el blog de reseñas de Andrés Accorsi

domingo, 6 de julio de 2014

06/ 07: PUNK ROCK JESUS

En la primera mitad del año, el material de Vertigo casi brilló por su ausencia en este blog y eso es algo que seguramente se va a revertir en esta segunda mitad. Después de cuatro meses sin tocar un libro del sello adulto de DC, hoy me toca comentar este voluminoso tomo en el que Sean Murphy vuelve a explotar como artista integral, a años luz de su primer laburo “solista” (que vimos el 26/09/12).
Punk Rock Jesus es una historieta jugada, intensa, sostenida en un ritmo muy atrapante y en una premisa terriblemente ganchera: un clon de Jesucristo creado y manipulado por una cadena de televisión para convertirse en la estrella del reality show más impactante de todos los tiempos. Se supone que Cristo fue envuelto en el Sudario de Turín y que parte de su ADN puede encontrarse en ese manto, aún 2000 años después. Con un abultado presupuesto y una Premio Nobel de Genética, ¿qué nos impide tener un nuevo Cristo? Con esa consigna, el magnate mediático Rick Slate pone en marcha J2, el programa de TV que le mostrará al mundo nada menos que el regreso de Cristo, desde que se gesta en el vientre de una chica virgen hasta que… el rating no acompañe.
Resuelto el tema de la gestación, ¿cómo criás a un nene que es un clon de Jesucristo? ¿Qué educación le das? ¿Cómo lo protegés? Todas estas preguntas son las que va a responder Murphy a lo largo del libro, algunas muy en profundidad, otras de modo más superficial. Rápidamente el autor va a ir descorriendo los velos de la mentira mediática y a ubicar a Slate en el rol del villano, de un hijo de puta inescrupuloso y manipulador, que hace lo que se le canta con el experimento científico de la Dra. Epstein, con la pobre Gwen (la chica que da a luz al bebé clonado) y obviamente con Chris, que es como bautizan al supuesto nuevo mesías. En el medio, los fanáticos religiosos, los noticieros, los auspiciantes… un gigantesco kilombo que Slate pilotea con cintura para su propio beneficio, hasta que las cosas se le empiezan a ir de las manos. Para cuando Chris cumple 14, su enfrentamiento con Slate es total, y además se hace punk… y ateo. Imaginate al hijo de Dios, lógicamente convertido en la persona más famosa del mundo, cantando en una banda punk letras que hablan de que la religión es opresiva, falsa y sólo sirve para justificar genocidios.
Quieras o no, cuando explorás en serio estos temas, te metés en un berenjenal. Murphy junta huevos para salir bastante bien parado de la ordalía, pero claro, resuelve de un modo un poquito trivial algunos asuntos. Me encantó este comic, que no se malinterprete. Me tuvo muy intrigado y muy cebado hasta el final. Pero no me termina de cerrar tanto énfasis en la violencia, en los combates de buenos contra malos. Eso le resta verosimilitud y realismo a una historia MUY interesante. El personaje que encarna esa faceta más aventurera, más de blockbuster hollywoodense, es Thomas McKael. Murphy labura A FONDO a este personaje, su background, sus motivaciones, todo está pensado y explicado minuciosamente y a lo largo de la obra vemos evolucionar a McKael casi más que al propio Chris. Re-daba para una novela gráfica independiente de esta, centrada en la historia del enorme y trágico McKael. Y al integrarlo a esta, el afán por darle protagonismo a McKael lleva a Murphy a enfatizar demasiado la arista de la machaca, las persecuciones, tiros, peleas y demás, en detrimento de una mayor profundidad en los debates acerca de la religión, la clonación y la manipulación mediática de la vida de la gente. Lo positivo, repito, es el increíble trabajo de caracterización que hace el autor con este personaje, que desplaza a un muy tercer plano a Tim, otro personaje que al principio pintaba para importante (y tiraba diálogos afiladísimos) y luego se empieza a desdibujar.
Y hablando de dibujar, lo que hace Sean Murphy en esta obra es, una vez más, devastador. Otra vez un trabajo de este artista supera ampliamente a todo lo que le habíamos visto hasta la fecha y sube el listón un poco más. ¿Hasta dónde va a llegar Murphy? No tengo idea, pero esto es glorioso. La gran diferencia, el gran salto cualitativo respecto de lo anterior, pasa por la decisión de presentar toda la obra en blanco, negro y grises aplicados con tramas en el photoshop. El resultado es formidable y nos muestra a un Murphy sin límites, con cosas de los autores más comerciales (Andy Kubert o Chris Bachalo), con expresiones faciales dignas de Kyle Baker y esos rostros adustos, duros, resueltos con pinceladas a la Denys Cowan o Jorge Zaffino. Si comprás comics para alucinar con los dibujos, sumá a Punk Rock Jesus a la lista de los imprescindibles.
Y bueno, si bien no estoy de acuerdo con todas las decisiones que toma el autor a lo largo de la novela, me encanta, me fascina que existan historietas así, que aborden estos temas con este coraje. Punk Rock Jesus está pensada para hacerte pensar y eso sólo alcanza para elevarla por encima de la media. Además tiene fuerza, ritmo, grandes ideas, gran desarrollo de personajes y unos dibujos sublimes, realizados por Sean Murphy con la verdadera mano de Dios. Recemos todas las noches para que Vertigo vuelva a apostar por merca de este nivel.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Que gran autor es sean murphy, tiene un estilo muy reconocible, es uno de los grandes nuevos talentos que han salido, como otros que se me vienen a la cabeza , emma dios y nathan fox, espero leer pronto esta obra obra que se ve interesantísima, como la mejor época de vértigo cuando estaban los invisibles y hellblazer

Anónimo dijo...

Punk Rock Jesus es contemporáneo con Hellblazer, anónimo.

Anónimo dijo...

si , tienes razón, quería hacer énfasis en que habian 2 series buenísimas que se estaban publicando en aquel buen momento de vértigo, jajaja bueno, si, me exprese mal

Anónimo dijo...

un groso murphy. para los que le gusta este animal de los lapices actualmente esta sacando ¨the wake¨ con guiones de snyder. Ahi tenes otra serie de vertigo para leer Andres!