sábado, 17 de abril de 2010
17/ 04: GRENDEL: DEVIL´S REIGN
Orion, Orion, qué grande sos! Mi Grendel Kahn, cuánto valés! Seguramente alguna vez escuchaste, aunque sea de rebote, acerca de las enormes similitudes entre la situación que plantea Grendel: War Child y lo que le pasó a Argentina en 1974 cuando se murió el General Perón mientras ejercía su tercera presidencia. Matt Wagner fabula y traspola a un futuro bastante lejano, pero sabe de qué habla. Ese libro (magníficamente dibujado por Pat McEown) nos muestra una versión apenitas cambiada de lo que pasó acá nomás en los ´70 y es, sin dudas, uno de los mejores arcos de la compleja y siempre cambiante saga de Grendel.
Pero, ¿cómo llega Orion Assante a amasar el poder suficiente para convertirse en la figura política central de este mundo futurista que propone Wagner? Eso se nos explica en Devil´s Reign, un voluminoso tomo íntegramente dibujado por Tim Sale, cuando todavía no era mucho más que una joven promesa del siempre fértil semillero de Matt Wagner, un autor con un talento muy especial para convocar a nuevos autores y potenciarlos para convertirlos en grossos. El trámite no es sencillo: Orion empieza como un empresario, asciende de a poco, se juega las cartas más bravas de modo espaciado, avanza de a poco en sus alianzas y en sus relaciones más íntimas con sus mujeres, analiza fríamente cada movida y todo le sale bien, hasta que los años (muchos) le van pasando factura y tiene que ver cómo la muerte se lleva a sus seres más queridos. El tono del relato es muy medido, con ocho cuadros por página de los cuales por lo menos uno tiene sólo texto, y todo nos lleva de modo muy tranqui a las últimas horas del líder, quien se despide de su pueblo después de haber hecho absolutamente todo, hasta dar a luz a un hijo de su propio vientre.
Pero claro, las últimas diez páginas de cada episodio se escapan por completo de estos parámetros. Se llaman Tales from the Underground y nos narran qué hacen y cómo viven los vampiros, la plaga a la que Orion juró exterminar, que se cuentan por miles tras lo sucedido en el tomo anterior (God and the Devil), amuchados en una Las Vegas más decadente y peligrosa que nunca. Los vampiros se organizan, confabulan, espían, esperan su chance de escapar y volver a ganar territorio, buscan aliados entre los enemigos de Orion, y como siempre, se traicionan entre ellos en momentos clave.
En estas secuencias es donde explota con claridad el Tim Sale al que conocemos hoy, ese adicto a las viñetas que ocupan dos páginas, tan grosso a la hora de la machaca grandilocuente como cuando tiene que trabajar con climas más profundos. Por supuesto no dibujaba como ahora, sino que tenía un estilo menos realista, más cercano al comic europeo en las secuencias tranqui y más cerca del underground americano en las secuencias kilomberas. Pero lo que dibuja en las secuencias “políticas” se parece tan poco a todo lo que hizo después, que es casi una bizarreada, una curiosidad, un juego estilístico que se disfruta, pero que no tiene mucho que ver con su evolución como artista.
Si nunca leíste Grendel, olvidate. Si empezás por este tomo, no vas a entender nada, o por ahí sí, pero te va a resultar más aburrido que un reality show de vegetales. Si no querés empezar por el principio (la etapa de Hunter Rose bajo la máscara, que no tiene absolutamente nada que ver con la saga de Orion), arrancá con God and the Devil, pero no con Devil´s Reign, ni con Devil´s Child, porque son obras demasiado intrincadas, demasiado pensadas para el fan que ya se fumó todo lo anterior. Pero empieces por donde empieces, dale una chance a Grendel. Es una de las series más inteligentes y complejas que dio el comic yanki en los últimos 25 años y que mantiene intactas su vigencia y su chapa. Acá te esperan dibujos, guiones, conceptos y personajes absolutamente sorprendentes, que van más allá de las modas, los géneros y las fronteras contra las que habitualmente choca el comic más o menos comercial. Garpa, de verdad.
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3 comentarios:
Che, te sigo hace un tiempo, antes en la argenta y ahora en el blog y cada vez me convenzo más que debés ser uno de los mejores, (sino el mejor) crítico de comics en argentina, aunque abusés de algunos calificativos.
Muchos saludos de uno más en el montón de anónimos que pululan por la red.
Muchas gracias, Chrysalide.
Soy fan de Grendel desde Devil By The Deed. Y Matt Wagner me rompe la cabeza cada vez que vuelve a Hunter Rose como en Behold the Devil o en las dos series de blanco negro y rojo (donde inclusive se dio el lujo de contarnos el último dialogo entre Grendel y Argent).
Ojo, lo que hizo James Robinson en 4 devils 1 hell también estuvo grosso.
Inteligente, es una lástimas que Wagner no siga ampliando su creación. Es de lo mejor que se ha hecho...
¿Cuando un review del LABURAZO que esta haciendo Palmiotti desde ahce 56 numeros con JONAH HEX? No me gustan los Westerns pero es un comic de la puta madre. IMPRESIONANTE!
Ahora, parece que la pelicula ha destruído todo el potencial del personaje... Una falta de respeto
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