el blog de reseñas de Andrés Accorsi

lunes, 5 de abril de 2010

05/ 04: BATMAN YEAR 100


Volvemos al futuro! A mediados de la década pasada, DC decidió discontinuar su línea Elseworlds y lo hizo con dos obras realmente magníficas, que seguro entran en el Top Five de los mejores Elseworlds de la historia. Una fue la gloriosa Superman: Red Son (de Mark Millar y Dave Johnson) y la otra, la saga que hoy nos ocupa. Que además es una de las tres obras largas y ambiciosas realizadas por Paul Pope para DC, aunque las otras dos (Heavy Liquid y 100%) salieron en el sello Vertigo.
Paul Pope (no hace falta que venga yo a decirlo, quiero suponer) es un genio, así, con todas las letras. Es un autor originalísimo y personalísimo, dueño de un estilo perfectamente reconocible, ampliamente imitado y enormemente valorado fuera de los EEUU. De hecho, con apenas 25 años, fue contratado por la mega-editorial japonesa Kodansha, para la cual trabajó varios años al ritmo nipón que es sumamente desgastante para los autores occidentales. Todos estos trabajos, más los que realizó en forma independiente para editarlos él mismo, o meterlos en alguna antología de Dark Horse, sirvieron para que Pope pelara ese estilo tan notable y tan difícil de describir. Pope dibuja mucho, y no sólo en cantidad de páginas, sino en la cantidad de elementos con los que llena sus viñetas. Cada paisaje urbano, cada habitación, incluso cada primer plano de una cara, ofrece toneladas de líneas y manchas como para que el ojo se detenga, recorra y disfrute, pero siempre sumándole onda y fuerza al relato.
Como en sus trabajos para Vertigo, Year 100 está ambientada en un futuro cercano, el año 2039. Que sería el centésimo año de Batman si la continuidad hubiese progresado linealmente desde su creación en 1939. Y para ese lado apunta Pope, cuando nos rodea al murciélago con un nieto de Gordon y un Robin y una Oracle 100% nuevos. Jamás hay una pista acerca de cómo hace Bruce Wayne para seguir vivo y vital con… 125 años a cuestas, pero tampoco importa demasiado. Sí está explicado, en cambio, qué pasó con los villanos que solían asolar las calles de Gotham. La historia mete a Batman en el medio de un kilombo jodido entre espías y fuerzas parapoliciales, dos rubros que han crecido mucho junto con la paranoia generalizada, que (en un guiño satírico a los EEUU de George W. Bush) ha logrado convertir a Gotham en una ciudad hiper-vigilada, con cámaras de seguridad hasta en los soretes de los perros, y sitiada de facto por estas fuerzas armadas hasta los dientes y más preocupadas por sus propios intereses que por el bienestar de la población.
Como en Year One, el capitán Gordon intentará meter las narices en las turbias movidas de estos agentes del orden y terminará cagado a palos. Como en Dark Knight, Batman se dedicará a extremar el factor miedo y a aplicar la violencia más desmedida a estos paramilitares que tratan de matarlo, convencidos de que él es el autor de un asesinato a sangre fría. Batman se las rebuscará para pasar de presa a depredador y luego de cobrar y sangrar como pocas veces, logrará desenmarañar la compleja red de tramoyas ilegales bancada desde muy arriba y a la vez impedir que todos sus secretos caigan en manos de estos super-espías cuasi-fascistas.
El trámite es intenso, violento y vertiginoso. Pope ahorra textos y dedica muchas páginas a la acción, las persecuciones y las peleas, como si estuviera dibujando un manga. Las páginas de diálogos, investigación, desarrollo de personajes y explicaciones básicas acerca de esta realidad alternativa a veces terminan superpobladas de viñetas, como si de pronto Year 100 se convirtiera en un comic europeo. Pero Pope tiene tanta cancha como narrador que se banca una cosa y la otra sin el menor problema. El resultado es tan potente como el propio mito de Batman y te deja en llamas, prendiendo velas para que Pope escriba y dibuje más comics de Batman. Y por si Year 100 fuera poco mimo para el lector, en el mismo libro DC republica el Elseworld (publicado en una Batman Chronicles de 1997) en el que Pope se mete por primera vez con el murciélago, ambientado en 1939, pero en Berlín. Mejor imposible.

8 comentarios:

IGNORELAND dijo...

es genial!

brunowayne dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
brunowayne dijo...

A mi lo que me pasa es que no puedo acostumbrar el ojo a ese Batman deforme. No niego el talento del autor, ni su originalidad, ni su genialidad... pero simplemente a mi me choca ese estilo de dibujo, no lo puedo evitar. Seguramente me falta algún tiempo de acostumbrarme a esos trazos tan extraños, no sé, ya veremos. Por ahora... no.

Andres Accorsi dijo...

Empezá leyendo alguna obra de Pope en la que no esté Batman. Así le agarrás el gustito al estilo y te choca menos cuando vuelvas a Year 100...

Rodrigo Terranova dijo...

Como la historieta no es lo mío, no conozco a Pope más que de nombre. Estuve viendo algunas páginas por ahí a raíz de esta reseña, y es notable su capacidad para darle dinamismo a una viñeta. Y su uso del pincel me recuerda al colega Kwaichang Kraneo.

Anónimo dijo...

Te falto hacer referencia a los autores de esta "obra" como "genios" e "iluminados", esmadisimo Andres. Personalmente, creo q es perenne esfuerzo alguno en modificar tus habitos: es cronico el echo de q te has de leer un "Batman" hasta q las velas ardan a la par de q te pajees con sus curvilineas damiselas.
¡Sos un pajero viejo, me tenes harto!
Por otro lado, ¿porque no intentas leerte un librito? Vos sabes,los libros no muerden, y muy por el contrario, el "comic" (palabra americana q de ninguna manera represente equivalente foraneo a la gran historieta nacional)... el comic... ¡EL "COMIC" HACELO UN CONO Y ENTERRATELO EN EL OJETE GORDO LAME XIJA!

mr.natural dijo...

y a este de aca arriba que le paso?? esta en esos dias(lease: le bajo el tuco)?

Anónimo dijo...

Andrés, hace poquito leí esta genialidad, ¿me recomendás algo con la misma onda por favor? Ya me lo sé de memoria a año 100