lunes, 7 de junio de 2010
07/ 06: EL MUERTERO ZABALETTA
Si hoy existe la historieta argentina, si no desapareció sin dejar rastros durante la debacle que significó la segunda mitad de los ´90, fue gracias al aguante que hicieron desde el under tipos como Diego Agrimbau y Dante Ginevra. Entre muchos otros, por supuesto. Y como testimonio de una especie de justicia divina, de recompensa kármica del destino, hoy muchos de esos otrora imberbes muchachitos son los número uno, los protagonistas de un momento de la historieta argentina más que interesante, no sólo por lo que se ve en Fierro, o en los blogs, o incluso en los diarios, sino porque de nuevo hay una considerable proyección internacional de la producción local, esta vez menos sometida a los dictámenes comerciales de la industria.
En ese contexto se enrola El Muertero Zabaletta, una historieta absolutamente argenta, pero inédita en nuestro país. Agrimbau y Ginevra trabajaron durante años en esta creación, que primero fue historia corta, después un proyecto de serial episódico y finalmente una novela gráfica de 46 páginas, dividida en capítulos que cierran apenas un cachito de la trama mayor. Una trama compleja y muy bien pensada, que tiene que ver con el enfrentamiento final entre una logia de matemáticos que busca imponerle a la sociedad una lógica basada en el cálculo trigonométrico y los líderes religiosos, que quieren preservar el status quo, la sociedad basada en la fe y los misterios. En el medio van y vienen el Inspector Zabaletta (encargado de ejecutar a la gente declarada indeseable por el estado) y su asistente Reno, personajes tributarios de los antihéroes de la novela negra, construídos con matices, gestos, formas de hablar y de moverse sumamente originales y creíbles.
El marco elegido es una Buenos Aires steampunk, hipertrofiada, gigantesca y antigua al mismo tiempo, en la que nunca se construyó el Obelisco, y donde en vez de rascacielos hay enormes edificios a la usanza de los de 1910, pero en esteroides. Se nota (y se agradece) una increíble atención a detalles de la Buenos Aires de principios del Siglo XX: bares, tranvías, esquinas, carteles… todo nos vincula a esta fantástica Ciudad del Plata con la Buenos Aires pre-tanguera del Centenario. De hecho, es todo TAN porteño que da el triple de bronca que los personajes hablen en español de España… Otro elemento 100% porteño es el de las tablas que vinculan a los sueños con los números, un clásico fetiche de quinieleros y timberos. Acá los números son importantísimos para la trama y uno enseguida se pregunta: ¿Cómo entienden en España que para nosotros el 14 es el borracho, el 17 la desgracia, y así?. Yo creía que esa relación sueños-números sólo existía en Argentina, pero Agrimbau me contó que no, que los timberos de España también vinculan sueños y números, aunque la correspondencia no coincide con la nuestra. Menos mal, porque si no, cualquier editor extranjero diría “Este tipo está en pedo”.
El trabajo de Ginevra es realmente apabullante. Las páginas de El Muertero Zabaletta constituyen un desafío bravísimo para cualquier dibujante, por cantidad de viñetas, por la complejidad en la ambientación, por la gran expresividad que hay que ponerle a los rostros para plasmar las emociones y sensaciones que viven los personajes y porque hay que afianzar desde el color todo ese clima de misterio, de corrupción y de melancolía que gobierna la trama. Dante hizo todo eso y lo hizo muy, pero muy bien. Los personajes, de rasgos simples y caricaturescos, se amalgaman sin inconvenientes con unos fondos laburadísimos. La narración fluye de modo ágil y dinámico incluso en las páginas de 10 ó 12 cuadros. Y además todo es personal, propio, a todo le sobra impronta autoral.
Si conociste a la dupla Agrimbau-Ginevra gracias a El Asco (su obra más conocida en Argentina, que pasó por el blog Historietas Reales, la rompió, y de ahí pasó a un libro que también vendió bárbaro), sabés que son dos bestias que se complementan a la perfección y que no dejan nada librado al azar. En esta obra, donde el cálculo matemático tiene mucho peso, todo está milimétricamente calculado para sorprender, impactar, emocionar y dejar pensando al lector. El Muertero Zabaletta es una aventura de estructura clásica, pero llena de ideas que nunca habíamos visto antes en otros comics. Escrita y dibujada como la San Puta, ya va siendo hora de que algún editor argentino se ponga las pilas y les ofrezca a los lectores de nuestro país la oportunidad de disfrutar de esta gran historieta de dos de los autores que mejor nos representan cada vez que los publican en Europa.
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3 comentarios:
¡Muy buena reseña, Andrés! Una consulta...¿vas a hacer reseñas de estos autores?:
- Luis García (Etnocidio, por ejemplo)
- Algo de Teddy Kristiansen
- Algo de Robert Crumb, Bagge, Clowes, Eddy Campbell o Charles Burns.
- El nuevo volumen de House of Secrets (de Willingham y Sturges)
Luis García, no creo. House of Mystery, lo veo difícil. Eddie Campbell también.
El resto puede andar.
Es cierto que la revisteria esta vendiendo este libro a 45 pesos??
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