sábado, 25 de diciembre de 2010
25/ 12: AMERICAN VIRGIN Vol.2
Ultimo tomo de Vertigo de 2010! Posta, prometo no hablar más de series de mi sello favorito hasta el año que viene!
Hoy me toca reencontrarme con Adam Chamberlain, el adalid de la virginidad, el chico joven, fachero y con guita que se hizo famoso por convencer a otros miles de jóvenes de que la virginidad es un don único y maravilloso que hay que preservar hasta que Dios te señale a esa persona especial a la que vale la pena regalárselo. Adam la tenía clarísima: su primera vez tenía que ser con su novia Cassie, pero esta murió en Africa, decapitada y desvirgada por el cartel terrorista Batu Balan.
Este segundo arco narra, básicamente, la venganza de Adam contra el asesino de Cassie. Son cinco episodios y podrían ser tranquilamente cuatro, pero –sin mantener el atractivo hipnótico del primer tomo- se la banca muy bien. Steven Seagle y Becky Cloonan llevan a Adam a Melbourne, Australia, ciudad con una enorme movida gay y lésbica, siempre acompañado por el duro Mel (que es el que habilita las pistas acerca del paradero del asesino) y por su hermanastra Cyndi, atorranta pero gamba a la hora de meterse en kilombos para llegar al fondo del misterio. Al final, nos espera otra revelación shockeante, fundamental para darle sentido a los dos tomos que quedan por delante: Ninguno de los terroristas que tuvo contacto con Cassie se la empomó. O sea, cuando cayó en manos de Batu Balan, ya había perdido la virginidad en otro lado. Y hay un último giro que no quiero revelar.
Para llegar a ese mano a mano con el asesino de su novia, Adam se mete en un ambiente muy sórdido y jodido, mientras Seagle aprovecha para hablar bastante de los gays y su espiritualidad, en cómo cambia tu relación con Dios cuando descubrís que te calentás con gente que tiene los mismos genitales que vos. A la hora del desarrollo de personajes, Seagle le da muchísima bola a Adam y trabaja a fondo el conflicto interno que se desencadena cuando le cae la ficha de que perdió para siempre a la minita con la que se había jurado debutar. Pero se olvida prácticamente del elenco del primer tomo, excepto por Cyndi y Mel, a los que desaprovecha bastante. También mete nuevos personajes, entre los que se destaca la periodista transexual Alex Alexis. Sin ninguna duda, en el próximo tomo va a tener que abrir un poco más el juego y terminar de resolver el mambo de Adam, porque no es lógico que siga sin ponerla mucho tiempo más.
El dibujo de Becky Cloonan sigue en un nivel muy correcto, aunque menos grosso que en Demo. Acá encuentra entintador fijo en Ryan Kelly (a quien vimos dibujar un tomo de Northlanders a principios de año), que es un clon de Paul Pope más definido, más alevoso, y lógicamente el estilo vira más para el lado de Pope que para el de Brian Wood, que era la otra influencia grossa de Cloonan. Se nota que Cloonan va a las chapas, que pisa el acelerador para sacar rápido cada página, pero –más allá de algún fondo que debería estar y no está- no tiene mayores inconvenientes a la hora de plasmar en imágenes las ideas de Seagle.
Ya lo vimos al pulcro y casto Adam descubrir los horrores de la miseria y la violencia en Mozambique y los horrores del sexo con dolor y humillación en Melbourne. Hasta ahora su obsesión con su novia muerta resultó ser más fuerte que todos los otros impactos que recibió. Veremos qué pasa más adelante. Esta vez no prometo volver pronto, porque no tengo el Vol.3.
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1 comentario:
Yo la leí entera -en scans, perdón-,son 23 números en total, y me pareció muy buena, muy entretenida sobre todo, con muchísimas cosas para debatir (qué es ser "virgen", para empezar...). Abrazo! Colo
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