el blog de reseñas de Andrés Accorsi

martes, 18 de enero de 2011

18/ 01: DC COMICS PRESENTS BATMAN/ CATWOMAN


Uno de los debates eternos en la sociedad yanki es el que gira en torno a la tenencia de armas. Los progres llevan años en su cruzada por restringir y controlar la venta de armas y los fachos defienden su derecho a que todo el mundo ande calzado, aunque eso facilite el mal uso de las armas y sus trágicas consecuencias. Cada tanto, ese debate recrudece y también cada tanto, el comic se hace cargo. De hecho, si releés Civil War cambiando “gente con superpoderes” por “armas de fuego”, toda la saga puede reinterpretarse a la luz de este conflicto; con un twist bizarro, porque el Capi América y los rebeldes defienden la posición tradicionalmente bancada por los fachos, mientras que Iron Man y el gobierno tratan de imponer las leyes de control que tradicionalmente piden los progres. Pero volvamos a DC, donde en 1992 John Ostrander escribió Seduction of the Gun, un comic de Batman fuerte, estremecedor, que tenía por objeto principal bajar línea y concientizar acerca del peligro que significa la proliferación de las armas, sobre todo en los entornos en los que hay chicos. Catorce años más tarde, Batman/ Catwoman: Trail of the Gun (originalmente editada en dos prestige y ahora convertida en un hermoso TPB para pobres) vuelve a machacar sobre el tema, con un atractivo extra: ahora la guionista es Ann Nocenti, y nadie en la industria del comic yanki baja línea progre mejor que la querida co-creadora de Longshot.
Como nos pasó hace un año cuando comentamos Batman/ Huntress, acá sobra el logo del murciélago en la portada. Este es claramente un comic de Catwoman, en el que Batman y Bruce Wayne juegan roles menores. No sé me ocurre dónde encaja en la continuidad, porque esta parece la Catwoman pre-relanzamiento de 2001, pero bue, es DC, no nos podemos poner en estrechas con esos detalles. Selina, entonces, va a ser la encargada de llevar adelante esta aventura intensa, vibrante y ganchera, que pasa por un mega-chumbo, una pistola de avanzada que no falla jamás y deja en ridículo a las armas tradicionales. El ladrón que logre apoderarse de ella se llevará mucha guita e infinita chapa, y nuestro gatienzo favorito se enfrentará o se aliará con una fauna nefasta, compuesta por chorros de guante blanco, fabricantes de armas y descerebrados fanáticos de los chumbos. Por supuesto, cuando hay alianzas entre avechuchos las cosas terminan en traición, y cuando Batman se le planta a Catwoman, aflora esa mínima decencia que caracteriza a la mejor chorra de Gotham y las cosas se terminan por inclinar para el lado de los buenos.
La acción al palo, la violencia y los duelos verbales entre ases del cinismo están muy buenos, pero en cualquier comic de Nocenti el conflicto central pasa por la ética, y este no es la excepción. Acá el dilema se plantea con datos, y la verdad que los datos acerca del uso indebido de armas en los EEUU son más escalofriantes que dormir una noche en el Arkham Asylum. Si tenías alguna duda de por qué los progres tienen razón en exigir lo que exigen, Nocenti te la saca en poquísimas páginas.
Pero lo que hizo exitoso a este comic no es el clivaje entre libertades cercenadas y vidas tiradas a la basura, sino el dibujo de Ethan Van Sciver, dibujante idolatrado por la hinchada, si los hay. Van Sciver es abanderado de una corriente que a mí particularmente no me gusta, que es la de los tipos que sobredibujan, que meten en cada viñeta muchísimo más detalle y muchísima más información de la que hace falta para entender la historia. Aún así, me saco el sombrero ante un laburo impresionante, no original porque sigue los lineamientos de Brian Bolland o Phil Jiménez, pero sumamente generoso a la hora de darle credibilidad y fuerza a la historia que propone Nocenti.
Y bueno, el tema de controlar o no la venta y el uso de armas va a seguir vigente mucho tiempo más. Esta saga demuestra que, bien utilizado, puede dar pie a historietas jugadas, inquietantes y polémicas, incluso si la protagonista es un yiro escultural que envuelve su escultural figura en un disfraz de gato. Miau!

2 comentarios:

Patricio dijo...

Andrés lo último que supe de la Grossa de Ann Nocenti , fue que estaba viviendo en Haíti. Esto me lo contó vía facebook. No se si seguirá allá por data de la internet averigué que estaba enseñando cine allá. Desoués no se no contestó nunca mas mis posts. Sus contribuciones al cómic continuan, hace poco la vi en una antología dedicada a las chicas del universo Marvel. Yo la pongo en cualquier top ten de autores de comics de superheroés post 1980. Gracias por esta nota.

Anónimo dijo...

Recuerdo Seduction of the gun de la era Perfil. Era uno de los especiales. Que época! Muy buen comic.