viernes, 11 de agosto de 2023
VIERNES DE CLÁSICOS SEMI-OCULTOS
Hoy también hay reseñas, vengo leyendo a un ritmo un poco más aceptable que el de los últimos... meses, creo.
Empezamos en Japón, año 1970, el momento en que Osamu Tezuka está on fire y publica varios mangas oscurísimos y geniales en un montón de antologías, todos al mismo tiempo y todos de gran calidad. Bomba! es un manga que el ídolo publica en una antología básicamente centrada en el shonen, y se supone que tiene que ser una aventura para adolescentes. Sin embargo, las primeras páginas van para el lado del manga romántico: un triángulo amoroso entre una joven y bella profesora del secundario, un profe mala leche y violento y un nene de la primaria que sueña con casarse con la Señorita Mizushima, obviamente cuando sea más grande.
Esto evoluciona rápidamente hacia una historia densa y retorcida acerca de la obsesión de Tetsu con la profesora, una fijación irracional que se pone todavía más perturbadora cuando Tezuka introduce un elemento sobrenatural: un caballo fantasma que causa accidentes en los que mueren aquellas personas a las que Tetsu se quiere sacar de encima. El caballo (Bomba) funciona como una especie de Death Note: Tetsu le dice "quiero que muera Tal Persona", y efectivamente Tal Persona muere, en un accidente truculento donde alguien dice haber visto al caballo fantasma. El pibito es consciente del enorme poder que maneja y lo usa sin piedad, en un descenso a las fosas de la abyección que lo llevan a eliminar a sangre fría incluso a sus padres (que muy bien no lo trataban, pobre).
De todos modos, no es que Tetsu sea "el villano" y Tezuka plantee el clásico conflicto entre él y un "héroe". Acá no hay buenos, por lo menos hasta que faltan unas 35 páginas para que el manga se termine. A partir de ahí, un personaje intentará rescatar a Testu de este espiral sin fin de muerte y obsesión, en otro volantazo que nunca me vi venir. No quiero spoilear nada del final, simplemente decir que en 144 páginas, Bomba! te lleva a experimentar muchos estados de ánimo distintos, visita tópicos de distintos géneros y guarda siempre un as bajo la manga para que la tensión y la sorpresa nunca escaseen.
El trabajo del Manga no Kamisama en la faz gráfica es demoledor. Me imagino las caras de los pibes que compraban la revista Bessatsu Shonen Magazine cuando se encontraron con esto. Acá hay experimentación y expresionismo al palo, en la planificación de las secuencias, en la elección de los ángulos y en la composición de las viñetas. Tezuka juega al claroscuro como nadie y tira magia con el trazo, con la mancha y con la aplicación de los grises. En algún momento se pasa de rosca y dota a algún personaje secundario de expresiones faciales demasiado caricaturescas, mucho más acordes a un manga humorístico que al drama turbio que presenta en Bomba!, pero bueno, recordemos que todavía trabajaba para una revista de shonen.
Si te bancás la oscuridad, el enrosque y la total falta de escrúpulos del protagonista, Bomba! te va a enganchar con la arrolladora fuerza del dibujo y con una trama retorcida, donde no todo tiene explicación, pero que te va a poner nervioso y te va a sorprender varias veces.
Salto a Bélgica, para leer un álbum de Comanche titulado "El Prisionero". ¿Qué es esto? Son historias escritas y dibujadas por el maestro Hermann que, debido a su extensión, no entraban en los álbumes comunes. Es lo que los franceses llaman un "hors serie" (fuera de serie). En este caso, con unas ilustraciones magníficas y cinco historietas breves. Las dos primeras se publicaron en 1972, en la revista Tintin Selection, y están claramente pensadas para aparecer en un formato mucho más pequeño que el que eligió Planeta Comic para este álbum. Al agrandar las páginas, tenemos pocos cuadros enormes y el trazo de Hermann se ve más grueso, casi grotesco. A esto sumémosle que (como ya vimos hace un par de años en los álbumes de Yugurta) en 1972 Hermann no dibujaba ni en pedo tan bien como unos años más tarde. De todos modos, la primera historieta (la que da título al álbum) es buenísima. La segunda (Recuerda, Kentucky...) ya no tanto.
Después tenemos una historia corta de 1979, publicada en la Tintin Special. Son apenas ocho páginas, pero no están agrandadas, y además acá el trazo de Hermann ya brilla casi como en su mejor momento. El guion también es hermoso, y cuenta una anécdota del pasado de Red Dust y Ten Gallons que no se había revelado hasta ese entonces. Y finalmente, dos historietas de una página cada una, muy locas porque son básicamente chistes con los personajes del Ranch 666. Estas están dibujadas en 1982, cuando Hermann ya la rompía toda.
Lamentablemente el álbum no brinda ninguna data acerca de las historietas, las fechas y las revistas donde aparecieron originalmente. Yo las encontré en un artículo de un colega español en Zona Negativa. Una verdadera cagada que se arme un álbum así, de rejunte de material disperso, y no te digan de dónde lo sacaron. Pero si sos fan de Comanche, o de Hermann, muy probablemente desconocieras la existencia de estas historietas, y en ese caso El Prisionero es un gran complemento para tu colección de álbumes del ídolo belga. Si nunca leíste historietas de Comanche y no tenés idea de quién es Red Dust, no recomiendo empezar por acá. Y si no te gusta el western, obviamente tampoco. Este libro es para el fan termo de Comanche o para el fan termo de Hermann.
Nada más, por hoy. Ni bien tenga más libros leídos, se vienen nuevas reseñas acá en el blog. Ah, y el domingo no votes a ningún fascista, por favor.
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2 comentarios:
Buenas, te hago una consulta, hace tiempo en el blog de Comiqueando escribiste sobre Atmósfera Cero, una adaptación que hizo Steranko, mí pregunta es , si lo quisiera vender, a qué precio?
No sé, pero ponelo caro, porque es inconseguible.
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