el blog de reseñas de Andrés Accorsi

lunes, 3 de diciembre de 2012

03/ 12: EL SECRETO DEL UNICORNIO

Difícil releer esta historieta después de haber visto la peli de Tintín de Steven Spielberg, pero bueno, vamos a intentarlo.
Esta es una historia rara. Se trata del undécimo álbum de la serie, originalmente publicado entre 1942 y 1943 en un diario, a razón de una página por día y en blanco y negro. Hergé coloreó la historieta para la edición en libro (también del ´43) pero se resistió a modificar los dibujos, que tienen una diferencia importante con otros tomos de Tintín. Al estar hecha de a una página por día, El Secreto del Unicornio es una historieta bastante mezquina en uno de los aspectos más notorios del estilo de Hergé, que son esos fondos laburadísimos. Acá, en cambio, los fondos escasean como los artistas en los eventos que organiza Muñones. Bueno, no tanto. Hay algunos, que están muy bien, y se hace bastante conspicua la ausencia de otros.
También llaman la atención algunos globos de diálogo inmensos, interminables, en los que los personajes se mandan unos monólogos larguísimos mientras sus cabecitas aparecen chiquititas, en el rinconcito de la viñeta que no está ocupado por el texto. Esto es raro en Hergé, no se ve en los otros álbumes. Acá sospecho que tuvo algún problema con la planificación de la obra, porque sobre las últimas páginas empiezan a proliferar estos choclos de texto en los que –sin motivo aparente- el señor Pájaro (Loiseau, en el original) le explica minuciosamente a Tintín miles de cosas importantes (y no tanto) para la trama que ni el protagonista ni los lectores tenían forma de deducir. Pájaro es lo más parecido a un villano que tiene la historia y cuando llega esta escena ya está arrestado y bajo custodia (de dos ineptos como Hernández y Fernández, pero bueno, es lo que hay). ¿Qué lo motiva a explicar todo eso? ¿Qué gana avivando a Tintín de cómo viene la mano con los barcos, los pergaminos y demás? No tiene lógica. Se nota demasiado que Pájaro no le está hablando a Tintín, sino a los lectores que seguían (seguíamos) perplejos una trama por momentos un poquito rebuscada.
Por suerte, eso es lo único que no tiene lógica. Acá Tintín no cambia de país ni de idioma, no vence él sólo a una banda de matones armados, no se enfrenta a animales salvajes (le sueltan un gran danés, pero corre)... Zafa, por supuesto, de varios peligros, pero dentro de un contexto más o menos verosímil. En ese mismo contexto, no hacen demasiado ruido los gags (generalmente a cargo de Milú o de los gemelos detectives), creo que porque están bien intercalados. A diferencia de los álbumes anteriores, este tiene el protagonismo mucho más repartido entre Tintín y el Capitán Haddock, que se come entre 16 y 17 páginas con la historia de su antepasado, que resulta clave para entender el misterio del Unicornio y además le permite a Hergé dibujar las mejores escenas de acción que tiene el tomo. Y hablando de secundarios, es importante mencionar que acá hacen su primera aparición el mayordomo Néstor y la mansión de Moulinsart.
Si bien no está exenta de algunos problemas, El Secreto del Unicornio tiene méritos para ser el álbum más vendido de la historia de Tintín. Acá el maestro Hergé muestra ambición, hambre de gloria, ganas de ampliar el espectro de la serie. Mucho de lo más importante se resolverá en el álbum siguiente (El Tesoro de Rackham el Rojo, que no se entiende una chota sin haber leído antes El Secreto...) y aún así, el final de este álbum resulta plenamente satisfactorio. La versión fílmica se parece bastante poco a la historieta: toma la base del argumento y algunos elementos puntuales, pero los mezcla a piaccere con material de otros álbumes. Los puristas se desgarrarán las vestiduras y a otros nos reconfortará pensar que la peli seguramente servirá para que mucha gente entre por ese lado a las aventuras de Tintín, y a este álbum en particular. El sólo hecho de que una historieta escrita hace 70 años conserve algún tipo de atractivo para los lectores de hoy, habla con elocuencia de la chapa y la vigencia de esta obra.

6 comentarios:

Jack Frost dijo...

Che Andres,vengo a darte noticias de mierda que nada tienen que ver con la reseña (sorry,pero si me cagaron el dia tambien te lo cago a vos para no sentirme solo) renuncio Karen Berger (se veia venir)ahora varias preguntas: tendran idea los ejecutivos ignorantes de Warner lo que significo esta mujer para el comic, ya no yanky, si no mundial? la verdad que creo que daria para que dediques un posteo solo a esta mujer y lo que significo vertigo(porque no nos engañemos, vertigo se dirige a su muerte, al menos tal cual fue o es)para el comic en general. ojala la fiche Marvel y le rompan bien el culo en las ventas a DC.

Andres Accorsi dijo...

Sí, me acabo de enterar.
En la NYCC pasé a escuchar un rato su charla, que ahora resulta ser la última, por lo menos como jefa de Vertigo.
Y sí, ya es inevitable: Vertigo tiene poquísimas chances de sobrevivir al año de su vigésimo aniversario.
Alguien arderá en el Infierno por eso, obviamente...

Anónimo dijo...


q la chupe vértigo, no es por justificar pero en otro momento gracias a los ejecutivos de turno también pudimos leer sandman, por ejemplo, y así son las empresas, porque son eso EMPRESAS: bastantes años aguantó los trapos karen berger, será que tendrá que venir otra etapa que puede ser tan buena como chota, salute!

P.C. dijo...

Para ser contra nomás voy a hablar on-topic (creo que por primera vez en éste blog).

Éste era uno de mis favoritos de cuando era chico, Haddock la rompe acá cuando cuenta la historia de su antepasado.

En cuanto a pasar de la película a la historieta y viceversa, con mis dos sobrinos tuve experiencias opuestas: al que lee historieta y conocía a Tintín de antes (tanto de los álbumes como del dibujito que son adaptaciones muy buenas y fieles) le gustó la película pero me dijo que le gustaba más la historieta porque era más de aventura, mientras que la película era más de acción. Al otro, después de que vio la película, le regalamos esta revista y la de Rackham El Rojo y le gustaron pero no tanto como la película.
Así que me parece que en muchos casos la película va a dejar cebadísimos a quienes la vean y después se van a decepcionar con lo tranquilas que son las historietas.
Igual no es para darle un palo a la película, a mí me gustó pese a que es cierto que se va al carajo en escenas catastróficas y explosivas, varias de ellas totalmente innecesarias (como la guerra de grúas).

Jack Frost dijo...

Anonimo: sos un pecho frio que se pone en el lugar del empresario en vez de en el lugar del consumidor; there's nothing more to say.

Anónimo dijo...


Jack Frost, si ser pecho frío es tener conciencia de que el mainstream yanki son empresas que buscan competencia en el mercado, entonces lo soy. Cosa aparte es si entre todo lo que se vende hay obras de arte o boñiga, pero las empresas sobreviven VENDIENDO. Vos y yo como consumidores tenemos la opción de elegirlo o no, por eso que la chupe vértigo, hay buenísimas historietas que corren por los margenes y este blog en varias ocaciones da cuenta de eso, saludos!.