el blog de reseñas de Andrés Accorsi

jueves, 8 de agosto de 2024

TARDE DE JUEVES

Recién llego de dar una vuelta por la muy recomendable FED, ya provecho un ratito pre-siesta para redactar unas reseñas. Cuando me enteré de que David B. había publicado otro libro de historietas hechas en base a sus sueños, además de aquel que vimos acá el 11/04/18, me dije a mí mismo "el día que lo vea barato, me lo compro". Y efectivamente ese día llegó, y me hice con un ejemplar de Le Cheval Blême, un libro de 1992 que compila 15 historietas cortas en las que David B. lleva sus sueños y pesadillas al papel. Como ya estaba familiarizado con este tipo de relatos, por haber leído en su momento Los Complots Nocturnos, lo que más me sorprendió es la fecha: en 1992 la hoy legendaria carrera de David B. todavía estaba en pañales, pero el nivel artístico de sus trabajos ya era descomunal. Sobre todo el dibujo, la solidez de su trazo, el impecable equilibrio entre masas negras y espacios blancos, la infinita variedad de enfoques, el manejo magistral del claroscuro... cosas que no solemos ver en autores con poca obra a sus espaldas. Para 1992 David ya no era un pibito (tenía 33 años) pero estaba lejos de ser un consagrado. Era más bien uno de estos "raros autores nuevos" que empezaron a surgir después de que entrara en crisis el modelo de las revistas de antología, y que crecieron publicando en las márgenes de un mercado que se transformaba de modo tan rápido como incierto. También me gustó muchísimo cómo el autor trabaja algunos relatos en una grilla fija de cuatro cuadros iguales, lo cual lo obliga a sostener un ritmo muy marcado en la narración. Cuando trabaja sin grilla fija también logra resultados muy atractivos, sin salir de un esquema de puesta en página clásico. Esta vez las imágenes que plasma David B. en las historias no son tan truculentas como las que vimos en Los Complots Nocturnos, pero hay momentos bravos, en el que el peligro, la muerte, la violencia y hasta las torturas son elementos importantes en estos sueños traducidos al comic. Las historietas son breves, van de las dos páginas a las nueve, y siguen la lógica onírica, en la que cualquier cosa puede suceder sin necesidad de ninguna explicación racional. O sea que a los "argumentos" no se les puede pedir demasiado. Sin embargo, hay varios muy logrados, sueños que (procesados por el talento de un dibujante exquisito) se pueden narrar como buenas historias cortas, limadas y caprichosas, pero de innegable fuerza dramática. Si sos fan de David B., Le Cheval Blême es un muy lindo trabajo para revisitar los primeros años en su carrera, y sus primeras incursiones en el extraño mundo de los sueños hechos historieta.
Me voy a Estados Unidos, año 2022, cuando DC publica una antología de historias cortas autoconclusivas titulada DC´s Saved by the Belle Reve. Se trata de ocho aventuras de 10 páginas que tienen como temática común la educación y los establecimientos dedicados al aprendizaje. Veamos con qué me encontré. La primera historieta está ambientada en Gotham Academy, y me parece que tiene que ver con una serie que nunca leí. Los dibujos de Karl Kerschl me encantaron, y el guion de Becky Cloonan y Brenden Fletcher no me aportó absolutamente nada. En una de esas, había que conocer a los personajes para engancharse. La segunda es muy floja: Tim Seeley y Scott Kolins (dos profesionales de vasta trayectoria) rejuntan al Suicide Squad de la peli de James Gunn (Harley Quinn, Peacemaker, King Shark, Katana y the Weasel) para una aventura 100% en joda que no me movió un pelo. Ni siquiera me gustó el dibujo, y eso que soy muy fan de Kolins. La tercera levanta mucho la puntería: Peter Tomasi regresa a los Super Sons y (junto al muy buen dibujante Max Raynor) nos cuenta una historia breve pero intensa en la que Damian Wayne y Jonathan Kent se hacen amigos de un/a pibe/a no-binarie, que además explica qué significa ser no-binarie con una claridad asombrosa. En cuarto lugar aparece la historieta que más me sorprendió por su originalidad, por su agudeza y porque la escribe un guionista (Dave Wielgosz) del que jamás había oído hablar. Los protagonistas son Green Arrow y Speedy, la historia está ambientada en la época en la que Roy tenía 12 ó 13 años, el dibujo de Mike Norton es más que digno, y el resultado es una joyita sumamente recomendable si le tenés cariño a cualquiera de los dos arqueros. La segunda mitad arranca con una historia bastante pavota de los Tiny Titans, a cargo de Art Baltazar y Franco, que -de nuevo- juega con la formación del Squad de la peli de James Gunn. Lindos dibujos, el resto olvidable. Lo mismo me pasó con la aventura sombría, crepuscular, protagonizada por Azrael: el dibujo del querido cordobés Juan Ferreyra me detonó el bocho, mientras que el trabajo del ignoto guionista Dan Watters me resultó predecible e intrascendente. El librito cierra con una comedia ágil y eficaz protagonizada por Dick Grayson y Barbara Gordon, con un guion cumplidor de Andrew Aydin y muy lindos dibujos del chileno Nelson Daniel. Y dejo para el final la historieta de Black Lightning, que tiene los dibujos más flojos de la antología (a cargo de Craig Cermak) pero el guion de Brandon Thomas responde, tarde pero seguro, a la pregunta que todos los fans de DC nos hacíamos allá por 2001... ¿cómo carajo un héroe como Jefferson Pierce aceptó ser parte del gabinete que armó Lex Luthor cuando llegó a la presidencia de los EEUU? Bueno, esperé más de 20 años para enterarme, pero la respuesta no solo me cerró, sino que en un punto me conmovió. Si sos muy fan de Black Lightning, estas 10 páginas te justifican por completo la compra del librito. Tengo en el pilón de los pendientes varios especiales más de 80 páginas en formato antología, de los que editó DC cuando varios de sus personajes más famosos cumplieron 80 años. Ya llegarán. Nada más, por hoy. Gracias totales y nos vemos el jueves 15 y viernes 16 en la Crack Bang Boom, en Rosario. Antes de eso seguramente habrá algún posteo más acá en el blog, y -como siempre- algún video nuevo en el canal de YouTube de Comiqueando, que está on fire.

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