el blog de reseñas de Andrés Accorsi

sábado, 12 de enero de 2019

PREVIA CON RESEÑAS

Gran noche de sábado para salir a atorrantear, pero antes, las reseñas de los brolis que me terminé en estos días.
El Vol.3 de la Daredevil Ultimate Collection recopila los números que me faltaba leer para completar la etapa de Ed Brubaker al frente de esta serie, acompañado casi siempre por Michael Lark. Brubaker tomó las riendas de Daredevil con el protagonista en cana, y se va subiendo la apuesta, cantándole “quiero retruco” al pobre pibe que viene después, que es Andy Diggle: para el final de la Era Brubaker, Daredevil queda de capo de The Hand, la nefasta secta de ninjas místicos, que se dedican a asesinar gente por un puñado de dólares. Si te parece mucho, te cuento que Charles Soule cerró su etapa en Daredevil dejando al personaje muerto. Eso es un “quiero vale cuatro”.
Básicamente el mega-TPB podría dividirse en tres arcos argumentales. El primero (estirado hasta el infinito) narra la odisea de Matt y sus amigos para evitar que muera en la silla eléctrica un tipo de mierda, que en realidad es inocente. Una gran historia, con infinita chapa para Dakota North, que pasa de cero a la izquierda a personajón. El segundo tramo es el más pochoclero, el más jugado a la acción de palo-y-palo, muy centrado en la irrupción de Lady Bullseye como asesina estrella de The Hand. Acá Brubaker reparte el juego entre más y más personajes y brillan el Maestro Izo y Iron Fist, entre otros. Y el tercer tramo es la resolución: el regreso del Kingpin a New York, la guerra triple entre el ninjerío, el capo mafia y los buenos y al final, el giro magistral e impredecible con el que todo cierra: Daredevil desactiva la identidad de Matt Murdock y asume la conducción de The Hand para la estupefacción de propios y ajenos.
Por supuesto que todo este descenso de Matt a los abismos de la corrupción está muy bien llevado. Todo el tiempo al héroe le pasan cosas horribles, que lo hacen caminar por una cornisa cada vez más finita. Rosquear con el Kingpin y The Hand es casi la solución menos asquerosa de todas las que se le aparecen a Daredevil, en un contexto que lo va asfixiando cada vez más, a medida que Brubaker le pisotea los ideales y le complica los vínculos. Gran laburo de este guionista fundamental que tiene hoy EEUU, muy bien complementado por un Michael Lark muy inspirado y muy comprometido, al mismo nivel (o un poquito por encima) de lo que vimos en Gotham Central. Gran cierre de la etapa que tuvo que bancarle los trapos nada menos que a la de Brian Michael Bendis.
Salto a Argentina, año 2018, para leer El Borde, una novela gráfica escrita y dibujada por Bruno Chiroleu, otrora director y asiduo colaborador de la antología Términus.
Me encantó el dibujo. Bruno encuentra un punto justo entre realismo y expresionismo, y lo complementa con un manejo magnífico del claroscuro y las tramas mecánicas. El armado de las secuencias, la elección de los ángulos, el movimiento de la “cámara”, los momentos en los que el autor decide matarse en los fondos u omitirlos por completo… todo eso está impecable, al nivel de cualquier autor consagrado en cualquier mercado de los importantes.
El argumento también me resultó atrapante: un hotel en el medio de la nada (poco casualmente parecido al que le sirve de sede a la San Luis Comic Con) varios huéspedes, un garca que domina la escena con maligna frialdad, historias que se cruzan y se enredan, un final trágico… No está mal. Lo que me hizo un poco de ruido es el guión en sí, la forma en la que Chiroleu desarrolla esas ideas y esos personajes. El autor recurre a escenas mudas, escenas oníricas, va armando un clima más bien extraño, que por momentos se vuelve un poco críptico. No es que Bruno le escape a las escenas más explícitas, para nada: hay piñas, tiros, cuchillazos, persecuciones y hasta sexo entre un hombre grande y una menor de edad, que acepta tomar una droga para estar inconsciente durante el garche.
Por suerte abundan las sorpresas, los momentos fuertes y los volantazos en algunos personajes, que parecen ir por un carril pero terminan en otro. Recomiendo tratar de leer El Borde en clave de thriller clásico, sin dejarse distraer por esa impronta más extraña, más ambigua, de relato enroscado onda David Lynch, que aflora por momentos y que no es ni a palos lo que mejor le sale a Chiroleu. Espero ansioso nuevos trabajos de este notable historietista.

Y esto es todo por hoy. Nos reencontramos pronto, con nuevas reseñas acá en el blog.

1 comentario:

Unknown dijo...

Con el tiempo, de la étapa de Brubaker lo mejor es la historia inicila( devil in the d block ) y Cruel and unusual, la que escribió con Rucka. El resto no es malo, pero no le alcanza para ser magistral, y la saga de Mr. Fear me parece lo peor por lo alrgada, debió durar cuatro números y creo que dura como doce. Saludos.

Patricio Córdova