no se pueden ganar todas.

Luq dijo...

Ya ni me acuerdo... mi mujer creo que empezó con Maus, o con Persépolis. Después no sé, cosas más nuevas como El síndrome Guastavino, Dora, algunas de Agrimbau... le gusta mucho Gustavo Sala... y ya ni me acuerdo.

A mi compañera de laburo le encanta Sfar, pero creo que empezó con una de Rutu Modan (Exit Wounds, creo)... creo que por ahora lee cualquier historieta relacionada con el judaísmo, porque también se compró McKosher

brunowayne dijo...

Perdón, pero leer Maus o Persépolis es como que alguien que no lee mucho de repente agarre El Quijote o Guerra y Paz. Esas obras son... Demasiado conocidas, no sé. Yo hablo de ser lector de historieta con cosas de otro estilo, no sé cómo explicarlo. Quizá esas obras son justamentenlas que van a leer las personas que no leen asiduamente historieta. Digo, ¿se cebaría con Morrison, por ejemplo? O con Watchmen?

P.C. dijo...

Ah, por ese lado viene la onda entonces. No es el tipo de historieta que a mí me gusta, así que nunca pude probar prestando cosas de ese estilo.

Para mí una historieta es una historieta, no importa si es conocida o no. Por ahí para los más "nerds" (me incluyo) es como cuando alguien dice que le gusta el cine de terror y resulta que le gusta "El Exorcista" pero ni en pedo te ve una de Lugosi o de Vincent Price, y mucho menos Evil Dead. Para ese lado me parece que va el comentario de brunowayne, y en cierto modo lo comparto. Pero igual, para mí lo importante es si se enganchan con historietas o no. La discusión sobre qué es lo que leen vendría después.

Luq dijo...

Brunowayne, no estoy de acuerdo. Yo dejé de leer mainstream yanqui hace casi 15 años, y no por eso dejé de leer historietas. Tal vez empezó con Maus o Persépolis (que, para mí, están las dos buenísimas), y quizás siguió con Watchmen o El Incal o Dora. Si hubiera sido al revés, para mí, da lo mismo.
Y, con respecto a lo del Quijote o Guerra y Paz, si se los das a alguien que no está acostumbrado a leer, entiendo yo (a la sazón, docente de lengua) que lo único que va a hacer es reivindicar su rechazo a la lectura.
Y de todos modos, para mí, ni Persépolis ni Maus son a la historieta lo que El Quijote a la literatura. Aunque es un buen elogio.

Maco dijo...

El otro día le presté Lint (de Chris Ware) y I will bite you (de Joseph Lambert) a un amigo que lo único que había leído hasta ese momento era Watchmen y Maus. Quedó enganchado y con interés de conocer más cosas.
Me sentí satisfecha :)