el blog de reseñas de Andrés Accorsi

lunes, 14 de octubre de 2024

LECTURAS DE LUNES

Tengo dos libros leídos y un ratito para redactar reseñas, y eso hay que festejarlo.
Empiezo con Freaks´Amour, un comic originalmente serializado en 1992, en Dark Horse. Me compré el TPB 1) porque me impactó la portada de Charles Burns, 2) porque dibuja Phil Hester y 3) porque estaba muy barato. Pero no tenía idea dónde me estaba metiendo. No sabía que se trataba de la adaptación al comic de una novela de Tom De Haven, ni conocía a Dana Marie Andra (autora de la adaptación, cuando era varón y se llamaba Mark Burbey). Me encontré con una obra que tiene unas pretensiones inmensas, pero a la que le veo varios problemas. El primero, el más conspicuo, es que le sobran personajes. Hay momentos en los que la trama se enrosca demasiado, precisamente porque Andra respetó demasiado al texto original y no se animó a podar un poco el elenco de la novela, que es numeroso y rico, pero que a los efectos de la narración en este otro medio, hubiese convenido acotar. Freaks´Amour es una historieta larga, densa, retorcida, que se anima a hundirse en las ciénagas de la corrupción y la mala leche. Los personajes buscan dos cosas: dejar de ser freaks, es decir, cambiar de apariencia, sacarse de encima un cuerpo, una piel y unos rasgos faciales que los perturban (y acá entra en juego el paralelismo con la disforia de género que hizo que el guionista que adaptó la novela en los ´90 ahora sea mujer); y ganar guita del modo más fácil posible, lo que le abre la puerta a la corrupción los negocios turbios y demás elementos típicos de un relato de género negro en el que hay aprietes, traiciones y muertes. En general, todo avanza a un ritmo muy lento, lastrado por escenas que tienen poco peso en la trama, mucho texto y -lo que ya señalé- demasiados personajes. Pero no es un desastre, no vayas a creer. La atmósfera de corrupción, desolación y abandono post-detonación de la bomba que causa las mutaciones está muy bien lograda. Varios de los personajes alcanzan una complejidad y una carnadura que no habrían alcanzado si la novela en vez de 150 páginas tuviera 50 ó 70. El conflicto central se diluye bastante entre tantas páginas, pero es fuerte y hasta conmovedor. Entonces siempre aparece algo que te da ganas de quedarte, de seguir leyendo un poco más, de enroscarte en los aspectos más sórdidos de las vidas de Grinner y Reeni. Y claro, además está el dibujo de Hester, entintado como los dioses por Ande Parks. No es el Hester más reconocible, ya que acá el ídolo todavía no muestra los rasgos más definitivos de su estilo. Por momentos, ese uso extremo del claroscuro me remitió más a un Ted McKeever, o a un Kelley Jones, y la aplicación de los grises me hizo acordar todo el tiempo a Guy Davis. En las entrevistas de la época, Hester afirma haber realizado este trabajo bajo una tremenda influencia de José Muñoz, fascinado por el trabajo de nuestro compatriota en Alack Sinner. Pero cuando entrás en Freaks´Amour, queda claro que Muñoz aparece poco, de vez en cuando, y hasta te diría que lo de Hester se parece más a Keith Giffen tratando de copiar a Muñoz que al propio Muñoz. Me hubiese encantado que Freaks´Amour me gustara más de lo que me gustó, porque es algo distinto, jugado, atrevido, rupturista. No pudo ser. Me gustó hasta cierto punto, le encontré unas cuantas cosas copadas, y otras que me hicieron ruido, o que directamente me hicieron pensar "che, esto no está bien hecho"... A veces pasa.
Me voy a España, año 2007, para encontrarme con una breve gema del maestro catalán Alfonso López. Estraperlo y Tranvía es el título de esta maravilla de apenas 42 páginas, en las que López trae de vuelta a La Familia Ulises, personajes desarrollados por Marino Benejam y Joaquín Buigas en los años ´50, en las páginas de la revista TBO. En aquel entonces, Ulises Higueruelo y su familia protagonizaban breves historietas en clave de comedia costumbrista, en las que apenas si se mencionaba muy solapadamente lo que sucedía en el mundo real, es decir, en la España regida con mano de hierro por la dictadura de Francisco Franco. Para este regreso, López mete dos cambios: uno es la mayor extensión de la aventura, que le agrega complejidad a la mera comedia de enredos; y el otro es el papel preponderante que tiene en Estraperlo y Tranvía la coyuntura sociopolítica de España en 1952. El resultado es un comic excelente, que no requiere conocer previamente a los personajes clásicos (ni a las estrellas invitadas como Doña Urraca, o Carpanta) y que cumple con creces el objetivo de entretener, sin renunciar a una bajada de línea sutil y aguda acerca de la época elegida por el autor para ambientar la obra. Estamos en una España que de a poco abandona el rígido control del comercio, y el racionamiento de alimentos y demás bienes de primera necesidad, para abrirse gradualmente a un esquema más típicamente capitalista del Siglo XX, es decir, a una sociedad de libre mercado. Y la trama transcurre en ese momento en el que esta nueva "modernidad" coexiste con elementos tan decimonónicos como el desmesurado poder de los militares y la iglesia. Se nota que a López le encanta el período, que lo estudió y que su erudición no se limita a incorporar (en roles chiquitos) a otros personajes que aparecían en la misma época en otras historietas de la revista TBO. Bastante de lo que hace López en este álbum lo va a volver a hacer (mejor, porque tendrá más páginas para desarrollar cada idea) en El Solar, un trabajo que vimos en este espacio el 16/12/19. Recomiendo repasar esa reseña, así no me hace falta reiterar todo ese párrafo en el que hablo maravillas de la labor del autor a la hora de ponerle imágenes a la historia. Subsanado el tema dibujo, y al tratarse de una historia breve, en cuyo argumento no tiene sentido ahondar, no tengo mucho más para agregar, excepto que Estraperlo y Tranvía me hizo muy feliz. Y más feliz aún me hace mirar la pila de los libros pendientes de lectura y ver que hay uno o dos más de Alfonso López, para que nunca falte material de este genio, ni en mi biblioteca, ni acá en el blog. Gracias por el aguante y nos reencontramos pronto, con nuevas reseñas.

No hay comentarios: