el blog de reseñas de Andrés Accorsi

viernes, 23 de agosto de 2024

VIERNES CON SOLCITO

Que lindo que hoy tenga para comentar dos ediciones argentinas de comics clásicos, uno francobelga y uno japonés. Esto hace no tantos años, era impensable. Pero vamos con las reseñas. Tarde pero seguro me enteré que existía La Ciudad Fantasma, un álbum de la etapa clásica de Lucky Luke (la de Morris junto a René Goscinny) que se lanzó en Francia en 1965, pero que por algún motivo yo nunca había visto, hasta que se me ocurrió chequear la lista de títulos que aparece en la contratapa de las ediciones locales, a cargo de Del Zorzal, a ver si me faltaba alguno. Me faltaba este, y la gente de la editorial me lo hizo llegar con mucha generosidad. Bajo esa portada poco imaginativa, poco promisoria, poco esmerada, me encontré con una historieta muy entretenida, con acción, buenos chistes, villanos carismáticos de esos que uno quiere que vuelvan a aparecer, y sobre todo con una bajada de línea fuerte. No es muy frecuente que en una aventura de Lucky Luke el maestro Goscinny ponga la ideología arriba de la mesa, pero acá tenemos una notable excepción: buena parte del argumento está atravesado por una concepción ideológica, que tiene que ver con el rechazo al modelo económico extractivista, la típica "fiebre del oro" que ilusiona a muchos, hace ricos a unos pocos, y en el corto plazo se esfuma sin dejarle nada a los habitantes de la tierra donde apareció el codiciado mineral. Goscinny dice abiertamente "déjense de pelotudear con el oro y pónganse a cultivar la tierra, que con eso morfamos todos sin dañar al ecosistema". Todo esto, en el marco de una aventura atrapante, con diálogos muy cómicos (bien traducidos por Leopoldo Kulesz), tiros, piñas y garcas que se quieren hacer ricos a costa de los demás pero no cuentan con la astucia de Lucky Luke. La Ciudad Fantasma tiene muy buen ritmo, no parece ni a palos un comic de hace 60 años, ni siquiera en esas páginas de 10 u 11 viñetas. Y por supuesto, el dibujo de Morris acompaña a la perfección lo que quiere contar Goscinny. Es increíble como Morris combina un trazo tan sobrio, tan accesible, con ese nivel de expresividad en los personajes. La forma en que fluye el relato entre sus viñetas es magnífica, al igual que su talento para captar y reproducir detalles que tienen que ver con la ambientación histórica y geográfica: por más humorístico que sea el planteo, vos no dudás nunca de que estamos en un pueblito de la Loma del Orto en el Lejano Oeste de los EEUU, en algún momento entre 1865 y 1885. La Ciudad Fantasma no te cambia la vida, no se sube a los empujones al podio de las mejores historias de Lucky Luke, pero es una muy buena historieta, un gran punto de entrada a la serie para quien no la conoce y, como si fuera poco, habla de un tema actual y relevante como es el de los pro y los contra de la minería a cielo abierto. Muy, pero muy disfrutable, de punta a punta.
Prometí terminar Monster en Agosto y cumplí. El Vol.9, sin ser perfecto, es el único que me pareció igual de bueno que el Vol.1. No coincido con la mayoría de las decisiones que tomó Naoki Urasawa a la hora de determinar quiénes llegan vivos hasta la última página y quiénes mueren, pero no puedo hablar de decepciones, ni de un final que no es final, como me pasó con 20th Century Boys. Este es un tomo de una intensidad agobiante, de hecho lo tuve que cerrar cuando iba por la mitad porque ya era todo tan extremo que me estaba poniendo muy nervioso. La cantidad de gente que muere es una animalada... y encima está bien, tiene sentido en el contexto del plan del villano. Predeciblemente, algunos elementos que tenían relevancia en los tomos anteriores acá prácticamente desaparecen para dejarle espacio a la acción, que es trepidante. En la primera mitad de este tomo, el zarpado de Urasawa, al que le pedíamos por favor que achicara el elenco en vez de agrandarlo, presenta no a un nuevo personaje ni a dos, sino a todo un pueblo. Con el foco puesto en unos 10 ó 12 personajes, algunos de los cuales resultan ser mucho más de lo que parecen a priori. En esas secuencias en las que presenta a toda esta gente, el autor tira ideas con las que se podrían contar muy buenas historias cortas, por supuesto fuera del contexto de Monster. Probablemente el personaje cuyo rol más me impactó en este tomo final sea el del Inspector Runge. Después de tantos fracasos, Runge ya era (con perdón de la analogía futbolera) una especie de Huracán, el típico equipo que cuando aparece como líder de un torneo en vez de respeto o miedo genera risas, porque sabés que nunca le alcanza la nafta, nunca tiene los jugadores, la actitud, o el ojete que hace falta para salir campeón y tarde o temprano se cae de la punta. Durante muchísimas páginas lo vemos a Runge liderar el torneo, y si bien no da la vuelta olímpica, levanta en pala toda la chapa que no juntó en los tomos anteriores y se gana una ovación sostenida y emocionante, sobre todo en comparación con personajes como Eva o Nina, que parecía que iban a tener roles mucho más decisivos en el bolonki final. Repito: se me ocurren otras formas de terminar Monster que me cierran más que las que implementa Urasawa, y obviamente sostengo que el camino hacia este final fue un auténtico laberinto, arduo, cuesta arriba, enroscado y casi inexpugnable por una sucesión de caprichos del autor. Se podría haber contado lo mismo en muchos menos tomos, de modo más directo, menos puntilloso, con otra dinámica, sin irse tanto por las ramas y sin sacrificar la emoción y la potencia que tiene este tomo final. Maravilloso el dibujo, brillante la narrativa, muy bien los diálogos (grossa también la traducción de Agustín Gómez Sanz), preciosa la edición de Ivrea y alucinante el subtexto de Verdad, Memoria y Justicia que emerge con todo en los últimos tomos. Pero tanto relleno, tantas secuencias y tantos subplots al pedo, tantos personajes que se desarrollan muchísimo para después no tener un carajo que ver con nada, son cosas que me impiden rendirme a los pies de Urasawa y sumarme a los que consideran a Monster un pico del seinen, o del comic para adultos, en general. Nos reencontramos pronto con nuevas reseñas acá en el blog y el miércoles a las 22:30 en el canal de YouTube de Comiqueando para compartir una nueva Agenda Abierta, en vivo, gratis y para toda el habla hispana.

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